Ni loca

Capítulo 7 - Un intruso

Aiden

—¿Y de quien crees que es la culpa o acaso creíste que ya había olvidado el incidente de ayer? — me sorprende las agallas que tiene para reclamarme algo de lo que ni siquiera tuve que ver.

—Yo no hice nada, lo que pasó fue entre ustedes dos, ¿qué esperabas que hiciera? ¿Defenderte? ¿Eso era lo que querías? — se mantuvo en silencio. Parece que acerté — Así que eso era — solté una carcajada en forma de burla. ¿Cómo quería que la defendiera después de lo que me hizo? ¿Mostrando compasión? Ni de chiste — deja de bromear, ¿Por qué habría de defenderte pequeña idiota? Ni siquiera me agradas, o quizá ¿pensaste que lo hacía? — cada vez era más notorio su enojo pero no me importaba, yo seguía hablando dejando salir las palabras de mi boca una tras otra tras otra — Te pondré en claro una cosa niña, te doy la dicha de hablarte por lo que me hiciste, no por otra cosa, me la debes mocosa estúpida, así que no me vengas con el cuento de que esperabas algo de mí — no lo pensó dos veces antes de estampar su mano contra mi cara. Vaya que a ésta chica le gusta golpearme. ¿Defenderla?, ¿yo? Pff, ni en sueños.

Me quedé pasmado sentado en aquella mesa, posando la mano en mi mejilla adolorida mientras veía como se alejaba rápidamente del lugar sin titubear en ningún momento.

Tal vez me pasé un poco de la raya.

—¿Pero qué estoy pensando? — murmuré tratando de controlar mi propio razonamiento.

No, por supuesto que no, se lo merece, se merece que le diga la verdad a la cara.

—¿Eres estúpido? — Masculló la amiga de la castaña soltando un bufido — no se ni por qué pregunto. Eres estúpido — repitió en tono de afirmación.

—Oye, yo no tengo la culpa de que tu amiga se hiciera de ideas equivocadas sobre mí — respondí ante su comentario recibiendo una mala mirada de su parte.

—Por si no lo recuerdas, el golpe te lo ganaste tú, parte de la culpa es tuya, lo menos que podías hacer en ese momento era llevarte a la zorra maniática de ahí, ¿o te estabas divirtiendo viendo el espectáculo? — Pues no puedo negar que fue bastante entretenido — No puedo creer que ahora tenga que ser la esclava de la pareja de idiotas — negó con la cabeza. Tomó de la muñeca a su amigo, quien hasta ese momento se mantenía en completo silencio simplemente prestando atención a las palabras de la pelinegra y comenzó a caminar directo a la salida. ¿Esclava? ¿De quién?

Corrí detrás de la chica, quería que aclarara mis dudas, tratando de llamar su atención gritando que esperara, pero no parecía escucharme. Logré alcanzarla antes de que llegara a la salida, y comencé mi interrogatorio.

—¿Ahora qué es lo que quieres? — preguntó con notoria molestia.

—¿Qué quisiste decir con aquello? — me miró confundida.

—¿Tu novia no te lo dijo?

—¿Qué novia? ¿Decirme que?

—La zorra rubia de Jodie, está chantajeando a Kate con las fotos que tomó ayer en el restaurante obligándola a que sea su esclava, creí que lo sabías — dijo por último antes de seguir su camino hacia la salida.

¿Y cómo se supone que iba yo a saberlo?

Eso no cambia nada Aiden, es su culpa por meterse contigo. Aunque, debo reconocer que siento algo de pena por ella.

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Kate

Me encontraba en la última hora de clase y afortunadamente se trataba de matemáticas con mi carismático maestro Christian quien recientemente había sido besado por mí hace no más de par de horas.