(BORRADOR CON ERRORES ORTOGRAFICOS)
Nunca creí en el amor.
Jamas pensé que pudiera doler tanto.
Nunca creí ser capas de darlo todo....
Pero mírame ahora,
corriendo detrás de ti,
deseando que nunca salgas de mi vida.
SOLO TE...
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-¿Amor? Desde muy pequeño nunca me sentí identificado con esa palabra, he llegado a creer que soy inmune a el. Veo a las personas a mi alrededor enamorarse, formar parejas y vivir felices pero no comparto el sentimiento. Las mariposas en el estomago cuando ves a la persona que te gusta, jamás lo sentí. Aveces llego a creer que soy el único chico de mi edad que piensa en ello, pero cuando veo una pareja en el parque tomados de la mano o en algún bar tomando café pienso que tal vez el amor no es para todos. Talvez... el amor no es para mi.
Adam fijo sus tristes ojos avellanas en el hombre al otro lado de la habitación mientras cerraba el libro de Arte Contemporaneo que sostenía entre sus manos. Empezar el semestre visitando al consejero no era algo común para los alumnos del Bridd School. Los jóvenes de preparatoria solia planean grandes estrategias para evitar pasar por frente de la gastada puerta de madera de la oficina del Sr. Donner, pero para Adam se habia vuelto casi un ritual.
-Creo que lo piensas demasiado. El amor siempre llega cuando menos lo buscas- Donner acomodo la libreta con anotaciones que tenia sobre el regaso y volvio la mirada al estropeado reloj en la pared - Y si no me equivoco tienes otros planes- Señalo el aparato con su bolígrafo y volvio su mirada al asustadizo joven que se despidió de su consejero y salio como flecha en direccion al gimnacio.
Adam no era el mas popular de su clase, tampoco estaba entre los primeros diez, ni los primeros veinte pero tenia una amiga, Sofia Bianchi porrista y encargada del periodico escolar. Sofia y Adam habian sido mejores amigos desde los seis años, sus madres trabajaban juntas y los dejaban con la misma niñera para abaratar los gastos. Fueron complices y confidentes durante toda su infancia y aunque la preparatoria los llevara por caminos diferentes, siempre tenian una hora para sentarse en los bancos y quejarse de la humanidad y todo lo que la rodea.
- Viste al numero cinco- Sofia empujo a su amigo para llamar su atencion- Es la nueva estrella del equipo. Un año más chico de edad pero es todo un bombon.
Adam quien preferia mantener la vista en los trazos del boceto en el que trabajaba observo la practica de baloncesto en busca de el nuevo numero cinco. Los deportes jamaz habian sido un fuerte para el chico timido que se escondia bajo una pila interminable de hojas de dibujo pero cuando logro visualizar a la nueva estrella supo exactamente de lo que su amiga le estaba hablando. Un alto y delgado joven con melena despeinada corria haciendo rebotar la pelota en el piso, la musculosa dejaba ver sus trabajados brazos y lo oscuro de su cabello rezaltaba el brillo turqueza de sus ojos.
-¿Es nuevo?
-Viene de un instituto especial -Sofia parecia estar hipnotizada, no quitaba la mirada de los suabes movimientos del jugador.
-¿A que te refieres con especial?
-Es una especie de escuela militar. Lo expulsaron -era increible lo rapido que corria la informacion entre los grupos de niñas del instituto. No pasaba ni un pelo por la puerta sin que el grupo de porristas se enterara -Como sea, ya debo irme. ¿Mañana a la misma hora?
