Parte única.

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* * * * * * *

Las lágrimas amargas no dudaban en rodar y caer por los enormes ojos del joven Kyungsoo. Se encontraba en el salón vacío de su clase, ya todos se habían marchado, ya todos habían salido de aquella institución y se encontraban disfrutando de las vacaciones. Pero Kyungsoo no formaba parte de todos, ya que él no se veía capaz de poder disfrutar siquiera el eclipse que esa misma noche iba a dar presencia.

Con el corazón roto, apoyo su cabeza entre sus brazos cruzados y profundizo su lamento, permitiendo al dolor apoderarse de él y que el llanto se haga más profundo.

Los días se habían convertido en noches para el pelinegro, el sentimiento de dejarse ir lo consumía por completo, creía que había tenido demasiado. Sus amigos no iban a ser suficiente para que el consuelo lo calmase, ni Baekhyun con sus bromas iba a quitarle ese terrible sentimiento de traición, ni Jongdae con las horribles películas que siempre recomendaba. Y Chanyeol...Chanyeol simplemente era Chanyeol, su mejor amigo, quien nunca podía consolar a nadie, ni siquiera a sí mismo.

Kyungsoo levantó su cabeza al sentir como alguien se aclaraba la garganta y se encontró con la mirada preocupada de Chanyeol, quien hacía tiempo había estado observando a su amigo.

—Hola. —saludó Chanyeol, regalándole una sonrisa cálida al pelinegro.

Kyungsoo asintió, omitiendo el saludo para que su voz no se rompiese. Lo último que necesitaba era que su mejor amigo lo viese derrumbarse frente a sus ojos, dando así una imagen patética de la personalidad que Do Kyungsoo se había esforzado en hacer desde que había pisado el pasillo de aquel colegio.

—Está bien, Soo. —la voz sedosa del castaño resonó en sus oídos, causándole un estremecimiento de cabeza a pie—. Está bien, Soo. —repitió Chanyeol, entrelazando su mano con la del pelinegro, acercando su silla hacia el pupitre en que se encontraba Kyungsoo. Se acercó, poco a poco, hasta que su cuerpo se fundió con el otro y lo estrechó contra su pecho, abrazándolo con fuerza—. Está bien, no es necesario que finjas conmigo.

Esas simples palabras bastaron para que el cuerpo del pelinegro se volviese a estremecerse y las lágrimas a querer salir. Y Kyungsoo las dejó salir, con libertad absoluta, rompiéndose en los brazos de su buen amigo que seguía abrazándolo a pesar de todo.

—Gracias, Chanyeol. —hipeó el pelinegro pero Chanyeol no tenía pensado soltarlo, por el momento. Aun así, Kyungsoo rompió el abrazo rápidamente y limpio las lágrimas que aún se encontraban en sus mejillas con la manga de su camisa—. Gracias. —repitió con voz ronca y tomó aire.

—No hay de qué. —Kyungsoo se ganó nuevamente una sonrisa cálida del castaño—. ¿Vas a decirme qué...?

—No. —lo cortó rápidamente—. Creo que es mejor que lo dejemos aquí, pero gracias de todos modos. —el pelinegro se dispuso a levantarse e irse, si no fuese por la mano de su amigo que aún seguía sujeta a la suya, impidiendo que diese un paso más.

—Ven a ver el eclipse con nosotros. —los ojos de Kyungsoo se abrieron a más no poder.

—No pue...

—Por favor, no tienes nada más que hacer. —atacó—. Me sé tus horarios de memoria y estamos en vacaciones.

—Pero yo...

—Sh. —lo chitó el castaño—. Te hará bien, ya verás. Me lo agradecerás en algún momento, ¿sabes? Así que no metas excusas. ¡Vamos! Será divertido... ¡porfis!

Chanyeol soltó la mano del pelinegro y lo miró con ojitos de cachorro, juntando las suyas y dando así una apariencia de súplica total, como un pequeño que quiere ver algún dibujito en la televisión y le suplica a sus padres. Kyungsoo no pudo evitar lanzar una risa pequeña ante la imagen que le proporcionaba su mejor amigo.

BBF (Beautiful Best Friend). [Chansoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora