Ann (#FNAFHS) Segunda Parte ¿Quién soy?

Capitulo 34 Me voy por un tiempo

Me sentí de nuevo mejor. Ya no sentía esa pesadez ni el calor de la frente que me estaba matando.

Abrí los ojos lentamente. Vi al estropajo sentado en un rincón, a lado del sofá.

ANN:- Bueno días –el rubio se sobresaltó cuando me escucho.

SPRING:- Mejor dicho buenas tardes, estuviste afiebrada desde la mañana.

FOXY:- Por fin despiertas "enana dos" –dijo apareciendo por un lado.

Mire sorprendida a Sring.

ANN:- Lo llamaste...

SPRING:- Lo tenía que hacer. Necesitaba ayuda para cuidarte.

ANN:- Está bien, esta vez te lo perdono.

-Dejen de hablar y córranse que estoy llevando el cuenco con la sopa- dijo una voz suave y conocida ¿Mangle?

ANN:- ¿También le contaste? –esta vez mire molesta al rubio.

SPRING:- No te preocupes, sabrá guardar el secreto.

MEG:- Y no creas que porque te ayudo me caigas bien.

No espero que lo hagas.

Me entrega un cuenco de madera con un líquido caliente dentro. Sobresalen algunas verduras cortadas. Lo mire un poco asqueada.

MEG:- Es un caldo (sopa) que ayuda a recuperarte de la gripe, así que tómatela toda.

 Asistí sin decir nada.

FOXY:- bueno pequeña –dijo sentándose del otro extremo del sofá- hoy les conté nuestros amigos los hechos sobre lo que paso y les dije que no abran la boca hasta que tu hables con tu madre.

Ahí levante la cabeza de nuevo, mirándolo. "No solo Srping, sino que Fox tiene la misma idea de que hable con ella".

ANN:- Está bien, hare lo que me dice –dije tomando otra cucharada de la sopa, que al decir verdad no estaba mal.

FOXY:- Otra cosa, llegó el vagabundo rubio a la escuela preguntando por ti.

Se me vino a la mente todos los recuerdos de Golden. ¡Me había olvidado de él! Seguro estaba preocupado por mi desaparición y tuvo que consolar como pudo a mi madre. En ese momento me sentí mal, culpable. Había dejado atrás las personas que les importaban mucho y no me puse a pensar en cómo se sentirían.

ANN:- Hoy iré a casa a hablar con mi madre. También iré a buscar ropa que necesito.

MEG:- ¿Quiere decir que solo aclararas las cosas y te iras de tu casa definitivamente?

ANN:- No, lo por un tiempo, para pensar. Por ahora no quiero volver.

FOXY:- A propósito, No conozco mucho a tu mamá, pero cuando la vea que te va a buscar a la escuela me doy cuenta que son muy diferentes –Sring, Meg y yo lo miramos– físicamente.

ANN:- Es que soy adoptada. Mis padres biológicos me dieron en adopción cuando tenía cuatro años.

..............

Respire hondo, estaba enfrente de mi casa. Estaba decidida pero a la vez asustada. Tenía que afrontar todas las consecuencias de mi escape. No podía imaginar la cara que tendría mi mamá y Golden.

Springtrap me ofreció acompañarme pero le dije que no se molestara, que era un problema que tenía que resolver sola.

Camine unos pasos y abrí la puerta. Claro, todavía tenía las llaves de mi casa. Cuando entré, me encontré con mi madre llorando desconsoladamente en una silla. Golden estaba a lado suyo haciendo lo imposible por calmarla.

Perdóname Golden, no quería meterte en esto.

Cuando me escucharon llega, mi mamá como una bala se levantó de la silla y se abalanzo a mí con lágrimas todavía brotando. Se le había corrido todo el maquillaje.

M.DE ANN:- ¡Ann, perdóname! ¡No te vuelvas a ir! ¡Eres lo único que no quiero perder!

Mire de reojo al rubio. En su expresión no era exactamente de alivio.

M.DE ANN:- ¿Dónde estuviste? ¿Dónde pasaste la noche? ¿Dormiste bien? ¿Con quién estas?

ANN:- Mamá... mamá... estoy bien, estoy en la casa de un amigo de la escuela y me va bien. Mañana retomare las clases, pero... quiero que hablemos –mire a Golden- a solas.

GOLDEN:- Voy a preparar algo –y se dirigió hacia la cocina.

Mi mamá y yo nos sentamos en el sillón de la sala. Ella no soltaba mis manos.

ANN:- Quiero que hablemos de... lo que nos paso desde que papá murió.

Su cara volvió a derrumbarse. Cometí un error al mencionarlo.

M.DE ANN:- Sabes lo que tuve que pasar por esa perdida. El hombre que nunca me dejo, que siempre fue sincero con nosotras y que tenía esa energía y humor. A veces lo envidiaba –una risita se le escapo.

ANN:- Bueno, eso nos hizo felices y... nos puede seguir pasando si olvidamos esa parte del pasdo.

-Mis padres biológicos me dieron en adopción para poder tener una vida mejor, en parte estoy agradecida por eso, pero lo que me pesa más es la separación de mi hermano y la idea de que esa nueva oportunidad solo me la dieron a mí. No pensaron en que también se lo podían dar a mi hermano.

"Desde ese momento me sentí excluida, rechazada. Pero me recibieron ustedes y aunque al principio me queje y me resistía, deje que se trasformaran en mi nueva vida. Más cuando papá me hizo sentirla. Pero cuando pasó lo que paso, tú pasaste a forzarte a ese pasado con miedo a perderme y no me dejaste expresarme y experimentar fuera de casa. Pude tener amigos, pero todavía estaba encerrada y no quiero eso. Por eso no me voy a separar de vos pero quiero que me sueltes."

M.DE ANN:- Hija, lo que quiero es no perder lo último que me queda. Tu padre fue el que te eligió y después lo hice yo, porque antes me costo mucho aceptarte, aunque nunca lo demostré. Quiero demostrarte lo mucho que te quiero y compensarte por eso.

ANN:- ¿Y crees que no es mejor hacerlo si me dejas ir? –ella abrió los ojos como platos.

Me levante del sillón y subí escaleras arriba. Me dirigí a mi cuarto y saque en el fondo de mi armario un bolso donde cabía muchas cosas.

Fui agarrando ropa y más ropa hasta que el bolso se quedó duro de tanto llenarlo.

-¿De verdad te vas a volver a ir? ¿Qué va a pasar con tu mamá? –me gire para ver a un cantante famoso que ahora era un simple persona.

ANN:- Va ser temporal, quiero empezar independizarme, como tú lo hiciste.

El ojis- grises bajo la mirada. Su expresión cambio a tristeza. Realmente eramos reflejo del otro.

GOLDEN:- Pues buena suerte –y fue abrazarme. Yo también lo hice.

No era una despedida, ya que nos íbamos a seguir viendo. Seguiríamos siendo una banda. Seguiríamos siendo amigos. Seguiríamos siendo hermanos.

Como prometimos.

Baje las escaleras y me dirigí a la puerta. Antes de atravesarla, mire a mi madre que de nuevo estaba llorando.

Gracias mamá y perdóname.

Y sin más desaparecí por la puerta.