Dos.

1.5K 56 6
                                    

                California, Estados Unidos.

                           10:59 AM.

— ¿Podrías callarte un segundo? —preguntó Matt entrando a la habitación.

—¿Debería? —pregunté ironico.

— Tengo resaca. — murmuró apretando su cabeza con sus manos — ¿Puedes?

— ¿Me importa? —expliqué con sarcasmo, su mano fue a parar hacia el piano cerrandolo con fuerza.

— Gracias.

— Serás idiota. — me levanté acomodando mi chaqueta, me giré algo molesto — No es mi culpa que hayas ido de fiesta anoche.

— Por dios, solo te pido silencio. — murmuró — no vengas con tu sermón de cada sabado por la mañana.

— Sermón de cada día. —susurre.

— Te escuché, comportate como un hombre de tu edad, porfavor; gracias.

Lo miré con la mandíbula apretada.

— ¡Cuando tú te comportes como un adolecente de tu edad! — grité enfadado — Siempre cagas todo, deberías crecer un poco y irte de aquí cuanto antes, estoy cansado de tú mierda.

— Papá nos dejó esto a nosotros ¿recuerdas? Ahora aguanta niño bonito.

Bufe.

— Hay veces que deseo no conocerte, vete al demonio.

Tomé mis llaves y salí de casa, necesitaba aire; más que eso.

Necesitaba irme denuevo a Las Vegas, quería dejar pasar todo y olvidar quien soy por un segundo. Dejé el auto a un lado de la costanera para así caminar un rato. Me detuve a ver un pequeño espectáculo que se estaban montando unos humoristas, sonreí a medias mirando hacia enfrente encontrandome con esos ojos casi amarillos que tanto recordaba.

Ella acomodó su cabello tan delicada como la recordaba, soltó una carcajada al igual que las otras personas. Sus bonitos ojos se posaron sobre los mios y su rostro solo demostró incomodidad.

Tan pronto como salió disparada entre la gente corriendo de mi, la seguí lo más rápido que mis pies me lo permitían, miró hacia atrás asustada, perdí su pequeño cuerpo entre tanta gente.

Me metí en la siguiente calle mirando hacia todos lados, mi pecho dolió cuando sentí un peso sobre el.

— Lo siento. — susurre mirando a esa persona.

Sus ojos me miraron y casi me dio algo ahí mismo.

— Creo que ya es una costumbre que choquemos, ¿no? — Mis labios se inclinaron hacia arriba.

— Mh.

— ¿Por que corrias? — Sus ojos electricos me miraron con un brillo de vergüenza.

— No lo sé. — Sus manos jugaron con su largo cabello pareciendo timida.

Sigo pensando que es la chica más hermosa que he visto hasta ahora. Suspiró nerviosa por mi cercanía, no quería alejarme.

— ¿Que pasa? — pregunté — te vez decaida.

— No es mi día. — Susurró con desdén.

— Somos dos.

Sonrió dandome confianza al igual que esa noche en Las Vegas.

— ¿Puedo saber por que?

Negó con su cabeza, su labio se curvo hacía afuera haciendo un pequeño puchero, sus ojos se aguaron y mi corazón se removió intranquilo.

TATTOOED HEART || TERMINADA✨❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora