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Hoseok calla y la escucha reír, su risa es un suave ritmo del cual nunca se cansaría de oír. Una dulce melodía, su canción preferida.

La observa, analizando y guardando en su memoria cada una de las facciones que Chae muestra, sus muecas y graciosas expresiones mientras le mira levemente enfadada, debido a él y su mala racha.

Chae le transmitía luz, a pesar de estar enfadada. Si él era sincero, sabía con exactitud que ella no duraría más de tres minutos quemándolo con la mirada, pronto y como siempre terminaría viéndolo con ojos de enamorada.

Y Hoseok, despistado por naturaleza, se diría a él mismo que su mirada de cachorrito solamente le enternecía el corazón. Distinto a lo que ella pensaba.

Tan radiantes como las estrellas mismas, miradas que guían un camino de constelaciones que algún día se unirían como puntos cardinales.

Hoseok, un joven con alma de niño y sonrisa pura.
Chae, una joven capas de iluminar un oscuro día con tan solo las estrellas en sus pupilas.

— Hoseokie, esta noche caen las Perseide. ¡Vamos a verlas!

perseide ; jung hoseok. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora