Capítulo 116

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  Michelle: ¿Le sucedió algo a Austin? – preguntó a su hija, sin dejar de ver por la ventana lo ocurrido en el patio. Ally reía.

- Ally: Si... ¡¡me quiere!! – dijo mirando a su madre sonrosada.

- Michelle: Creo que decir que te quiere es quedarse corta... - agregó con una sonrisa cómplice - ¡termina de lavar los platos y después quedas desligada de toda tarea!

- Ally: ¿Y eso?

- Michelle: ¿Acaso no te tomarás un tiempo para arreglarte?

- Ally: No es para tanto...

- Michelle: Hija – dijo tomándola de los hombros – Piensa... Un baile, muchas chicas solteras dispuestas a quedarse con el mejor partido... ¿sabes quién es él? – Ally se quedó pensativa un momento, y luego abrió los ojos horrorizada.

- Ally: ¡¡No estaré para nadie hasta la hora de salida!!

- Michelle: ¡Bien dicho! – dijo riendo su madre, mientras la veía correr rumbo a las escaleras.
El lugar donde se llevaba a cabo el evento, era el salón VIP de la Academia. Austin ya lo conocía porque había estado allí, unos meses atrás cuando Jasmine, su antigua novia lo invitara a una fiesta. Sonrió al recordar ese evento, mientras se acomodaba el cuello de su uniforme de gala de aspirante a investigador, algo diferente al uniforme de los demás en actividad. Tenia puesto un traje negro con una corbata del mismo color y una camisa blanca. Miró a Ryan, que peleaba con la manga de su chaqueta. Ryan levantó la cabeza y sonrieron juntos... se veían algo cohibidos para estar flanqueando la entrada de todos al salón. Era una costumbre, que todos los aspirantes a investigadores del primer curso, estuvieran puestos de esa manera, dándoles la bienvenida a los invitados.
Ya habían pasado al menos veinte minutos desde la llegada del coordinador y del director de la academia. Ryan comenzó a moverse cansado de estar tanto tiempo parado. Austin resopló... los pies le estaban matando. La gente comenzaba a llegar, y las chicas que no tenían pareja, ávidas por encontrar una.. pasaban sus miradas de arriba abajo por los estudiantes, que cohibidos, atinaban a saludar moviendo la cabeza haciendo que las muchachas sonrieran histéricamente. Austin estaba harto de eso. De pronto sintió un codazo. Miró a su compañero, Michael, que le decía que Ryan frente a él, le señalaba algo arriba de las escaleras. Austin levantó la mirada, y allí vio a Jasmine, su antigua novia, que bajaba cual diva de Hollywood las escaleras. Tragó saliva rogando al cielo que ella no le arruinara la noche con Ally.
Jasmine tenía puesto un vestido color rojo, que ha Austin le hizo acordar el que se hubiera puesto en el una cena, hace años... Al llegar junto a los jóvenes, ella miró a Ryan, luego a Austin, y sin decir nada, le dió vuelta la cara. Austin respiró tranquilo, al menos por ahora se salvaba. Fue cuando Ryan, hizo un sonido de asombro... Miró rápidamente hacia las escaleras. Su madre y su padre bajaban sonrientes. El corazón de Austin comenzó a acelerarse... Ally ya estaba ahí. **La noche será fantástica** pensó. No perdió de vista la entrada, al tiempo que saludaba automáticamente a sus futuros suegros. Vió llegar a Faby... **Se ve bonita con ese vestido rosa** pensó. **Desde que te pasaste dos días seguidos viendo vestidos para tu novia sabes mucho de telas**. El vestido de Faby tenía un corsé strappless, y caía recto hasta los tobillos. Su pelo tenía ondas, y lo había acomodado en una coleta que caía por un hombro. El maquillaje, bien al estilo de la muchacha, casi traslúcido. Sólo destacaba su boca, del mismo color que el vestido. "¡¡Mi madre!!" oyó decir a su amigo, a medida que su novia se acercaba... pero para desgracia de Ryan, Faby lo miró, chasqueó la lengua y siguió hasta donde estaban Michelle y Eduardo. Austin se limitó a encoger sus hombros, cuando Ryan lo miró como pidiendo explicación. Fue cuando Michael lo codeó de nuevo...

- Austin: ¿Qué? – dijo ya cansado de la manera en que el joven le llamaba la atención.

- Michael: ¡¡Mira a la escalera!! – dijo entre dientes. Austin giró la cabeza y se olvidó de todos... allí arriba, estaba ella cual diosa griega parada en su pedestal, para ser admirada por todo el mundo... **y es mía** pensó, mientras una sensual sonrisa asomaba de sus labios. Desafortunadamente, todos los aspirantes a investigadores debieron pensar lo mismo, porque olvidándose del protocolo, giraron la cabeza para verla bajar. Ally sintió sus orejas quemar, pero trató de serenarse, porque si no lo hacía, en vez de bajar cual reina de belleza las escaleras, lo haría dándose golpes, allá donde no alumbra el sol... y pasaría el mayor bochorno del siglo. Respiró una, dos, tres veces, y comenzó el calvario del descenso. Miró rápidamente y vio a su hermano que le sonreía. Y le señaló a Austin. Lo miró... él tenía la boca apenas abierta.... **Bien, al menos lo he sorprendido**.
Austin no podía despegar su mirada de las escaleras. Había acertado al comprarle el vestido. Realmente se veía preciosa. El turquesa hacía resaltar su piel, y contrastaba perfectamente con el color de su pelo. Hasta el peinado era perfecto. Ally optó por unas delicadas torzadas que se unían en la base del cráneo, formando un recogido, parecido al que Austin alguna vez había visto en las estatuas griegas... **¿O eran las romanas?** pensó el joven. Le sorprendió no verle el collar de perlas, pero si tenía en sus orejas, los aretes con forma de corazón, que le regalara hace algún tiempo.... Su maquillaje era simple, nada recargado pero ella había destacado sus ojos, y los labios con un color bronce suave...
Ally llegó al pasillo, escuchando algunos silbiditos que los estudiantes les hacían a todas las chicas bonitas... Austin se puso rojo de rabia y celos, al ver que ella sonreía divertida ante esa situación. Al llegar frente a Austin, Ally se detuvo lo miró, le sonrió y le guiñó el ojo, para luego seguir y encontrarse con Faby. Austin bajó la mirada, pero muy en su interior estaba dando brincos de felicidad. Era toda para él y ella se había encargado de decírselo a esa manada de lobos hambrientos por carne femenina, en que se habían transformado sus compañeros de estudios.
Media hora después de la llegada de Ally, el director y el coordinador dieron la bienvenida a todos los invitados a la cena, y pasaron a anunciar que la recaudación ese año para el hospital había sido record, cosa que a Austin y a Ryan poco les importó. Temían haber echado raíces de tanto que estaban allí. Habían visto pasar a Diego y su esposa Daniela, a Ricardo y Alejandra, y a Pablo y Bryan, que al verlos no dejaron de lanzar risitas burlonas por como estaban. Con gran alegría, vieron al director de la academia que les decía que las muchachas estaban esperándolos... No alcanzó a decir "pueden disfrutar de la cena", que todos ya caminaban apresurados hacia el salón. Austin trató de no parecer desesperado por verla, pero su propio cuerpo no le ayudaba en nada... y menos cuando vio a todas las muchachas, no casadas paradas frente al salón. Austin arqueó una ceja y miró a su amigo. Este se acomodaba la gorra, y se encogió de hombros. Austin observó nuevamente a las chicas... Ally tenía una cara de temer... estaba enojada por algo. Miró hacia el costado y vio la razón... Jasmine, le buscaba charla a Faby.. que estaba entre ellas. Tragó saliva. Pero sabía que algo más la molestaba. Suspiró, ya tendría tiempo de averiguarlo.

#BGFY

Aprendiendo a ser RománticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora