En las montañas de Suiza un rebaño necesitaba un perro pastor, un dueño solo tenia un perro pequeño de raza pug, era su favorito.
Lo llevo a donde las ovejas y le dijo.
-Cuida bien de ellas, regreso en un día.
El dueño se fue, dejando al pug custodiando a las lanudas.
-¿Este perro nos cuidara? ¿de quien?, ¡ni de un resfriado!.
Las ovejas lo rechazaron por su raza subestimando su personalida. El perro triste y cabisbajo fue a echarse a la sombra de un arbol, el sol se metia y una gran luna llena estaba siendo inflada; eran los lobos que de lejos se escuchaban ses auyidos. Las ovejas asustadas corrieron en todos lados escapando de los lobos que asechaban ferozes.
Fue cuando el pug habilmente abrio una llave de agua conectada a una manguera, la tomo en el ocico y mojo a grandes chorros a los lobos uno por uno.
Al irse todos empapados las ovejas celebraron al pug, ese pequeño pug que no demostraba una gota de valentia y termino dando chorrazos.
Moraleja: "No dejes que los demas te subestimen, tú sabes que tan lejos quieres llegar".