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Dramatizaciones (CAP1)

"¡Que dura que es la vida que te arrebata lo que mas quieres!" ¿Cuantas veces hemos oído esas palabras? En libros, series, películas, tweets y hasta en persona. Así es la vida, la de todos, no solo la tuya. Exagerar desgracias es al parecer la nueva moda para llamar la atención.
Afortunadamente, Sol no era de esas personas. Todo lo contrario, ella cubría todas las cosas malas con una sonrisa y una actitud positiva. Los que no la conocían hasta hubieran dicho que es una de las personas más felices.
A Sol nunca se le hubiera pasado por la mente la idea de dramatizar su situación, aunque ya de por sí era un drama. Aunque suene como algo bueno, Mateo esto le preocupaba.
Mateo y Sol habían sido amigos desde que empezaron la secundaria, hacía 3 años. Y aún así, aunque eso pareciera poco tiempo, la conocía mejor que cualquier otra persona. Mateo era una persona tímida, bastante callada pero con una empatía impresionante. Siempre ayudaba a los demás, hasta a los que no se lo merecían. Las personas simulaban una amistad con él pero solo para sacar provecho de esto, ya que era un estudiante muy aplicado. Aún así, no se enteraba que a sus espaldas lo burlaban por su obesidad y su forma tartamudeante de hablar.
En cambio Sol nunca dijo una sola cosa mala de él a sus espaldas. Si lo tenía que hacer, se lo decía en la cara. Esto generó un vínculo más grande entre ellos ya que, inconcientemente, Mateo podía detectar quien era un amigo de verdad.
Como estaba diciendo, a Mateo le preocupaba que Sol no dijera nada. Aveces le contaba lo que le pasaba, pero siempre ocultaba algo ¿Que iba a hacer si un día Sol dejaba de venir a clases? Tenía que saber lo que pasaba para ayudar antes que suceda una tragedia.
El día despues del sueño, Sol se encontró a Mateo sentado en su banco (el primero por supuesto) resolviendo unas ecuaciones. Era raro de ver ya que él siempre hacía la tarea en su casa.
- Hola Mate, ¿Que hacés?
- Hola. Nada, unos puntos de matemática que me pidió Franco para que se los haga.
- Te estan usando Mateo. No te dejes engañar, sos un chico muy inteligente.
- Bueno, la próxima le digo que no.
Sol desvió la vista y se fué a sentarse a su banco.
Sol se preguntó si este sería el momento para contarle lo del sueño, pero finalmente decidió que era mejor contárselo en el recreo.