Tenía que encontrarla. Atravesó el bosque lo más rápido que pudo; iba gritando su nombre, no le importaba que los profesionales pudieran oírlo. No, ya no. Habían pasado varios días desde que entraron a la arena. Haymitch les había dicho que corrieran, que no se acercaran a la cornucopia. Katniss lo había obedecido. Apenas sonó el gong, ella corrió hacia el bosque.
Gale lo sabía, el bosque para Katniss era como su segundo hogar. Él, en cambio, corrió derecho a la cornucopia, había visto un arco plateado que seguramente le serviría a Katniss y también tomó otras provisiones para él. Entonces ese chico apareció, trató de alejar ese pensamiento de su mente y concentrarse en encontrarla.
Recordaba todo como si hubiera pasado hacía años: Effie Trinket leyendo el nombre de Prim de la urna de las chicas, Katniss gritando que se ofrecía voluntaria, toda la multitud dándole un saludo silencioso, Effie sacando dos papeletas de la urna de los chicos, diciendo que seguramente querían ir dos muchachos, bromear sobre cual debería elegir y, al final, dejando caer una, después leyó el nombre:
Gale Hawthorne.
Su corazón se detuvo y perdió el color del rostro. Katniss y él. Los únicos que alimentaban a sus familias. Las lágrimas amenazaban con salir de los ojos de Katniss y él hacia lo posible para contener las propias. Ambos lucharían a muerte.
Habían prometido que si el nombre de uno salía en la cosecha, él otro alimentaria a su familia, pero ambos nombres habían salido, ese juramento ya no tenía sentido, no a menos que uno regresara, pero eso era imposible.
Ahora. Aquí estaba él. Corriendo por el bosque. En la mochila que había tomado habían; un cuchillo, una botella de agua, alimento y un saco de dormir. Él no había podido hacer una trampa para cazar, sin embargo, si había matado algo.
Durante el baño de sangre en la cornucopia, un chico se plantó frente a él con la intención de matarlo, pero los instintos de Gale habían sido más rápidos: tomó un hacha que estaba a unos centímetros de su mano y de un movimiento se la arrojó al chico. Se le clavó en el cuello y cayó al suelo cubierto de sangre. Otros tributos se acercaban a él, así que tomó lo que necesitaba, se colgó el arco al hombro y salió corriendo de allí, no sin antes le clavaran un cuchillo en la pierna, aun así corrió a refugiarse en el bosque.
Por la noche se limpió y trató de curarse la herida, pero no sirvió de mucho. Sonó el himno y los rostros de los tributos muertos aparecieron en el aire y, para tranquilidad de Gale, entre ellos no estaba Katniss.
*
Caminaba por la oscuridad del bosque silencioso, sabía que debía dormir, pero necesitaba encontrarla, protegerla. No era necesario que Peeta Mellark, el hijo del panadero, fuera a decírselo antes de que salieran del distrito doce. “Protégela, por favor.” Había dicho con los ojos rojos, sin duda había llorado, pero ¿por qué? ¿Por qué se había preocupado por Katniss? Ni siquiera la conocía.
Entonces sonó el cañonazo, como las veces anteriores su corazón dio un vuelco, esperaba que no hubiera sido ella. El sello del capitolio apareció en el cielo y el himno se escuchó por toda la arena; los rostros de los caídos aparecieron y sintió un inmenso alivio al comprobar que de nuevo no estaba ella. Todo volvió a la oscuridad.
Siguió corriendo y gritando su nombre. Sabía que no era una buena idea; andar corriendo por el bosque gritando, pero no tenía otra opción, estaba desesperado y tenía que encontrarla antes que los profesionales. Los habían visto juntos en el centro de entrenamiento y tenía miedo de que tomaran venganza contra ella por su culpa.
Durante la tercera noche se los encontró, ellos tenían todo tipo de armas y él un simple cuchillo y un arco. Los oyó antes de verlos, esa fue su única ventaja. Se escondió sin hacer el menor ruido detrás de un árbol y preparó el arco. Apareció el primero, una chica, no sabía de qué distrito era, pero no le interesaba. Tensó el arco y disparó la flecha. Se clavó en su garganta y la sangre brotó al instante, sus compañeros aparecieron entonces, lo buscaron, pero cuando lo vieron era tarde, disparó otra flecha y le dio en un costado a un chico, era del distrito dos, era una bestia, había matado a varios chicos en la cornucopia. Disparó una más y no se quedó a ver si daba en el blanco. Al final no resultaba muy distinto de cazar. Podía oír los gritos de furia a su espalda y un solo cañonazo, por lo tanto sólo había matado a la chica. Se escondió en la oscuridad y guardó silencio hasta que pasaron los profesionales hechos furia, que por suerte no lo vieron. Entonces salió.
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Los Juegos del Hambre: Gale
FanfictionUn juego cruel: Katniss y él. Los dos amigos lucharían a muerte en la arena.