Capitulo Veintiseis "Todo un engaño"

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Emily amaba a Nicholas, ella lo sabía, lo sabía perfectamente. Él era la primera persona que la trataba con la verdad, su primer amigo, su primer 'todo'. Y estaba consciente de que haría lo que sea por él, lo que sea para verlo feliz.

-¿Estás listo? –Preguntó la castaña emocionada dándole una mirada al rubio de pie a su lado.

-He estado listo desde que me dijiste que tenías una sorpresa para mí. –Le respondió ansioso el chico quien tenía vendado los ojos. –Eres muy lista, no has pensado más que canciones todo este tiempo.

-No sabes cuánto me ha costado no pensar en la sorpresa. –Le respondió con sinceridad Emily sujetando su frente. – ¡Hasta me duele la cabeza!

-Dale, suéltame ya. –le pidió Nicholas impacientado.

-Bien, bien. –Dijo la castaña quitándole la venda. –Espero que te guste...-

Nicholas abrió los ojos emocionado, su corazón latía rápidamente por la expectación. Pero nada de eso se podía comparar a lo que estaba sintiendo en ese momento...Es más, no podía describir lo que sentía ante lo que veía sus ojos.

-Esto es... -Murmuró dando un paso hacia adelante, su cuerpo le temblaba y un nudo en la garganta empezaba a asomarse. –La tumba de mis padres... -Susurró al ver las lápidas, perfectamente construidas, relucientes en plata pura. Sus piernas flaquearon y cayó frente a las tumbas anonadado.

Emily lo observó con seriedad. –Me dijiste que no tuvieron sepultura, así que me encargue de darle un entierro digno como tú lo deseabas. Así podrás visitarlos cuando quieras. –Susurró caminando a su lado.

El rubio pasó sus dedos por el nombre de sus padres tallado en oro, su vista comenzó a nublarse y no hizo más que morder su labio inferior.

-¿Nicholas? –Lo llamó preocupada la castaña. – ¿Hice bien en hacer esto? ¿Estás molesto? –Preguntó con temor.

-Emily. –le habló el rubio girándose a verla. –Yo nunca pude darle un entierro a mis padres, y siempre me lo lamenté. Pero tú... Tú has hecho esto por mí que yo... -La voz se le quebró y finas lágrimas descendieron sorprendiendo a la castaña quien se arrodilló a su lado y lo abrazó. –Jamás podré agradecértelo, Jamás... ¡No sabes cuánto te amo!

-Yo también te amo. –Le respondió ella abrazándolo más fuerte.

[...]

La castaña suspiró mientras llegaba a su casa, el sólo recordar la cara de felicidad de Nicholas le traía un fuerte regocijo. Abrió la puerta de la enorme casa y sorprendió al escuchar un fuerte silencio, eso no era común, ya que su padre solía estar en la sala.

-¿Papá? –Llamó pero no tuvo respuesta, caminó hacia el pasillo de las habitaciones pero se detuvo al escuchar voces. Así que siguió el sonido hasta llegar al despacho de su padre, allí lo vio de pie frente a un señor que parecía ser un científico.

-Aquí está su cheque, es el último que le daré, ya se acabó la cuota. –Dijo Frank entregando el papel blanco al hombre frente a él.

-¿Ya se acabó el pago? –Preguntó con decepción el supuesto medico mirando la cifra. – Recuerde que fueron tres años que tuve a Nicholas conmigo.

-¿Nicholas? –Preguntó para sí Emily prestando más atención a la conversación.

-Y he pagado todos esos tres años, cada mes le he dado la misma cantidad. –Le respondió con seriedad Frank. –Le he dado más de lo que se merece, sus métodos de tortura no fueron tan eficientes al parecer, ese maldito mutante tiene la confianza suficiente para acercarse a mi hija. –dijo con desdén.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2017 ⏰

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