『Capítulo Único』

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❝Amarillo como el sol, es la flor del girasol, se le acerca el picaflor, a la flor color de sol.

Pica, pica picaflor, al gigante girasol, apúrate picaflor, que te espera el girasol. ❞




Allí está el chico de cabello azabache y su linda sonrisa. La cual resplandece mucho, esa que me hace sonreír de la nada.

Siempre rodeado de gigantes girasoles, flores hermosas que sus Padres cuidan con mucho amor y delicadeza en cada corte y semilla extraída. Me preguntó si alguna vez tendré el valor de hablarle, de decirle lo mucho que me gusta, que me gusta todo de él. Suena algo descabellado, pero él se ha convertido en una persona muy importante.

Recuerdo cuándo una vez se desmayó entre medio de los girasoles, me preocupe, estaba por levantarme de mi asiento y verlo, pero ¿qué le iba a decir?

«—Hola, soy Taehyung, él chico que te espía todos los días. Él cual sonríe bobamente al ver como admiras la belleza del girasol.»

Está claro que lo único que haría; era darle un tremendo susto y que desconfiara de mí.

Eso era lo menos que yo como persona quisiera.

Sólo fue un susto, él no se había desmayado, pero cayó hincado sobre el poco césped que tenía aquella tierra.

Estaba llorando. Mi Hobi estaba llorando, ¿Por sus girasoles? ¿Le dijeron algo malo? ¿Su amigo pelo de chicle verde lo ofendió, lo hizo sentir mal?

Tantas preguntas sin ninguna respuesta. Aflicciones sin sentido y solución. Mi cabeza dando vueltas.

Esa noche no dormí. No pude, sollozos sordos veía, mi corazón destrozándose por ver cada lágrima caer de ese precioso rostro. Una belleza a la cual no compararía a nadie mucho menos compartiría.

Al día siguiente me enteré, de casualidad, escuché que te irías del pueblo por ir al extranjero. Me alegraba un tanto; porque tú podrías mejorar tus estudios, aprender idiomas, bailar o aprender diferentes pasos.

Porque tú bailas divino querido. Cada movimiento que muestras, cada bajada, salto, posiciones de izquierda a derecha. Me vuelvo loco, eres un hyung asombroso al que quiero conocer a fondo.

Los girasoles son las flores que más te gustan, ¿No? A veces llevas libros, muchos libros, la música a alto volumen y tú ¿Leyendo? ¿En serio, Hyung?

Sólo en mi habitación admiraba tus gestos, esos de felicidad, de tristeza, de enojo... No te negaré, pero me causa mucha gracia cuando te encuentras así.

¡Hyung, soy tan celoso, que no soporto verte con ese ¿Yoongi? ¿YoonJi?! Ah... Es que él te abraza y habla tan fácil. Y yo... Yo pues, como ramen instantáneo.

¿Algún día tendré el valor de decirte que entre medio de todas y enormes girasoles la única que me parece hermoso eres tú y, sólo tú?

Esperó hacerlo, porque sí no moriré de soledad y arrepentimiento.

Había una canción o era una, ¿frase?

¿Cómo era?

«Amarillo como el sol, es la flor del girasol, se le acerca el picaflor, a la flor color de sol.

Esa melodía siempre estaba en mi cabeza. La primera vez que la escuché, me pareció extraña... Más bien un poco ridícula. Es que no entendía, tampoco del picaflor. Hasta que busqué en Internet y miré que era un tierno colibrí.

Pica, pica picaflor, al gigante girasol, apúrate picaflor, que te espera el girasol.»

Te cuento que hasta anotada lo tengo en un viejo cuaderno.

Dos semanas atrás le comenté de ti a alguien, ese alguien era mi mejor amigo. Es muy tierno y honesto, siempre me dice que ando en otro mundo, literalmente.

Hoy 25 de noviembre de... 2016, estamos cumpliendo un año. Bueno, estoy cumpliéndolo. Decidí salir de casa esta noche, Mamá y Papá no se encontraban —mayormente nunca están—, aparte que no me gustaba salir. Prefería estar solo en casa oyendo música, comiendo algo especial o mirándote a ti.

Cerré la puerta tras mío y continúe bajando las gradas de casa. Me detuve y miré el campo de girasoles, vaya que eran exorbitantes, quizás me perdería si entrara más lejos. Me atuve a las consecuencias y seguí caminando.

Aparte unos cuantos tallos al caminar, impedía que mi cuerpo entrará. Estaba con mi pijama una de Iron-man, Jungkook mi otro amigo, me la regalo la navidad pasada, no me sorprendió cuando me la dio y lo único que dijo fue: —¡Hyung, Hyung compré este pijama por qué me gustó, y quise dártela a ti! ¡Cuídala mucho, porque es un regalo especial!

Qué novedad.

Seguí caminando un poco más, dejando un rastro de huellas bien marcadas en la tierra para cuando quisiera volver.

Estando en el centro, vi mis alrededores, a este lugar le faltaban ocho flores amarillas. Fruncí el ceño. ¿Estaban robando flores? Caminé en círculos por un buen rato, hasta que oí unas pisadas... Alguien estaba cerca... ¿y sí era, un ladrón? No tenía nada de valor, solo mi virginidad.

Alcé mis puños al aire, demostrando valor y confianza —aunque por dentro estaba llorando como nena— mi cuerpo se tensó, por un momento instantáneo pensé en desmayarme, pero no fue así.

Era Hobi, mi dulce Hobi me estaba amenazándome con un libro de literatura romántica, con expresión de miedo.

«—¿Taehyung-Ah? –miré a mi izquierda y derecha, ¿Era a mí? Por supuesto que era a mí. Idiota.

—Eh... Hobi-Hyung... ¿Qué haciendo?

—A leer un libro iba. ¿Tú qué haces aquí? Pensé que estabas durmiendo...

—No, no lo hago. Estoy en aniversario.

—¿Casado? ¿Viudo? –preguntó.

—¿¡Q-Qué!? c-claro q-que no... En aniversario porque cumplo un año ya de conocer a un lindo girasol.

Hobi me miró confuso y un tanto incómodo.

—¿Un girasol? ¿Quiénes? –ladeó la cabeza.

Alcé mis brazos detrás de mi cabeza y sonreí.

—Tú.

—¿Yo?

Mierda. ¿Qué acabo de decir? Tape mi rostro, que seguro estaba rojo. Mis mejillas ardían de vergüenza.

—¡Hyung olvídalo! ¡No es cierto! ¡Tú no me gustas! ¿Cómo podría un chico gustarme?

En su bello rostro se formó una triste expresión. ¿Por qué me pongo nervioso con su presencia? Porque no, solo digo la verdad, y ya.

—Oh. –exclamó y sonrió triste.

Inhalé y exhalé.

—Sí. Ese bello girasol eres tú hyung. Me daba vergüenza él no decirlo... Siempre quise bajar de mi habitación, decirte que te quiero mucho, que me gustas mucho. Pero no quería asustarte, con decirte que te espiaba y amaba en secreto.»

Me asusté al sentir un caluroso y tierno abrazo. Estaba en shock, no podía corresponder. Mis lágrimas salieron sin mi consentimiento y allí fue cuando respondí. Pensé en nunca hablarle, guardar mis sentimientos y seguir adelante.

«—Pequeño no llores. –tomó en manos mi rostro. —Y, si te dijera que yo también te observaba, que sabía que tú me espiabas y que por eso frecuentaba bastante el lugar. Solo para verte de lejos, y hablar con los girasoles lo cuanto me gustaba el chico de la ventana, su sonrisa cuadrada y el lindo color de sus ojos, que ahora puedo ver con claridad. ¿Nunca pensaste en ello?»

¿Ambos nos espiábamos? reí por dentro, éramos dos personas con anhelo en conocernos, pero ni uno de los dos dábamos el primer paso.

Y entre medio de los girasoles, nos dimos nuestro primer beso.

ूɢιraѕoleѕ ✧ VH.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora