Capítulo 2.

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Me levanto de golpe.

-¡Ya oí, deja de tirar mi puerta! - grito mientras froto mis ojos.

-Te quiero listo en 10 minutos, niño - blanqueo los ojos.

Salgo de la cama y voy directo al baño. Abro el grifo de agua caliente, dejando que mis músculos se relajen un poco. Pongo una toalla alrededor de mi cintura y me encamino hacia el armario. Unos jeans negros, playera blanca y tenis oscuros suenan bien para una cita con el médico.

En la cocina mamá termina de lavar unos cuantos platos y me mira.

-Preparé un poco de jugo para ti - tomo un vaso de la alacena y me sirvo un poco de ese líquido amarillo.

-Gracias - contesto luego de terminarlo.

Tomo las llaves del auto y junto con mi madre subimos en él para irnos al hospital. Cada cita con el doctor me resulta más fastidiosa que la anterior, pero me es obligatorio ir a chequeos cada mes.

-Aún me sigo preguntando, ¿porqué Ronan te presta su auto con tanta confianza? - la miro un instante antes de volver la vista al frente.

-Tiene otros dos iguales, más aparte el de Grace. Sin contar que soy el cuñado más guapo y sexy que le pudo haber tocado - suelta una risa.

-Son unos egocéntricos, espero que no sea contagioso - niego divertido.

Llegamos al hospital y vamos directo a nuestro consultorio. La guapa secretaria nos sonríe antes de hacernos pasar.

-Buenos días, tomen asiento, por favor - el viejo nos mira con amabilidad sobre sus lentes de aumento.

Nos sentamos en las sillas frente a su escritorio.

-¿Cómo te has sentido, Jayden? - centro mi vista en uno de los portarretratos que hay sobre la mesa de madera.

<<Qué hija más guapa tiene>>

-Bien, dentro de lo que cabe. Aveces tengo días buenos y otros no tanto, lo normal - respondo.

-¿Qué hay de las náuseas?¿Han vuelto los vómitos?

-Las náuseas como siempre, aunque los vómitos son mas frecuentes que antes - asiente cautelosamente.

Le empieza a preguntar algunas cosas a mi madre sobre la alimentación que llevo y otras cosas sin importancia. Menudas charlas tan aburridas.

-Doctor - dejan de hablar y me miran, esperando a que siga hablando. - ¿No sabe cuánto me queda de vida?

El viejo abre los ojos, sorprendido.

-Bueno, no sabría decirte, pero no estás moribundo, ¿porqué preguntas? - dice dubitativo.

-Curiosidad - sonrío mostrando todos mis dientes.

Mamá me codea.

-Deja de ser tan brusco con las cosas, te lo he dicho antes - murmura por lo bajo.

Le guiño un ojo a mi progenitora.

-Ustedes hablen todo lo que quieran, estaré afuera, este lugar me revuelve el estómago - me levanto de la silla y salgo del consultorio.

Camino lentamente por los pasillos, observando a las personas que pasan por ahí. Cerca del área de pediatría se encuentra el pequeño niño del supermercado, jugando con su oso de peluche mientras su mamá habla con la secretaria. Le saludo con la mano cuando se percata de mi presencia, él corre en mi dirección y se abraza a mi pierna.

-Hola, pequeñajo, ¿cuál es tu nombre? - ríe, sus ojos azules con un extraño brillo.

-Tas - responde y frunzo el ceño.

-¿Max? - niega con una sonrisilla vaciladora.

Observa a alguien a mis espaldas y mueve su peluche. Me levanto, fijando mi vista en la hermosa chica, madre del pequeño.

-Hola - su armoniosa voz llegando a mis oídos.

-Hola - respondo por cortesía.

Extiende su mano al frente.

-La vez pasada no pudimos presentarnos, soy Paula - estrecho su mano levemente.

-Jayden - sonríe, haciendo que sus ojos se vean más claros de lo normal.

-Él es Jax - señala a su hijo.

Ahora comprendo, se le dificulta la pronunciación al nene.

-Es un niño muy alegre - asiente.

-Lo es. - me observa a los ojos con seriedad. - Oye, te pido una disculpa por lo del otro día, estaba muy asustada y no tuve control de mis palabras.

-No te preocupes, lo entiendo - murmuro.

-No comprendo porqué Jax se escapó de esa manera, me encontraba diciéndole unas cosas sobre su tío y cuando me di cuenta ya no estaba.

Reprimo una risa, pobre niño.

-No lo culpo - susurro para mí mismo.

-¿Perdón? - responde, al parecer escuchó lo que dije.

-Dije que no lo culpo, con una madre tan gritona yo también escaparía, ¿cierto? - Jax ríe conmigo.

-Eres un insolente - espeta con molestia.

-Gracias, muchas personas creen lo mismo - le muestro una sonrisa burlona.

-Aléjate de nosotros, no tenemos porqué seguir hablando con un patán como tú.

Me acerco un paso hacia ella, quedando unos centímetros más arriba de su rostro.

-El hospital es un lugar público, así que no puedes correrme de aquí. Puedes irte si quieres, la puerta es muy ancha.

Aprieta la mandíbula.

-Grosero - choca mi hombro y toma la mano del pequeño.

-Adiós, amigo - se despide moviendo su pequeña mano, con un puchero en los labios.

Una sonrisa boba me asalta.

Creo que la visita al doctor no resultó tan mala después de todo.









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Hola, beiezas 7u7

¿Les gustó el cap?¿Ya aman al Jayden o qué? Yo , es un amors.

Estaré actualizando seguido, cada que pueda y que no me falte la inspiración.

Las amo, no se olviden de votar y comentar, ya nos leemos.

¡Besos!



Tentación mortal #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora