Capitulo 6

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   -Puedo aprender a usar una espada ?

-Ja, lo lamento pero no hay dónde enseñen por aquí.

-Ow...

-Por cierto, cuantos idiomas podía hablar ?

-Uf, dicen que todos los que existen pues tiempo le sobraba.

-Quisiera ser así de inteligente.

-Puedes hacer todo lo que te propongas hijo, ya casi llegamos al final, aún puedes aguantar ?

-Si !

-Muy bien...

Año... 1914... el día está gris, es como si hubiera humo... ubicación... algun lugar de Europa.

-A dón...!-Algo rozó una de las alas de Seighen y exploto un poco más arriba, qué está pasando, miró hacía abajo y se acercan más de esos. Tiro a Seighen de la piel.

-Sube !.-Comenzamos a escapar de los ataques, misiles... los conocía pero nunca había visto uno activo.

Como sea, por ahora debemos alejarnos, tras volar sobre las nubes los ataques cesaron, nos alejaremos y bajaremos cuando encontremos un lugar seguro.

10 minutos después descendimos en un bosque, a lo lejos se ven cientos de aviones peleando entre ellos, parece algo serio.

Dejaré a Seighen aquí y investigaré qué es lo qué está pasando, cerca de aquí hay una ciudad, antes de los aviones se ve un objeto de forma ovalada que sobrevuela la ciudad.

Luego de llegar, las calles están desiertas, toque las puertas de las casas pero nadie sale a contestar, desde la esquina militares se acercan, yo me escondo en un callejón antes de que me vean.

Con sigilo secuestro al hombre que iba al último y lo traigo al callejón donde lo dejo inconsciente y me visto con su uniforme para luego unirme a la formación como si nada hubiera pasado.
Los segui de un lado a otro por toda la ciudad, supongo que es un patrullaje, se me hace raro que ninguno de estos soldados conversen entre ellos pero bueno, me viene bien. Llegamos a lo que parece ser la base de estas personas, pasaré un tiempo aquí.

Escuche muchas cosas que quizá no debí haber escuchado pero lo más importante de todo, me encuentro en el inicio de lo que dicen será la Primera Guerra Mundial, más bien, ya lo es.

Algo así me hace preguntarme, para quién o por qué pelea alguien que no pertenece a ningún lugar y tampoco tiene a nadie, ese soy yo y ja... la respuesta es facil, pelea por sí mismo.

Fui testigo de una de las batallas más atroces que pude haber presenciado. Francia 1916, siguiendo como infiltrado en él ejercito militar Alemán acabe viendome involucrado en una cruel ofensiva, para ambos lados pero no salió tan bien como esperaban.

Durante diez meses vi morir a miles y miles de hombres, describirlo daria ganas de vomitar a cualquiera, sin duda ese final fue un golpe fuerte para los Alemanes quienes perdieron importantes oficiales, en un momento necesite de Seighen para escapar, no será raro luego escuchar rumores extraños. Bueno suficiente sobre historia.

1917, conocí a una pareja Italiana y a toda su familia, me hice buen amigo del Padre, su nombre era Salvador Zappulla. Normalmente dormía escondido junto a Seighen en algún lugar apartado pero ellos me dieron una cama cuando me preguntaron dónde me quedaba y no supe responderles, también me daban comida. Decidí pagarles dándoles un objeto que había encontrado hace mucho tiempo, un urna de metales preciosos que guarde, supongo que pueden venderla por una considerable cantidad de dinero.

Salvador se convirtió en alguien muy cercano a mí, incluso le conté y enseñe a Seighen, cuando lo hice casi y le da un infarto.

-Quien eres ?-Me preguntó.

-Soy como tu, vivo mi vida cómo puedo.

Cuando la guerra alcanzó al país Salvador decidió enviar a sus tres hijos en un barco que iba rumbo a Argentina dónde podrían estar a salvo. No hubo manera de conseguir entrada para él y su esposa así que sus niños estarian solos, uno tenía 15, él otro 9 y un pequeño de 3.

A los pocos días, sin previo aviso, una bomba cayó muy cerca de la casa donde vivíamos reduciendola a simples escombros, de entre el cemento salí sin sentir nada de dolor, Salvador y su esposa murieron con la explosión.

Un año después de él evento, me encontraba en el cielo junto a Seighen y pude ser testigo de la batalla qué tras 4 años de matanza daría por finalizada la guerra.

Me despedí de ese país qué me había enseñado tantas cosas que nunca vi, la más importante era que a diferencia de lo que yo pensaba, no todos las personas son iguales...aun en un mar de desesperación si buscas bien encontrarás una lágrima de esperanza en él.

-Marca un nuevo destino...

Vida DivinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora