— Pero...—dijo Kord pero se callo al ver que le enviaba una mirada amenazante.— Ya vámonos —dije antes de salir del refugio.
Kord, Pronto y Junjie me siguieron hasta que estuvimos a varios metros del refugio.
— Pronto quisiera saber si ya estas lista para el duelo —dijo Pronto.
— ¿Qué?.... Ah si, no habrá duelo —dije algo distraída, quería saber que estaban haciendo Trixi e Eli a solas.
— ¿Y entonces para que nos hiciste venir hasta aquí? —preguntó Kord el cual se veía confundido.
— Para dejar a Trixi e Eli a solas —dije como si fuera lo más normal del mundo.
— ¿Por qué? —preguntó Junjie.
— Para que alfin se confiesen todo su amor el uno al otro —dije alegremente, me encantaba esa idea.
— ¿Amor? —preguntaron Kord y Pronto al mismo tiempo.
— ¿Enserio nunca se dieron cuenta? —pregunte sorprendida.
— No, creí que solo eran buenos amigos —dijo Kord.
— Eh... Por supuesto que Pronto lo supo desde un principio. Pero ¿para molestarlos? —dijo Pronto.
— Por todas las babosas, ¿como es qué nunca se dieron cuenta? Hasta Junjie se dio cuenta —dije exagerando un poco, pero enserio no podía creer que jamás se dieran cuenta.
— Esta vez estoy del lado de Sol, era algo obvio chicos —me dio la razón Junjie.
— Talves para ustedes los humanos lo sea, pero las costumbres de los topoides son diferentes —se excuso Pronto.
— Puede que así sea, pero de todas maneras me sorprenden —dije casi como si estuviera ofendida.
— Un momento, ahora que lo pienso ¿nos hiciste salir del refugio solo porque tu querías que ellos estuvieran solos? —dijo Kord el cual se veía un poco molesto.
— Claro que no... Le dije a uno de los enamorados que lo ayudaría —dije como si nada.
— Así a cual ¿Trixi o Eli? —pregunto Junjie divertido.
— Ambos —respondí con normalidad.
— ¿Como qué ambos? —pregunto Kord.
— Bueno, primero le dije a Trixi que la ayudaría, y luego le dije lo mismo a Eli —les explique.
— No esta bien que te metas entre esos dos —me regaño Junjie.
— Si no lo hacia pasarían mil años hasta que se atrevieran a confesarse —dije dramáticamente.
— Oigan, creó que ahí vienen —dijo Junjie.
Efectivamente cuando me voltee vi que ya llegaban un Eli y una Trixi muy felices y con un leve sonrojo en las mejillas de ambos.
— ¿¡Ya son novios!? ¿¡Se besaron!? —pregunte indiscretamente.
— ¡Sol! —me regaño Junjie, pero ya era tarde Eli y Trixi ya tenían un fuerte sonrojo.
— Sol, no creas que no sabemos lo que hiciste —me dijo Trixi.
— Si, tuvimos mucho tiempo para hablar —dijo Eli.
— ¿De qué hablan? —pregunte fingiendo no entender a que se referían.
— Sabemos que primero hablaste con Trixi y luego conmigo para que habláramos con el otro —dijo Eli.