Sentimientos contradictorios

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Mikey me odia.

Rye me odia.

Hasta yo misma me odio.

-Señorita Parker, ¡despierte! -Charles Hawkings, mi profesor de matemáticas está cruzado de brazos en frente de mi mesa.

L-lo siento, estaba...

-Guárdese las excusas para el director. -hace un gesto con el brazo hacia la puerta y yo me levanto, suspirando.

..................

Hay una chica castaña y bajita, sentada en un sofá, delante del despacho de Blair. Me sonríe cuando me siento a su lado.

-¿Hawkings? -pregunta con cara de aburrimiento y yo asiento.

-¿Y tú? -se sonroja de repente y agacha la cabeza. Ya me acuerdo de ella. -Un momento, tú eres la que le rompió la nariz a ese chico, el año pasado... ¿Cómo se llamaba?

-Harvey. -responde a media voz, sonrojándose aún más.

-Fue un buen golpe, por cierto. -comento sonriendo. Harvey no es mal tipo, pero tanta laca le ha afectado seriamente al cerebro. -¿Qué has hecho ahora... esto...?

-Laia. -dice mirándome. -Me da mucha vergüenza. -se pasa las manos por la cara, soltando una risita nerviosa.

-¿Le has vuelto a romper algo a...?

-¡No! -respira hondo. -Me pillaron saliendo del cuarto de Brook y...

-Brooklyn y tu, estáis... ya sabes. -la guiño un ojo.

-¿Qué? No. -vuelve a estar roja como un tomate. -Mikey necesitaba un pen drive porque perdió el suyo y yo...

-Espera. -digo, frunciendo el ceño. -¿Sabes para que quería Mikey el pen drive?

-Dijo algo sobre un trabajo de psicología. -Laia se encoje de hombros. -¿Por qué?

Blair abre la puerta de su despacho y le pide a Laia que entre. Se queda unos segundos en la puerta, mirándome.

-Vuelve a clase, Emma. -dice suspirando. -Hablaré con Charles más tarde.

..............................

Mikey me ignora cuando intento hablar con él en el cambio de clase.

Y a la hora de comer.

Y también en la biblioteca.

Y cuando lo sigo a su habitación. Bueno, ahí me grita que me largue.

-Por favor, no le des los vídeos a Marcus. -le repito por quinta vez. Estoy sentada  al otro lado de la puerta de su cuarto, suplicándole que no se encuentre con ese periodista.

-No tendría que hacerlo si se los hubieras dado ayer. -su voz me llega amortiguada por la puerta, pero puedo notar que está cabreado.

Podría ir y decirle a Blair que intenta escaparse, pero él me haría un montón de preguntas incómodas que prefiero no tener que responder.

Además, no le haría eso. No a Mikey.

.................................

Me siento en una mesa, sola, en el comedor a la hora de la cena.

Andy, Jack y Sara se ríen de algo que ha dicho Brooklyn, unas mesas más allá. Veo a Laia acercase a ellos y sentarse al lado del rubio.

Mikey y Rye están sentados en la misma mesa, para mi sorpresa, pero ninguno de los dos se dirige la palabra.

Rye es el primero en marcharse, y después lo hace Mikey.

Me quedo sentada, revolviendo la comida con el tenedor hasta que Anna, la limpiadora me echa.

-Emma. -alguien susurra mi nombre cuando paso por delante del baño de chicos.

Rye está ahí, con los ojos vidriosos.

-Dime que es algo fuerte. -digo quitándole el porro de la mano y dándole una calada. -¿Sabes que? Mejor no me lo digas.

Él sonríe, empezando a liarse otro.

-¿Un mal día? -pregunta, después de encenderlo.

-Cállate, Ryan. -digo apoyando la cabeza en su hombro y cerrando los ojos.

Por un momento me siento como antes, cuando solo éramos él y yo. Dos críos que se colocaban a escondidas para escapar de la realidad.
Y ahora seguimos siéndolo, pero yo ya no me siento de la misma manera. El cosquilleo en el estómago que sentía cuando me tocaba y la sonrisa tonta cada vez que Rye decía mi nombre se han ido...

Y el culpable ya no me dirige la palabra. 

No confíes en mí (Fanfic Road Trip)Where stories live. Discover now