Capítulo 14: Sobre

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El Universo no ha conspirando en mi contra.

La puerta de la casa de Alex está abierta. No necesitaré tocar, y ver a quién te abre la puerta. Quién seguramente sería Alex.

-Permiso, bonita -dice una chica, que lleva una lata de cerveza en su mano, pasando por delante mío, entrando a la casa.

-Permiso concedido -digo sarcasticamente, luego de que la chica está lejos de mí.

Cuando puse un pie en la casa, de inmediato el corazón me dio un vuelco.

¿Que parte del plan tenia que hacer yo? Tenía, que distraerlo. Vale. Pero, ¿y si no aparecía? No buscaría a Alex solo para conversar. Es decir, si no esta aquí, ¿estará distraído, no? Técnicamente cumplo con la parte del plan.

-¿Maddy? ¡Pensé que no vendrías!

Cerré los ojos con fuerza y disimulé una sonrisa.

-¡Oh, Alex! ¡Que sorpresa verte!

Oh, no. ¿No se me pudo ocurrir una frase mejor? Es decir, estoy en la fiesta de Alex. ¿Como no lo voy a ver?

-¿Y mi regalo?

Oh, maldito interesado.

Maddy no maldigas.

-Eh -dije mirando hacia una pared, en donde, habían demasiados regalos-. Lo dejé por ahí.

Alex sonrió a medias.

Para mí que esa mentira no se la creyó.

-Bueno, si me permites iré a ver a Lo... -miré hacia atrás de Alex, y ví a Travis poner un pie en las escaleras.

-¡Oye, oye! Conversemos un poco -dije plantandole un golpe amistoso en el hombro. Oh, Dios. ¿Qué estoy haciendo?-. ¿Qué cuentas de tu vida?

-¿Quieres saber de mi vida? -dijo incrédulo.

-Emm... ¡sí! Obvio, ¿por qué no?

-Madison, ¿porque veniste a mi fiesta? ¿Ahora quieres ser mi amiga?

-¿Qué? ¡Si! Bueno, no. Es decir, claro. Obvio. ¿Por qué no?

-Estás muy rara -dice-. ¿Estás con Andrés?

Hice una mueca.

-Las mujeres pueden estar raras sin estar con la regla. No nos subestimes.

Miré denuevo hacia la escalera, y no vi a nadie. Travis ya debió haber subido.

-Y, bueno -dije-. Si no quieres contarme tus cosas... ¿como está Lola?

-Maddy, ¿desde cuando te interesa Lola?

-Alex -dije con la voz firme-. Estoy tratando de hacer las cosas bien. Quiero empezar de cero -dije lo más seria que pude-. Y si me cuestionas a cada rato no se va a poder avanzar.

Alex levantó las cejas.

Es la mentira más convicente que he dicho.

-¿Es en serio? -dijo con los ojos esperanzados.

-Alex no debes desconfiar de mí. Ya no más.

De verdad que me siento un poco mal por esto. No quiero crear nuevas amistades. Especialmente no quiero tener contacto con él.

Todo por el maldito archivo.

-Va a ser difícil -dije tratando de ablandar está situación-. Porqué no he olvidado y... sólo quiero intentar, ¿vale?

Alex cerró los ojos.

-Vale -dice ruborizandose-. Te veré más tarde. Lola me esta esperando en mi habitación.

-¿Si? -dije tratando de ocultar mi nerviosismo-. ¿Te tiene alguna sorpresa? ¿O algo? ¿Desde hace cuanto tiempo está ahí?

Alex se ríe.

-No lo sé. Dijo que me tenía una sorpresa.

-Si es una sorpresa, ¿por qué te dijo que te tenía una sorpresa? Se supone que las sorpresas debes ser inesperadas.

Alex solo se ríe y agacha la cabeza.

-Ni idea -dice-. Bueno, averiguaré que sorpresa no tan sorpresosa me ha tenido mi hermana

Alex me hace una despedida de mano y voltea hacia la escalera.

-Si -digo agitando la mano-. Adiós -murmuro-. No te encuentres a Travis. ¿No lo harás? Okey, gracias.

Alex terminó se subir las escaleras y salí corriendo de la casa.

Fui hacia el costado de la casa, donde daba a la ventana de la habitación de Alex, esperando que Travis saliera por ahí.

Oh, ahora dime. ¿Como saldrá si Lola ha estado en la habitación de Alex todo el tiempo?

Oh, claro. Que estúpido.

Me di la vuelta y me puse a pensar en algún plan. Pero, honestamente no creo que Travis necesite ayuda. ¡Vamos! Es Travis.

Esquivé a la gente que estaba en el jardín, y obviamente también a las molestas latas de cerveza y traté de salir hacia la calle.

-¡Hey! ¡Maddy!

Pare en seco al escuchar mi nombre.

-¿Linda? -digo sorprendida-. ¿Qué haces tú aquí?

Linda hace una mueca y sonríe.

-Bueno, igual me encanta verte -dice sarcástica.

-Oh -digo-. Si, claro. ¿Como has estado?

-Bastante bien, la verdad -dice asistiendo con la cabeza-. ¿Y tú? ¿Como has estado?

-¿Yo? -digo-. Si, muy bien -digo.

Linda sonríe sin separar los labios.

-Me alegra -voltea la cabeza y señala hacia la puerta de entrada de la casa-. Lo siento, tengo que ver como esta Adam.

Frunzo el ceño.

-Ya sabes -dice encogiendose de hombros-. Hermana mayor... Hermanos...

-¿Tienes hermanos? -pregunto. Nunca lo había mencionado.

-Larga historia -dice alejándose de mí-. Te la contaré algún día.

Hago un gesto con la mano y ella me lo devuelve, para luego perderse entre la gente

¿Ella era Linda? Porque si que ha cambiado desde que la vi en la boda. Y en la escuela. Se ve más radiante. Como una adulta. Responsable. Nada parecido a mí.

-Hey, ¿nos vamos?

Sonrío al ver que Travis trae un sobre de papel.

-¿Lo conseguiste? -digo.

Travis solo levanta las cejas y señala el sobre.

-Pues claro -dice-. Ahora, vámonos.

Asiento aturdida.

No sonrió al decir eso. Y él siempre sonríe.


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