Capítulo Único

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- Oye, ¿cómo estuvo tu fin de semana?

- Bien supongo, tuve algunas reuniones familiares pero todo salió bien.

- Me alegro aunque me hubiese gustado salir este fin al centro comercial.

- Será para la próxima, Luna. –de pronto el timbre de la escuela sonó anunciando el inició de las clases y fue justo entonces que Jason y Dan llegaron corriendo y sin aire en sus pulmones para seguidamente sentarse cerca de mí y Luna.

- Oigan tontos, ¿otra vez llegando tarde?

- Ya nos conoces Luna. –dijo Jason con el poco aire que había en sus pulmones.

- Pero es que ustedes dos en serio que no aprenden, un día de estos esta costumbre se volverá en su contra.

- Supongo pero por ahora no nos preocuparemos, ¿no lo crees, Dan?

- Sí, ya no te estreses Brenda.

En eso el profesor de matemática entró y comenzó con la clase como era rutina cuando de repente comenzó a llamar a la pizarra por orden de lista.

- Veamos, señorita Marshall. Me haría el favor de salir a resolver el problema. –apenas dijo estas palabras el salón se llenó de murmuros. Esto se había vuelto una costumbre cada vez que ella salía al frente; todos cantaban esa canción odiosa por las repetidas veces que la había oído. Ni si quiera los profesores podía detener esas palabras e incluso muchos ya se habían rendido.

- ♫ La chica solitaria, la chica que nadie ama. Solita, solita hasta la muerte solitaria. ♫

Como siempre desde hace dos años que todo esto empezó, ella ignoró esas palabras y continuó con lo suyo. Esta eran las clases de cosas por la que sentía un gran respeto por ella; no estoy muy segura de porqué pero hay algo en ella que me causa curiosidad. Siento como si ocultara algo y ha conseguido mi completa atención en el tiempo que llevo de conocerla.

Lo había estado pensando por semanas y hoy finalmente me había decidido por actuar; siento que si no respondo esta duda pronto, me volveré loca. Necesito hablarle y saber que no es solo idea mía sino que todo esto puede que sea real como puede que no, debo arriesgarme ahora o lo lamentaré por siempre.

- Oye Luna ¿podrías comer hoy sola con los chicos?

- ¿Por qué? ¿Acaso no piensas comer o algo así?

- Digamos que tengo un asunto pendiente que atender; ya sabes, de lo que hablamos el otro día en mi casa.

- ¡¿Es en serio?! ¿Planéas hacerlo hoy mismo? No lo sé, ¿y si te arrrepientes en el último momentos. Esto podría ponerse muy feo y lo sabes.

- Sí, lo sé pero sabes que no será así. Lo he estado pensando mucho y creo que es el momento de actuar.

- Bueno, sabes que cuentas conmigo para lo que sea solo... no metas la pata, ¿si?

- Descuida, todo saldrá bien. -o al menos eso espero.

Las clases se dieron con normalidad y como tenía planeado, a la hora del almuerzo salí en dirección a la biblioteca pues sabía que en ese lugar podría encontrarla. Al entrar comencé a buscarla por todo el lugar cuando finalmente pude hallarla.

- Hola Tanya, ¿qué lees?

- ¡Ahhh! -un grito fue todo lo que recibí junto al susto de mi vida.

- Wow, tranquila. No era mi intención asustarte, ¿estás bien?

- Ah... S-Sí, perdón por gritar es solo que... me tomaste por sorpresa y yo... -se la notaba muy nerviosa por lo que busqué la forma de cambiar la situación para así poder charlar y no arruinarlo todo.

No te vayas... Mi chica solitaria (One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora