Un Plan Desastroso ©

Capítulo 14. La poca buena suerte.

Esa foto ❤

Narra Morgan

Nuestra búsqueda había sido en vano; recuerdo que luego de escapar de la pasarela, nos escabullimos dentro de los vestuarios sin que los demás nos notaran -aun no entiendo cómo es que salimos ilesos de ese lugar- y buscamos entre toda la ropa. Específicamente la de Brady ya que él la había dejado en un casillero que, gracias a su confianza hacia mi mejor amiga, supimos descifrarlo.

Buscamos por todos lados. Pero no encontramos nada. Bueno, en realidad sí, unos doscientos dólares que repartimos entre Mason y yo. Es decir, creí que necesitábamos alguna forma de pagar nuestro duro trabajo de entrar en un desfile de modas, mientras bebíamos champaña y apreciábamos la belleza andante en la pasarela. Era, definitivamente un trabajo pesado.

Recuerdo, también, que nos tomaron fotos, juraría que hasta más que a los mismísimos modelos. Donde sea que fuésemos, algún tipo con una cámara aparecía, incluso hubo un momento en el que Mason y yo, con un poco de champaña encima -sin estar ebrios, obviamente, nuestra risa sólo se había aflojado un poco- nos burlábamos del vestuario de algún extraño, entonces un chico con una hermosa cámara profesional apareció.

—Chicos, ¿una foto?

—¿Ah?

Y siquiera antes de reaccionar, el flash nos cegó.

—Gracias. 

Y sin más desapareció. Fue algo extraño a decir verdad, pero luego de unos segundos ya estaba olvidado, claro, hasta que ví la foto en la página web de la agencia.

Luego de estar rondando por allí, ya que se suponía que Michie y Chris entrarían de nuevo en el apartamento de Brady entonces creí que ya habrían encontrado el USB; nos preparamos para partir de allí y así poder quitarme ese maldito vestido que estaba congelándome el alma, pero entonces, algo pasó.

Recibí una Whatsapp de Chris, más bien una nota de audio, entonces en un intento de querer ir hacia afuera mientras observaba mi celular, choqué contra un cuerpo que casi me deja en el suelo.

—Discul...

Era nada más y nada menos que Brady. Éste me miró incrédulo y yo estaba sorprendida, tanto que incluso mi celular casi cae al suelo y cuando quise sostenerlo para evitar su muerte prematura, alguno de mis inquietos dedos dió justo en la flecha que da hacia la derecha y que tiene una bolita de color verde a su lado.

—Hey, Morgan. Ya estamos aquí. A Michie le agarró un ataque de locura y comenzó a romper cosas, quizás tardemos un poco en buscar el pendrive. Esta en el sofá, iré a hablar con ella, aunque ¿sabes? Me da algo de miedo, ¿crees que hayan tenido sexo en ese sofá también? Me da asco estar aquí. Todo grita "estúpido Brady" por dónde lo mires, sin siquiera conocerlo. —rió un poco. —Como sea, suerte.

Mi vista, que estaba sobre mi celular, comenzó a ascender lentamente, rogando a todos los cielos que el rubio hubiese desaparecido en el momento en el que el audio comenzó a reproducirse por sí solo, sin embargo allí estaba.

No esperé a que tuviese reacción alguna y corrí dentro del salón, ubicando a Mason con la mirada y tomé su mano libre, ya que la otra ocupaba una copa con champaña, y corrí lo más rápido que pude.

—Oye ¿Qué su...?

—Brady nos descubrió, debemos salir de aquí.

No protestó, para mí alivio, y corrió a mi par. Ya afuera, no sin antes tomar la mochila con nuestra ropa que estaba oculta tras unas cortinas, un taxi -al parecer, la suerte estaba de mi lado ese día- siendo ocupado por un par de jóvenes llamó mi atención y me dirigí a él sin pensarlo.