Vida Divina

Capitulo 5

 -Siempre me da pena aquel papa.

-Qué desafortunado verdad ?

-Y luego ? A dónde fue ?

-Bueno...

Año 1700... Llueve, nunca me gusto mucho la lluvia así que vuelo sobre las nubes para evitarla... Ubicación Japón... aquí he encontrado hombres que he llegado a considerar mis camaradas, formamos un grupo de Samuráis, palabra que significa "Servir como ayudante", no me gusta pero aparte de eso es una cultura asombrosa, me enseñaron formas de usar mi espada que nunca había imaginado. Ellos tenían un código el cual debían seguir hasta la muerte, algo que tampoco me agrada.

-Todos ! Muestren su respeto ante el gran maestro.-También le dicen daimyō lo cual a su vez se refiere a "Señor Feudal", es quien manda aquí.

-Para la práctica de hoy, harán parejas y combatirán.

Los días eran tranquilos, pasar el tiempo entrenando y estudiando era relajante como nunca lo había sido, en ese momento Seighen se encontraba viviendo en las montañas cerca del Monte Fuji.

Todo estaba bien hasta que un año después, como siempre, llegó la tragedia.

Nuestro maestro había sido sentenciado a cometer Seppuku, suicidarse, por haber agredido a un funcionario del gobierno, el ritual será hecho mañana por la mañana.

-Todo acto desencadena una consecuencia, yo era consciente de esto al hacer lo que hice y no me arrepiento, un samurai nunca se arrepiente.

-Maestro ! Aún puede escapar... le ayudaremos !

-No. Estaba preparado para asumir las consecuencias desde tiempo atrás.-No parecía que fuera a cambiar de idea...

-Maestro...-Todos sacamos nuestras espadas, las pusimos sobre nuestras piernas y dimos una reverencia, un saludo final a nuestro Maestro.

La cantidad de gente que fue a ver el Seppuku era descomunal, en su mayoría solo eran nobles, para ellos les debió parecer nada más que un espectáculo, mis compañeros los miraban con ojos llenos de furia.

Antes de morir él gran Maestro gritó sus últimas palabras.

-HOY DOY MI VIDA, MAÑANA, USTEDES DARÁN LAS SUYAS !-Y clavó su katana en su corazón.

La ira no terminó allí, la furia del maestro se combinó junto a la de mis compañeros y hicieron un plan, un sentimiento de venganza surgió.

Éramos muchos pero solo los más devotos se quedaron hasta el final, 48 de nosotros, nos convertimos en Ronin y la venganza estará completa cuando tengamos la cabeza de Kira Yoshihisa.

Año 1703, de alguna forma rumores sobre lo que teníamos planeado se filtró y Kira a diario llenaba de guardias su casa lo que nos llevó a esperar año y medio hasta que se descuidara. La noche ha llegado.

Entre las sombras nos movemos como si del viento se tratara, 4 guardias en la entrada, cada uno eliminado en un abrir y cerrar de ojos, entramos a la mansión.

Notaron nuestra presencia y la batalla empezó, pero el resultado ya estaba decidido. Cada samurai que se acercaba era eliminado por un de nuestros Ronin antes de poder siquiera desenfundar su espada, la ira alimentaba a la fuerza.

45 de nosotros se dispersaron por toda la mansión para eliminar a cualquiera que se interpusiera en nuestro camino y yo junto a dos de mis compañeros entramos al cuarto de Yoshihisa. Al entrar él se encontraba arrodillado en el suelo, nos esperaba.

-Ojo por ojo verdad ?...

-...

-Espero que no hayan venido aquí pensando qué iba a morir sin pelear.-Dijo y se levantó desenfundando su katana.

-Ja... yo lo haré...-Les dije a mis compañeros y también desenfunde mi espada.

-Oh... qué curiosa espada posees, me gustaría hacerte preguntas pero no es el momento de hablar !-Luego de esas palabras me embistió y chocamos espadas.

-Siempre es así...-Los samurais tenían una técnica particular pero yo había dominado otra aparte, Yakamaru Jigen-Ryu, cortes tan rápidos que eran casi imposibles de predecir.

Di un par de pasos atrás, me puse en posición y avance, corte una X en su pecho y pasé de él. Tras eso soltó su espada y cayó arrodillado al suelo.

Uno de mis compañeros avanzó y se puso delante de él.

-Ojo por ojo...-Lo tomó del cabello, desenfundó y se llevó su cabeza.

Ninguno de los Ronin murió esa noche sin embargo mis compañeros siguiendo el ejemplo del gran Maestro confesaron el crimen y al dia siguiente se llevó a cabo el ritual, los Ronin murieron dejando atrás su vida, para ellos esto era honorable pero para mí, imposible, mí tiempo aquí ya ha terminado.