♠️ Capítulo 33 🃏

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3 meses pasaron de una manera tan lenta y llenos de delirante locura.

Trajeron consigo un comportamiento tan extraño y agresivo, el cual se manifestó en el Príncipe Payaso Del Crimen, haciendo casi imposible avanzar con sus planes.

Su actitud pasó de ser indiferente, controlada y acompañada de un par de bromas consigo, como normalmente se comportaba, a ser un ser básicamente errática y amargada, la cual era recubierta de una sonrisa más falsa que su propio cabello, y con este comportamiento llego una ola de agresividad que detonaba con la simple presencia de una mosca.

Esto en pocas palabras se volvió el mismísimo infierno, tanto para el como para sus cómplices.

Todo lo mencionado podría ser un remanso de paz comparado con lo que en su subconsciente sucedía. Las voces estaban más insolentes y aferradas, recordándole cada maldito segundo la basura que era por pensar matar a su propio estirpe o también por llegar a considerar no hacerlo.

Era tan jodidamente molesto, y ya ni hablar de las alucinaciones, para el era como ver por todos lados destellos de su vida pasada mezclados con los de su pequeña arlequín, a un grado de dejar de ver que es real y que no.

De apoco su ser se iba desmoronando, pero hay que ser sinceros, se lo merecía. Merecía pasar, por al menos un poco, el dolor que le hizo pasar a su compañera, merecía una cucharada de su propia medicina.

Sus cómplices llegaron a considerar simplemente dejarle, que se las arreglará solo, ya que no estaban dispuestos a lastimar a un niño inocente pero ,como es costumbre, Jake intervino haciéndoles saber que el los necesitaba y que al final lograrían persuadirlo de sus intenciones, y tras una "pelea" duradera terminaba convenciéndoles de quedarse al lado del bromista. Aunque en ocasiones, justo como sus amigos, llegaba a dudar que se mereciera tenerlos como apoyo.

Así mismo, y como de costumbre, el pelinegro se encontraba fuera de la habitación-estudio que pertenecía al payaso, dispuesto a hacer que no muriera de hambre. Tomo la manija y abrió la puerta de golpe, ignorando por completo el desastre que dentro se encontraba junto con la mirada asesina del peliverde, quien se encontraba sobre un montón de cojines y papeles, adormilado y malhumorado por la interrupción de su "siesta" si es que así se le puede llamar a un montón de pesadillas, una vez dentro dejo un sándwich en el escritorio, el cual tenía manchas de sangre y tinta, al igual que varios papeles doblados y arrugados con palabras que para cualquiera serían cosas sin sentido, escritas de una manera tan inestable como la mente del creador.

-¿Ya acabaste?- cuestionó Jake mientras le arrojaba una botella de agua.

El payaso con mucha dificultad la atrapó, evitando que está se estrellara en su rostro. Se incorporó de apoco y con dificultad, debido a la resaca que cargaba desde hace 3 meses. Abrió la botella con rapidez y de igual manera succiono el líquido que está contenía.

-Si no ves a un doctor morirás de una cirrosis- informó el de traje mientras le lanzaba el sándwich.

Y tenía razón, en esos meses el peso del aludido había disminuido de manera descomunal, al igual que su color de piel, que si antes era pálida, ahora se encontraba casi transparente, sus ojos, antes llenos de picardía y diversión, ahora estaban rojos y sin vida.

-No... es ne...cesario....- respondió con voz débil y arrastrando las palabras por el cansancio.

-Sigues sin poder dormir, ¿cierto?- cuestionó acercándose a él para revisarle.

Cabe destacar que el dueño de la Ciudad del Pecado, tenía un doctorado, lo cual le ayudaba a no dejar morir a su amigo, pero este no era suficiente como para saber qué recetarle, debido a que hace años no practicaba su "oficio".

-Está empeorando- informó al ver la infección en uno de sus ojos y la debilidad que tenía el comodín -Llamaré a un doctor, y tú bastardo no pondrás quejas- gruñó mientras lo levantaba para después arrojarlo a la cama, donde quedo desplomado sin poner la mínima de resistencia.

-Dije que no lo... necesito- gruñó intentando levantarse, aunque no tuvo éxito.

-Me importa un carajo. Si no accedes nos vamos a largar y te pudrirás solo. Justo como mereces.- amenazó el Rey del Pecado mirándolo sin expresión alguna.

-¡¿Entonces por qué sigues aquí?! Si no te gusta, ¡lárgate!- dijo un errático Joker mirando a su cómplice

-Por que ella te adora.- contesto sin cambiar su expresión -Pero a como yo lo veo, eres un pedazo de mierda- concluyó mientras caminaba para la puerta, una vez ahí solo atinó a decir -Solo recuerda que todo Rey necesita un heredero- y salió de la habitación dejando esas palabras en el aire.

Dejando a un desconcertado Joker. El cual con mucho esfuerzo logro sentarse.

Tiene razón Payaso.

Debes proteger tu futuro.

No vivirás por siempre.

Necesitas un heredero.

-Un heredero...- repitió pensativo y por primera vez luego de meses soltó una sonora y estruendosa carcajada. -¡Eso es!- dijo todavía riendo.

The Beginning Of The EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora