Capítulo 34

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- ¡Dale!- tiré de Bianca hasta la puerta del Santiago Bernabeu.- Prometiste que entrarías.

- Sí, pero veo ese escudo y vomito.

- No seas dramática.- dijo Ariadna riendo y Pol rió con ella, que raro que este se ría de las tonterías que decía la pelirroja, siempre andaban discutiendo como el perro y el gato.

- Dale, que hoy juega Paulo y Cristiano.

- Solo entraré para ver la cara de Paulo cuando Cristiano marque y te lo dedique.- dijo ella bufando y reí tirando de ella hacia dentro.

Coloqué mejor mi camiseta firmada por Cristiano y me acomodé en el asiento, a la espera de que la música empezara y salieran todos los jugadores. Como he dicho antes, Paulo jugaba y me había invitado a ir a verle, yo acepté aun sabiendo que Antonella andaba por aquí, al menos eso me dijo él, avisando de que no me dedicaría ningún gol.

- ¡Dale Cristiano!- él me escuchó, me buscó con la mirada y me guiñó un ojo.- Es todo un galán.

- Y está muy bueno.- dijo Ariadna, haciéndonos reír a todos menos a Pol, que miraba su móvil atento.

El árbitro dio el comienzo del partido y el Real Madrid se hizo con el control del balón, haciendo que yo les animara como la mayoría de la afición y que Bianca y demás animaran más fuerte a la Juventus. ¿Eternos enemigos Brasil y Argentina? ¡Eternos enemigos el Barça y el Madrid!

Modric se la pasó a Kroos, que esquivó a un defensa y se la pasó a Isco. El malagueño corrió por la banda, se la pasó a Cristiano y este pateó la pelota a la escuadra de la portería, marcando el primer gol.

- ¡Gol!- levanté mis brazos sonriendo.- ¡Cristiano! ¡Ronaldo! ¡Cristiano! ¡Ronaldo!

Seguí el cántico de la grada madridista mientras que Bianca se cruzaba de brazos al ver al Madrid acercarse a la victoria. Cristiano hizo su celebración, se abrazó a sus compañeros, aplaudió a la afición y me señaló sonriendo, yo hice lo mismo y seguí animando.

La Juventus ahora estaba sobretodo defensiva, pero tenía más el balón que el equipo blanco. Seguí animando pero me callé al ver que Higuain había marcado por un pase de tacón de Alves. Todos los bianconeros animaron y también los azulgranas que tenía a mi lado.

- ¡Juve! ¡Juve!- Bianca me bailó sonriendo y reí, todo sea por sus bromas.

El partido siguió, hasta que la primera parte acabó y, como siempre, quisimos ir a por algo que beber. En este caso decidí ir con Pol aunque todos querían que me quedara quieta, aún iba en una muleta y seguía con las costillas vendadas, pero me fui.

- ¿Qué pasa?- pregunté a Pol.

- ¿Qué pasa de qué?

- Con Ariadna, se te ve muy...

- ¿Qué? ¿Ahora vas a decir que me gusta?

- Lo has dicho tú...- sonreí viendo como se sonrojaba y levanté mis brazos.- ¡Te gusta Ariadna!

- ¡Cuidado que te caes!-dijo él agarrándome con cuidado al ver que me tambaleaba por haber soltado la muleta.- Sí, me gusta, ¿Pasa algo?

- Nada, nada, es que como siempre os peleáis.

- Como tú y Paulo y aquí estamos.- sonrió con venganza y reí levemente.- Se lo pediré después del partido, la acompañaré a casa y eso.

- Claro y ya que estamos entramos por la puerta grande, no eres listo tú.- dije riendo mientras pagaba las cervezas.- Nada la primera cita, eso es de un guarro, pervertido, violador, acosador...

- Ya lo pillo, nada la primera cita y nada haré, para de insultar a los que les gusta hacerlo en la primera cita.

Reí y seguí hablando de sus sentimientos hasta que llegamos a los asientos, donde decidí descansar de la caminata a una sola muleta, a veces cansaba. El partido comenzó un rato después con un gol de la Juventus que me hizo enfurecer y tirar la muleta, sobretodo sabiendo que fue Paulo.

- ¡Paulo! ¡Dybala! ¡Paulo! ¡Dybala!- Bianca y Marc cantaban junto los fans de la Juve, sonriendo y mirándome, esperando mi reacción.

- Dejadme en paz.- me crucé de brazos.

- Venga, no te enfades, si es que Bianca...- Marc me abrazó y Bianca se indignó, haciéndome reír.

- ¿Yo? ¡Tú también!

El partido continuó con la victoria de la Juventus, pero en un córner llegó la bendita cabeza de Sergio Ramos que hizo levantar a todo el estadio coreando su nombre. Yo, al ver la pelota entrar, levanté mis brazos con la muleta en la mano sosteniéndome con una pierna y saltando mientras gritaba como loca.

- ¡Dios! ¡Se va a caer!- gritaba Ariadna riendo y seguí gritando.

- ¡Ramos! ¡Ramos! ¡Ramos!- grité mientras sonreía y giraba sobre mi dando saltitos.

- Sí, sí, muy bueno pero seguís en...

- ¡Sí! ¡Sí! ¡Benzema! ¡Benzema!- grité viendo como marcaba el francés poco después y la afición volvía a levantarse, los bianconeros estaban acabados.

- Antes hablas, antes la cagas.- Pol le dio una colleja a Bianca, que bufó con los brazos cruzados.

- ¡A partir de ahora me hago francesa!

Todos reímos por mi comentario eufórico y después volví a apoyarme en la muleta, que volvía a tocar el suelo. El partido prosiguió poniéndome los nervios a flor de piel cada vez que la Juve se acercaba a Navas.

Al fin, al fin tocó el árbitro el maldito silbato y dio por finalizado este partido. Sonreí y salté con la muleta de nuevo en alto, después salí con ayuda de Marc fuera del estadio mientras coreaba el nombre de los jugadores del Madrid junto a la afición.

- ¡Oh dios! Pensé que ya estabas recuperada.- ella me abrazó e intenté sonreír mientras la abrazaba con una mano.- Paulo me dijo que estabas mejor.

- Lo estoy, mejor que al principio al menos.

- Pues él no creo que esté bien, le gana el Barça y ahora el Madrid.

- Será que no estaba suficientemente motivado hoy.- Marc se puso a mi lado, pasando su brazo por mis hombros y sonriéndome, sabía a qué se refería.

- No sé, puede que lo haya puesto nervioso mi presencia.

- Puede, vamos a sentarnos en un banco Tania, que seguro que estás cansada de las muletas.- me sujetó la mano y me llevó lejos de Antonella.

- Chao.

- Chao, Tania.

- ¿Qué fue eso?- reí una vez en el banco de la calle con ella lejos, exactamente, entrando de vuelta al estadio.

- Me cae mal.

- A todos les caía mal Óscar y tú, como siempre, al revés de los demás y te cae mal ella.- reí.- No seas malo, es buena chica.

- Sí, pero os separa a ti y a Paulo.

- No separa nada, ya te lo dije, es mi decisión.

- Pues no sabes tomar buenas decisiones.- se sentó a mi lado y rió.- Vamos, me negarás que te gustaría estar con la Joya.

- Bueno...

- Nada de buenos, si hasta tu hermano dice que sigues enamorada de él.

- No estaba enamorada, en tres me...

- Hazme caso que se puede enamorar de alguien en tres meses.- dijo él sonriéndome.

- Pero...

- Calla, que la estás cagando.

- Sí, mejor.- reímos y nos unimos a los demás.- ¿Nos vamos?

- Sí.

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora