Capítulo 4

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Laura no dejaba de molestar con Rick, así que cuando sonó la campana anunciando la salida del infierno, digo de la clase de Historia; no hice más que tomarla por el brazo y llevarla hasta donde él se encontraba.

No fue tan difícil encontrarlo, pues solía pasar sentado en una de las bancas del patio de la escuela.

-Okay bueno, Rick ella es Laura Williams mi mejor amiga, la que me abandonó ayer. Laura él es Rick Patterson, mejor amigo de Jake Johnson. - Estaba disfrutando ver a Laura nerviosa ante Rick y más con mi manera de presentarlos.

-Oye... -Dijo en un pequeño susurro y sin separar sus dientes queriendo simular una sonrisa- No pensé que lo harías de ésta manera.

-Hola, mucho gusto -Dijo Rick, extendiendo su mano hacia Laura y por supuesto regalándole una sonrisa.

Laura estaba sumergida en un mar de nervios y la verdad el momento era único, por supuesto que lo estaba disfrutando. Ver su tez pálida cambiar ligeramente a rojo era algo monumental, no podía ocultar su nerviosismo ya que estaba jugueteando con un mechón de su cabello.

-Hola... el gusto es mío -Dijo la pelirroja extendiendo su mano, a lo cual Rick la giró y la besó.

-Y sí que lo es -Dije alejándome de ellos.

Los dejé solos cerca de una banca del patio de la escuela y me dirigí hacia mi casillero y mientras iba camino a mi destino, no podía evitar que mis comisuras lentamente se fueran arqueando hasta formar una pequeña sonrisa la cual iba llena de alivio y claro un tanto de picardía, pero la pícara es Laura, no yo, por supuesto.

-Dicen que el que ríe sólo de sus picardías es que se acuerda...

Esa voz hizo que saliera de mis muy puros y no pícaros pensamientos, me sorprendí tanto que tuve que parpadear varias veces para volver a tierra.

A tierra Jess, ¡A tierra!

Era Jake... O_o
algo no te quedes callada ante tu amor platónico.

-Perdón n-no te escuché...

-Que dicen que el que se ríe sólo de sus picardías es que se acuerda -al decir eso esbozó una risa la cual aaaah... hacía que prácticamente me derritiera.

Ya empezastes con tus cursilerías, Clarkson.

-Eeeh... pues este no es mi caso, sábes. - Fingí una sonrisa, tratando de ocultar mis nervios que aparentemente querían salir a flote.

-¿A no?... y entonces, ¿A qué se debe que esa hermosa sonrisa pueda ser vista por los pasillos de la escuela?

¿Escuché bien?, ¿Acaso había elogiado mi sonrisa?

Mis nervios colapsaron más de lo normal y no me estaban jugando una buena partida. De inmediato comencé a juguetear con mi cabello y a colocarlo detrás de mi oreja derecha, siempre me pasaba cuando algo me incomodaba y pues ésta era una ocasión de esas que tanto odio.

-¿Qué pasa? -Dijo Jake algo preocupado -¿Acaso dije algo que te incomodara?

No papasote, solo has puesto mis hormonas a revolotear. Ok, subconsciente, ¡Cálmate!

-Jess... - Oh Dios, él sigue ahí, esperando una respuesta.

-Ehh, no. Descuida. - Dije rápidamente, parpadeando un par de veces.

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