Katherine Pierce (Terminada)

Capítulo 6

Katherine se encontraba en un encrucijada por una parte quedarse en ese pueblo era tener una vida, no correría más, no escaparia más pero que pasaba si Klaus venía por ella o mucho peor por la daga.

La verdad es que la morena no sabía mucho que hacer no tendría muchas oportunidades si se enfrentará cara a cara con Klaus, digamos que una batalla frente a frente no es lo suyo.

—¿Qué harás Katherine?—Se dijo para si misma. Esa era la única interrogante.

—¿Encontraste lo que buscabas?—La morena volteó y observó a un hombre que le sonreía.

—Aron ¿Verdad?—el hombre asintió.

—Te invito un café—

—Mejor invitame a beber—El hombre rió y caminaron rumbo aún bar.

(...)

La morena bebía mientras que Aron la analizaba.

—Eres una leyenda Petrova—Rompio el silencio el hombre.

—Mi estigma de sobreviviente es muy complicado—La morena se volteó a mirar a Aron.

—No lo pongo en duda, pero tengo una pregunta ¿Por qué huir toda una vida de Klaus?—

—Porque no soy de las que la dan el gusto a hombres como él—La morena se acercó al oído del hombre.

—Aún que te parezca que no es vida escapar pues...yo no vivo...yo sobrevivo...—Le dijo en un susurro en el oído al hombre el cual se estremeció.

La sonrisa de la morena era mezclada con malicia y picardía.

—Necesito un favor guapo—Dijo la morena cruzando las piernas y cambiando su semblante a serio.

—Depende del favor—dijo el hombre un poco incómodo.

—Descuida no eres mi tipo—Soltó una risita Katherine.

La morena le dijo a Aron que le consiga sangre humana o sino ella saldría a cazar. Este de por si aceptó a lo que Petrova le pidió.

(...)

Daniel estaba paseando por el pueblo, soltó un suspiro ya que la verdad no tenía mucha idea de como manejar su poder.

—¿Por qué no dijiste nada mocoso?—Dijo la morena posando su figura en frente de él.

—No es como si supiera utilizar mi poder—Agachó la mirada—Ni si quiera fui capaz de proteger a mamá—.

—Yo tampoco—El chiquillo la miró con grandes ojos.

El chico y la mujer fueron a la plaza del pueblo y se sentaron en el césped.

—¿Cómo has lidiado con todo lo que has pasado?—Le pregunto el chico a la mujer.

—Sabes, nosotros los vampiros tenemos una habilidad fascinante—La morena pasó los dedos por una margarita que había cerca de ella.

—¿Cuál?—

—Podemos apagar nuestra humanidad, las emociones y todo—Daniel miró al cielo.

—Con todo lo que has pasado, si lo hubiera vivido yo...creo que tampoco hubiera apagado mi humanidad—La morena lo miró con curiosidad.

—Yo quiero vivir a pesar de todo tengo esperanza en que todo mejorará...y si no, quiero seguir viviendo—Dijo el muchacho.

—Responderé a tu pregunta—La mujer se levantó—Sabes, todo estos años de mi vida he lidiado con lo que hecho por la simple razón de que me siento más enlazada a mi humanidad, aunque son cosas horribles no me daré por vencida y no voy apagar mi humanidad porque sería lo mismo que estar muerta...—.

El chico observó a la morena alejarse, era curioso porque ahora sentía respeto.

(...)

La morena se encontraba en el campanario del edificio y cruzada de brazos observando al horizonte.

Observó desde lejos como había una revuelta en la otra punta del pueblo. Se apresuró en llegar y escuchar que sucedía.

—¡CALMENSE, KLAUS NO PODRA ENCONTRAR LEONORE Y SI LO HACE LO MATAREMOS!—Grito Aron. Los habitantes gritaban cosas cómo; "No sabes eso" "El nos matará a todos" "El niño y la vampiro deben largarse de aquí".

Katherine se subió a la tarima y hizo aún lado al alcalde.

—Calmence llorones—Dijo la vampiro con voz autoritaria.

—Katherine yo lo arregló—Dijo Aron poniendo su mano en el hombro de la morena, esta le sonrió.

—He escapado toda una vida del bastardo de Klaus...y créanme tienen razón al estar asustados, el miedo en mi caso me mantienen alerta y viva, no me he relajado en quinientos años—Los habitantes la observaban atentos.

—Pero Klaus no se meterá en este pueblo a no ser de que venga por la daga, aún que lo haga tendría que venir con un ejercicio de brujos y vampiros, pero deben de estar dispuestos a morir si es necesario—Los brujos estaban  murmurando cosas acerca de lo que decía Petrova.

—No les mentire al decir que no me interesa mucho si Klaus viene aquí...porque yo haré lo que tenga que hacer para sobrevivir, pero si los puedo ayudar en como pueden sobrevivir—.

La morena primero que todo les dijo que tenía que comenzar hacer guardias en las distintas puntas de la ciudad, también organizó grupos para hacer rondas de seguridad en el pueblo y los obligó hacer un hechizo para ocultar el pueblo en todos los sentidos.

—También quiero que hagan un vía de escape rápida—La morena sonrió y luego salió de la alcaldía para dirigirse a la casa donde se quedaban los niños.

—Hola—Elisa la abrazo y Katherine se sintió rara pero correspondió al abrazo de la niña.

—Pierce—Dijo la anciana mirándola.

—Debemos de hablar—.

(...)

La mujer miró a la anciana y esta guardó silencio y proceso lo que acababan de hablar.

—¿Estas segura?—

—Sara debes de estar preparada, mantenerlos ocultos mientras tanto yo iré por la daga...—La morena dijo sería.

—Estoy preparando a Daniel, avanza rápido pero aún así...—

—No te encariñes con el pueblo, ya que tiene los días contados...—.

Ella salió de la casa y camino rumbo a la plaza del pueblo, puso sus manos en los bolsillos de su chaqueta negra y suspiro.

—Oye—La mujer volteó y miró al hombre.

—Diablo que guapo que eres—Dijo la morena la cual en menos de un segundo quedó cara a cara con Aron.

—¿Cuál es tu verdadero plan Katherine?—

—Matar a Klaus—Hizo un puchero—Necesito la daga—Le dio un beso en los labios al hombre, él cual la empujó no con tanta fuerza.

—Dime la verdad o te mataré yo mismo Petrova—Él hombre la miró.

—Pues adelante—La mujer se apartó un poco y cerró los ojos—Es la única oportunidad que tengo para deshacerme de Klaus—.

—Si quieres la daga esta en mi oficina—La mujer abrió los ojos.

—¿Cuál es el truco?—Sonrió la morena.

—Ninguno—.

La morena apareció detrás del hombre y le susurró en el odio.

—Eso espero—La mujer dejó inconciente a Aron.

(...)

Klaus sentía un nudo en la garganta, cada paso que daba era una explosión de emociones sabía que Katherine Petrova se encontraba en Leonore y también la daga de roble blanco.

—Al fin nos volvemos a ver Petrova—Susurró al frente del cartel.

"Bienvenidos a Leonore"