Imagen de Katherine Stone.
A la mañana siguiente, como siempre, suena mi alarma de las 6:00 a.m, hoy estoy más animada de lo normal así que me levanto con una sonrisa, me baño y ese día decido ponerme una falda negra que me llega un poco arriba de las rodillas, junto con una blusa color vino y me pongo mis botas negras, me maquillo un poco, me cepillo mi cabello y lo agarro por lo alto para hacerme una coleta, minutos después estoy bajando las escaleras y de repente, escucho como mi mamá y Dylan están gritándose.
—¡¿Y no puedes avisarme, Dylan?!.—dice Sarah.
—¡Ya te dije que tenía mucho trabajo!.
—¡Eres increíble!.—dice Sarah agitando los brazos en el aire.
Como no quiero entrometerme en sus asuntos, tomo las llaves del Cruze y salgo de mi casa.
—¡Adiós mamá!.—grito con dulzura.
Me percato de que no traigo puesta ninguna chamarra y tengo mucho frío. Aún así ya quiero irme a la escuela, así que me meto en el coche y enciendo la calefacción, para poder calentarme aunque sea un poco.
Manejo muy pensativa todo el trayecto de mi casa a la escuela.
Al llegar, recuerdo que me toca clase de literatura y se me dibuja una sonrisa en mi rostro.
Entro al salón y veo cómo el chico sexy del día de ayer, se sentó en el mismo lugar y yo, en vez de ir a sentarme junto a él, me siento lo más enfrente posible, la verdad es que no quiero que me distraiga, porque me pone muy nerviosa y ahora sí pienso poner atención a la clase.—Hola Katherine.
—Ah...Hola Robert.—digo un poco seria.
—No sabía que estabas en mi clase de literatura.—dice con una sonrisa y toma asiento junto a mi.
—Ni yo.—digo devolviéndosela. En realidad se me hace un chico muy atractivo y buena onda, pero no eh tenido la oportunidad de conocerlo más a fondo. Su cabello oscuro y chino lo lleva muy bien peinado, como siempre y luce una chamarra de cuero que le sienta muy bien.
Unos segundos después, el maestro entra al salón y comienza a dar su clase. El día se me pasa volando y cuando menos me doy cuenta, ya han terminado mis clases.
Entonces recuerdo que no me dejaron tarea y decido ir directo a la librería que queda muy cerca de mi casa. Dejo mi coche en el estacionamiento. En realidad, para mí, siempre ah sido muy agradable ir a mirar libros, aunque muchas veces no los compre. En especial, me encanta esta librería, es tan silenciosa, tan cómoda, sus estantes son enormes y están repletos de distintas historias, el piso es de madera y en la parte de en medio de la librería hay unas cuantas mesas pequeñas para poder leer.
Al entrar, me quedo admirada por todos los libros que encuentro, siempre me a encantado leer, pero no siempre eh tenido tiempo.
Estoy recorriendo los pasillos largos de la librería, cuando, me entra pánico al ver al chico sexy de mi clase de literatura, no sé qué hacer, así que me quedo admirando "Orgullo y Prejuicio" , mi libro favorito.
En ese preciso instante, veo de reojo como viene hacia a mí, con esa sonrisa seductora y encantadora que el tiene.—Hola .—me dice sonriendo.
Me vuelvo hacia él —Hola.—respondo un poco nerviosa y sonrojada.
—Tú ¿Eres de mi clase de literatura? ¿No es así?.
—Oh...si, eso creo.—digo sin saber qué decir, ni como actuar.
—¿Orgullo y Prejuicio?.—me pregunta.
—Si, es mi...libro favorito.—digo sonriendo y mirándolo a los ojos. Espero que no piense que soy una chica demasiado cursi.
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Mi Dulce Dolor [Editando]
Romansa¿Qué pasaría si tus relaciones a lo largo de tu adolescencia fueran mediocres? ¿Qué pasaría si conocieras a dos chicos malos y te enamoraras de ambos?