El secreto de Ulises

315 9 1
                                    

"To strive, to seek, to find, and not to yield"

From "Ulysses", Alfred Tennyson

¡Los ángeles están presentes en la tierra! Y lo sé porque vivo con uno de ellos. El mundo pensará que estoy loco o que quizás exagero, pero la realidad es que cada día este ser me lo demuestra con hechos concretos. En este pequeño cuento intentaré describirlo y contar algunos de sus milagros, los cuales he podido observar con mis propios ojos. Su rostro brilla con una juventud sin igual, su mirada refleja la primera luz de cada mañana y su piel es tan suave y pura como aquella manta de seda que solía abrazar cuando niño. Sin embargo, todos lo miran como si fuera alguien normal: su apariencia es como la de cualquier humano, pero él tiene la magia para disfrazar su grandiosa belleza tras los simples rasgos de un ser común; sólo le permite a los afortunados como yo verle en su total resplandor. En la casa, intenta comportarse como un ser normal, pero la magia comienza cuando al desplazarse de una habitación a otra, utiliza sus alas invisibles para volar -aún no las he visto, pues sin palabras me dice que algún día seré lo suficientemente puro para poder verlas- sus pies no tocan el suelo, pero sus alas tampoco chocan con el techo. Es algo verdaderamente mágico y extraño, inexplicable pero real. En los días de invierno, cuando salimos a pasear por ahí, no le queda más remedio que caminar como un humano normal; y a pesar de su gracia al caminar, sólo yo puedo ver como en cada paso el hielo se hace primavera: mariposas y flores de mil colores nacen en cada pisada, comienza una brisa tibia que llena de calor mi espíritu, se alza un suave aroma de café. Sus pensamientos son complejamente sencillos. Tal lo son que cada día es nuevo reto, pues no solo se transforman en palabras hermosas, sino que resuenan colmadas de gracia y mucho color. Cada gesto y cada movimiento se dibujan tan coquetos que solo mis lagrimas pueden decir "gracias", es que no hay palabra más acertada para agradecer tanta magia y tanta emoción. Pero, su milagro más grande se da cuando, al paralizase el mundo, por fin puede ser libre y ser completamente él: todo comienza con un simple movimiento, que lleva a otro movimiento y que lleva a otro movimiento, y así, en una combinación infinita de figuras y formas, y con esa música tan dulce que se escucha en el fondo, y con esa gracia tan jovial, y con esa luz que se desprende de su piel, explota desde lo más profundo de su alma angelical la magia y el color y la belleza; de sus manos se escapan cientos de diminutas estrellitas doradas y brillantes, son tan diminutas que vuelan libres por doquier y son tan brillantes que se puede oír como al tropezarse unas con otras adornar la música con aquel brillo de rocío; de su cuerpo se desprende el color conjugado con la emoción del momento y cada cambio de movimiento conjura una nueva expansión, una nueva silueta, una nueva explosión de luz, de felicidad, de armonía, de esa sublime paz que nos levanta del piso y nos envuelve en sus alas: me envuelve en sus alas, me hace volverme a él, volverme puro, volverme suyo; y a cada cambio de movimiento se desboronan los miedos, su piel ya no es piel sino es belleza pura, su sonrisa ya no es sonrisa sino néctar puro, su mirada ya no es luz sino es la vida misma. Cada día es una nueva aventura, sus alas, que aún sigo sin poder ver, nos elevan juntos ante el rostro del amor y la felicidad: él ha convertido mis miedos en fortunas, dándome fuerzas para Luchar; ha convertido mis dolores en consuelo, dándome energía para seguir Buscando; ha convertido mis fracasos en dichas, dándome guía para Encontrar el camino; ha convertido mis debilidades en grandezas, nutriéndome de esperanza para jamás Rendirme. Con su amor, él me salva de mi condición mortal, pues yo le amo y me entrego a él con todo lo que soy.

El secreto de UlisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora