Capítulo 36

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- ¡Y gané! ¡Sí!- sonreí y miré a mi hermano quejarse, ahora que me podía levantar y saltar lo hice junto un baile.- ¡Por fin te gano a un Fifa! ¡Y con el Madrid!

- El Barça no puede con ellos ni en el Fifa, genial.

- Si es que...los culés y sus juegos.- me senté de nuevo y le volví a sonreír, entonces él tiró uno de los cojines a mi cara.- ¡Agresión! ¡Tarjeta roja!

- ¡Cállate!

- ¡Te gané, te gané!

- ¡Vení para acá boluda!

Fue corriendo hacia mí y aunque me intenté defender empezó a hacerme cosquillas, haciendo que estallara de la risa y despertara a todo el vecindario, sobre todo a Bianca.

- ¡Las manos donde pueda verla Thiago! ¡Nada de cosquillas a la una de la mañana!

- Es el jet lag.

- Que yo sepa, Tania no tiene de eso.

- Él me despertó y acepté jugar, he ganado y no lo acepta.

- Siempre gano yo.

- ¡Yo gané, yo gané! ¡Gané, gané, gané!

- O te callas o te...

- ¡Thiago! ¡A la habitación!

- Sí, mamá.- se levantó y se fue dando un corto beso a su novia y mandándome una fulminante mirada que me hizo reír.

- Gracias, me salvaste.

- Nada de gracias, a la cama, ahora.

- Sí, mamá.

Me levanté riendo y fui a mi cuarto, me tiré en la cama y cuando estaba dispuesta a dormir mi ordenador se iluminó con una llamada de Skype en la pantalla. La acepté en cuanto leí de quien era.

- ¡Hola Tania!

- ¡Shh, Bianca está durmiendo y es mejor no despertar al monstruo!- grité susurrando y le hice reír.- ¿Qué haces llamándome a estas horas?

- ¿Y vos? ¿Qué haces despierta a estas horas?

- Touché.

- ¿Sabes eso y no sabes italiano? Alucino contigo, Tania

- Calla, ¿Qué estás haciendo?

- Nada, Alves está bailando y me aburría ya de reírme de él.

- Yo quiero verlo.- él sonrió y giró la cámara.

Apareció entonces en la pantalla Dani Alves bailando samba con una sábana encima de él, parecía un fantasma. No aguanté la risa y exploté en carcajadas.

- ¡Duérmete ya, Tania!

- ¡Lo siento mamá!

- ¿Qué fue eso?- Paulo volvió a estar en la pantalla, sonriendo con diversión.

- Bianca de día, Godzilla de noche.- ahora él se rió y bajé el volumen del ordenador, aunque no dejé de escucharle.- Dale, ríete más alto, no me matarán ni nada.

- ¿Y cómo querés que me ría?

- No te rías que me enamoras.- dije y tapé mi boca, ¿Qué narices acababa de decir?

- Gracias, pensé que estábamos dándonos un espacio en eso, pero se ve que no podés más.- sonrió aún más y me guiñó su ojo, reí levemente.

- ¡Vamos Tania, acepta que lo amas y haz que se calle ya!- el acento brasileño sonó por los audífonos, haciéndonos reír a mí y a Paulo, que se había sonrojado un poco.

- Me voy a dormir.- dije rápido, sabiendo que si no colgaba la llamada acabaríamos en el mismo tema de siempre con un individuo más en la charla.- Y vos Alves seguí bailando y cállate.

- Eso ni lo dudes.

- Chao, Tania.

- Chao, Paulo.

Sonreí y colgué la llamada, volviendo a la cama con la intención de dormir. Pero esa sonrisa no se iba de mi rostro, parecía aquellos momentos en verano cuando...no, Tania, no estás enamorada de Paulo, ni siquiera te gusta. Pero no pude evitar coger el móvil y volver a repasarme todas las fotos del álbum lleno de sus fotos, riendo por cada una de ellas.

Mañana jugaba la Juventus y Marc y Pol me van a obligar a ver el partido que saldrá en la televisión. Así que aquí estaba, en el trabajo sin parar de oír sobre Paulo, Paulo por acá, Paulo por allá, siempre él.

- Venga, no llegues tarde.

- Cuelga ya, pesado, que no para de llamarme para confirmar que voy, si sabes que Bianca me va a obligar.

- ¿Lo dudabas?- preguntó ella apareciendo por la cocina.

- Vale, me voy ya, adiós.

- Adiós, Marc.

- Que pena que sea gay, ¿Verdad?

- Cállate.- reímos por su comentario.- ¿Y el estúpido de mi hermano?

- Duchándose, lo he obligado para que esté listo para irnos a casa de Pol cuanto antes.

- Que pesados sois.

- Sí, sí...

- ¿Qué?

- Pues que tenemos que hablar.- se subió a la encimera y sonrió.- Seriamente.

- Dale, dime qué pasa.

- Pasa que nadie sabe qué te pasa, dices que sí y luego que no, niegas y luego afirmas que te gusta, Tania, estás liándolo todo, lo haces más difícil de lo que parece.

- ¿A qué te refieres?

- A lo tuyo con Paulo, él ha decidió acabar con su relación y tú vas y dices que no, pero luego le dices que si ve que te quiere más, corte con ella porque no quieres que Antonella sufra.

- Mirándolo así...

- De la forma que hay que mirar. Tania, él vino y te dijo que te quería y tú lo echaste con esa opción, si me sigues queriendo después de un largo tiempo ven a buscarme. Y cuando te llamó antes del accidente te dijo que te quería, que había decidido acabar con la relación suya y de Antonella y le dijiste que no, que estaba confundido.

- Bueno...

- ¿Tú qué quieres? Deja de pensar en el pasado, en lo que pasó entre vosotros dos y en su relación con Antonella y dime, ¿Lo quieres?- me quedé en silencio, siempre tenía buenas reflexiones guardadas.

- Sí.

- ¿Sí qué?- Thiago apareció con el pelo mojado.

- ¡Sí! ¡Ha dicho que sí!- Bianca saltó de la encimera y empezó a bailar, haciendo que Thiago se confundiera más y yo me riera.- Nada cariño, vete a secar el pelo.

- Pero...

- Agh, ya voy yo y tú, piensa en tu respuesta y cuando se lo dirás.

Guiñó su ojo antes de irse con Thiago para secarle el pelo, parecía nuestra madre. 

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora