_Kenay reacciona. Dijo el.
Disparo.
Segado por la furia, que aun se veía en sus ojos, soltó todo, cayendo inerte sobre el suelo, el cuerpo y el arma, sucios por la sangre. Tranquilamente se dirigió a la cocina, se limpio las manos y se preparo un café, como si nada hubiese pasado, mientras esperaba se sentó en una silla del comedor, y el sonido del microondas pareció despertarlo, porque casi al mismo tiempo broto de su ojo izquierdo y con ella un llanto desgarrador. En su mente toda la culpa le hacia frente, dándole a entender su mas Grande Error.
El lo había matado, el lo había matado, eso se repetía en su cabeza una y otra vez.
El era un Mounstro, aquel que todos dijeron que seria, le dio la razón, tantos años negándolo, para que la estúpida manzana no cayera tan lejos del árbol como pensaba.
El era un asesino, moriría en la cárcel, sabía que era injusto. Después de todo mato a la única persona que había le había ofrecido su amor, que le ayudo cuando su verdadera familia lo había abandonado a su suerte, cuando solo era un niño, aquel ser testarudo pero con gran corazón, que le contaba historias hasta que se dormía y lo ayudaba con los deberes. La muerte seria el menor de los castigos, para lo que el merecía y el cuerpo que yacía sin vida en la habitación continua lo afirmaba.
Se levanto sin secarse el rostro y comenzó a aplaudir como un demente, después de todo se lo merecía, por gran logro, por ser el ser mas estúpido de la tierra y matar a su única familia.
Al final termino ganando la sangre, todo aquello que siempre quiso negar.Fin…
