Me puse de pie y lo miré con una gran sonrisa.
—Eso… estuvo… bien— Dijo agitado.
—Sabía que te gustaría— Sonreí.
—Pero, me vengaré— Susurró.
—Vamos, Gallagher, me has dicho eso más de veinte veces—
—Ahora lo cumpliré. — Tomó mi cintura y bajó una de sus manos hasta mi feminidad y la acarició haciéndome estremecer.
—Ohh, ya veo, esa venganza me gusta—Reí.
—A mi también—
Besó alrededor de mi cuello. Recorrió con la mano derecha mi espalda y cintura y con la izquierda acariciaba debajo, permanecía estática, sólo gemidos salían de mi boca llegando a su oído haciendo incrementar su erección.
Introdujo uno de sus dedos provocando que soltara un grito ahogado. Me aferré a su espalda dejando las pequeñas marcas de mis uñas sobre sus pecas. Me tomó debajo de las piernas e hizo que las colocara alrededor de su cintura. Dio sólo tres pasos para acercarse a la pared donde pegó mi espalda con la pared helada provocando escalofríos y un pequeño grito.
—Lo siento—
—Ya pasó— Mordí el término de su oreja.
Con una de sus manos tomó su miembro y sin pensarlo dos veces lo introdujo en mí. Un gemido de mi parte, uno de la suya, un gemido de ambos.
Salía y entraba repentinamente sin sesar, nuestra respiración era cada vez más rápida y agitada, nuestros gemidos incrementaban, en un momento, escuché que tocaban a la puerta, hice un gesto de amargura y le indiqué a Niall que parara.
—No hagas caso— Me repetía por quinta vez.
—Tengo que— Contesté rápidamente y me sequé el cuerpo para después ponerme mis bragas y una camisa de él en sima, enredé una toalla sobre mi cabello y caminé hasta la sala de estar. Tomé las llaves de la mesa de la cocina y abrí— Señora Gallagher— Sonreí— Pase, por favor—.
—Gracias linda— Sonrió y entró delicadamente.
—¿Pero qué hace usted en la cuidad de Londres y a estas horas de la noche? — Besé su mejilla.
—Oh, mi esposo quiso venir a visitarlos pero se quedó dormido, decidí venir a saludar— Esbozó una gran sonrisa— ¿Interrumpí algo?, yo no quería hacerlo— Se disculpó borrando sus sonrisa.
—No, claro que no, tome asiento— Le señalé los cómodos sofás de la sala.
—Enserio querida, espero no ser una molestia. — Se acomodó.
—No interrumpió nada importante— Sonreí.
—¿Dónde está Niall? Quiero verlo— Abrió sus ojos en busca de su hijo— Se ha olvidado de su madre— Río.
—Le he dicho en reiteradas ocasiones que vallamos a visitarla, pero ha estado ocupado con las futuras presentaciones que tendrá One Direction—
—¿Volvieron a la industria musical? — Mostró un interés enorme.
—No lo sé, pero, tendrán varios conciertos, Modest! ya habló con ellos— Al decir eso, trago saliva.
—Oh— Niall entró en la habitación con unos pantalones y su torso desnudo con algunas gotas cayendo de él. —Niall— Exclamó entusiasmada.
—Madre— Besó su mejilla y la abrazó.
—¿Cómo está mi pequeño duende irlandés? — Acarició sus mejillas.