16 años, 28 marzo.
A principios de el año escolar un guapo chico de ultimo año me traía loca.
Soñaba repetidas veces con tomar su mano y caminar ante todos como una feliz pareja.
Besarlo.
Acariciarlo.
Abrazarlo.
Nada más.
Como en todo,los rumores comenzaron a brotar por el ambiente.
Se preguntarán ¿Qué rumores? Y ¿de quién?, pues eran rumores sensacionales con respecto a "perder la virginidad" y cada día llegaba uno nuevo sobre algún estudiante que ya no era virgen.
A finales de año todas las de la escuela, o al menos todas las de mi curso, ya no eran "vírgenes"
Pero no nos vayamos tan pronto al final ya que falta mucho por contar.
Mi desempeño era sobresaliente en todas las materias y gracias a ello me apodaban "La millonaria que compra los diez"
Nunca me importó, para ser sincera.
Tuve dos amigas en toda mi vida e incluso lo siguen siendo.
Una de ellas, la primera que conocí exactamente se llama Giselle Scott que conocí este año.
La otra vendrá a mi vida más adelante, así que la dejaré para el futuro.
Volvamos con la historia.
Mis apodos variaban de acuerdo a mis acciones: Si sacaba buenas calificaciones, cosa constante era el apodo anteriormente nombrado, si me veía bien me llamaban "la plástica", pero, siempre era lo contrario era una cerda.
Y así sucesivamente.
Me sentí famosa e importante al saber que todos estaban pendientes de cada detalle que pasaba en mi vida.
Después lo olvide ya que así era con todos los chicos o chicas "ricos y guapos"
Si, estaba en la clasificación de guapa.
Pero así todos lo veían menos Brent Collins o el chico más guapo de ultimo año, para mi, era inteligente y siempre ocupaba los primeros puestos en su curso.
Sentía que éramos almas gemelas, que aún no se conocían pero estaban destinadas a estar juntas.
Sin embargo estas almas estaban a punto de encontrarse frente a frente.
Mi amiga Giselle era lo que se le llama una chica popular y por popular me refiero a que se hablaba con toda la escuela, tuve suerte al conseguirla como mejor amiga, ya que ella quito muchos de los apodos que me ponían al entrar a esta escuela privada.
Ella clasificaba como una de las tres chicas más hermosas.
Todos se querían acostar con ella y pare ser sincera, la mayoría lo hizo.
Cuando terminó la primera mitad del año escolar todos los chicos de último año se habían acostado con ella, menos Brent ya que el era mi crush y ella mi mejor amiga.
Me llegó un rumor que decía que Brent estaba enamorado y sentí como mi corazón se rompía en mil pedacitos.
Decidí olvidarme de él.
Eso fue imposible, gracias a mi gran amiga que conocía todos mis secretos incluyendo mi amor oculto por Brent.
Un día en el almuerzo, Giselle llamó a Brent y sus amigos para que se sentasen con nosotras, el quedo frente a mi y me habló por primera vez en la vida, comenzamos con un hola y a medida que continuaba la conversación me enamoraba más de él.
Llegué a Conocer muchas cosas sobre el, nos convertimos en mejores amigos y andábamos juntos todo el tiempo, incluso comenzaron a creer que éramos pareja.
No me molestó en absoluto y parecía que él no le daba importancia.
Un día salimos los dos a comer helado por la zona y fue muy especial ese día.
Mientras comíamos helado hablamos sobre el amor y quien nos gustaba creí que era la oportunidad de declararme y lo hice.
Comencé a decirle detalle por detalle cómo me enamore de él, cuando termine de hablar di lo que sería mi primer beso.
Al parecer esa chica misteriosa de la cual él estaba enamorado era yo.
Después del mejor beso de mi vida seguimos hablando de muchas cosas suyas y mías.
Hasta que llegó a mi mente la típica pregunta de: Y ¿Qué somos ahora?
El no quería compromisos y quería enfocarse en su estudio, o eso me dijo.
El ambiente se volvió incómodo y volvimos a hablar cuando llegamos a mi casa.
Ese día mi padre estaba en un viaje de negocios en Suramérica, así que lo invite a pasar sin malas intenciones.
Seguimos hablando para después besarnos
Y una aquí fue como una cosa llevó a la otra,comenzamos a quitarnos la ropa,hasta quedar solo en ropa interior.Estaba nerviosa, todo me temblaba mientras sus perfectas manos acariciaban todo mi cuerpo.
Sus tiernos besos comenzaron a bajar de mi boca a mi cuello.
No sabía qué hacer, me quedé completamente inmóvil mientras él me besaba y acariciaba.
Se dio cuenta de eso.
Asi que agarró una de mis manos y la comenzó a bajar hasta llegar a su entrepierna donde tenía un gran bulto y mis nervios seguían allí.
El me susurró "déjate llevar" y lo hice, me dejé llevar por el momento y comencé a acariciarle la entrepierna con lentitud dándole el placer que me pedía, sin decirlo.
Se levanto y comenzó a quitarse la última prenda que le faltaba, cuando lo hizo se acercó a mí y me pregunto si alguna vez había practicado sexo oral, yo le contesté honestamente y le dije que seguía siendo virgen y él sólo sonrió.
Comenzó a acercarse a mí y me sentó en el sofá, tomó mis manos y las poso alrededor de su gran miembro, ya descubierto.
Comencé a moverlas lentamente, cuando el soltó mis manos lo hice yo sola, movía mis manos lentamente y fui acelerando el ritmo, cuando vi su cara de placer no pensé en nada y me metí su gran miembro a la boca.
El comenzó a lo que algunos llamaban gemir mientras yo me metía su miembro a la boca repetidas veces como si me estuviera comiendo una gran helado, pensé que iba a saber raro.
Cuando por fin lo saco me recostó suavemente en el sofá y se posó sobre mi, en ese momento los nervios se apoderaron compleramente de mi, se acomodó y por instinto apreté un poco las piernas, el sonrio y me besó mientras me separaba un poco las piernas y con la punta de su miembro rozaba mi zona.
Siguió besandome para finalmente entrar en mi lentamente, no se sentía tan mal.
Si, dolió.
Pero era un dolor placentero que fue desapareciendo con la penetradas, se sentía muy bien sentirlo dentro de mi.
Me penetraba lentamente, le pedí que se moviera más rápido y sin que se lo repitiera comenzó a penetrarme más fuerte y rápido, esto se sentía muy bien.
Cuando dijo que se había corrido sentí lo que sería mi primer orgasmo.
Me besó y salió de mi lentamente,siguió besandome y luego de un rato se vistió.
Lo invite a pasar la noche conmigo y aceptó sin pensarlo dos veces.
Esa noche no dormimos, solo hablamos, reímos y jugábamos con mi cabello.
Fue la mejor noche de mi vida.
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Relatos de una ninfomana
Romance¿Quién diría que perder la virginidad me convertiría en adicta al sexo?