Percy jackson y los semidioses perdidos

Paula

Paula piensa que esto de salvarle el culo a sus amigos es muy duro. En el momento que Victoria tocó la pared, Paula lo supo. Tenía que salvar a sus amigos, y ahora era un un buen momento. En el momento que empezó la explosión agarró a sus amigos y salió pitando. Pero no consiguió evitar que se quedaran aturdidos. Paula empezó a correr con la intención de salir, cuando alguien se pusó delante suya. Era la profesora de geografía, pero ahora era distinta. Eso fué lo único que pudo pensar Paula, porque de golpe todo se tornó oscuro.

Paula no despertó hasta casi un dia y medio después. Nunca había dormido tanto, no le gustaba. Estaba en un barco, con más niños. La profesora estaba observandola.
-Que les has hecho- preguntó Paula
-Tranquila querida, no les he hecho nada. Están dormidos, no me temas. Solo soy una enviada, nada más-le respondió ella
-¿Vale, pero de dónde? Lo puede decir por favor. Ya que les ha secuestrado, es lo correcto...
-Me caes bien, querida. Te lo diré: a un campamento para semidioses, el campamento mestizo.- dijo ella, su sonrisa le estremeció.
-Pero porque nosotros, un semidios es el hijo de un dios y un hombre...
-¡Sois semidioses! Y yo estoy aquí para llevaros, además ya estaba harta de la geografía. A mi me gusta la botánica.
-¡Eres una ninfa!¡Son reales!¡¿Estoy chiflada?!- en ese momento Paula se volvió loca.
-Tranquila, querida. Eres lista y lo superarás, y si, los dioses griegos son reales. Tú y esos cinco sois semidioses griegos
-Vale, lo intentará entender.
-Asi me gusta, querida. Ahora hazme el favor y despierta a las marmotas, ah y si puedes explicarles la situación sería increible. Gracias, querida.
Paula no sabía muy bien si era cierto, pero si lo era, sabía que el que se le aparecía en sueños tenía que ser su padre.