62. Un poco embarazada.

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Best Baby era, como su nombre lo indicaba, el mejor lugar para encontrar ropa en cuánto a tu bebé se refería, podías encontrar de todo en ése sitio a precios accesibles, una tienda muy reconocida en la ciudad de Nueva York, sin duda. Y por eso, ése Jueves por la tarde me encontraba con Danielle -por que era la única que tenía su tarde libre- para hacer algunas compras. Eleanor vendría un poco más tarde, por que William tenía que dormir su siesta.

¿Quién era William?

William Johan Tomlinson, el pequeño diablillo que Eleanor y Louis habían concebido hace apenas un año. El niño era un encanto, poseía unos pequeños ojos azules que definitivamente eran preciosos. Pero apenas aprendió a caminar, se dedica a romper todo lo que encuentra en su camino. Se notaba que era un Tomlinson.

Y en cuánto a mi pequeño hijo, o hija; no tenía tan siquiera los tres meses cumplidos, pero puedo jurar que ésa pequeña panza se sentía como si estuviese embarazada de una ballena.

Elegía cosas al azar de colores neutros, el sexo del bebé aún no lo sabíamos ni probablemente lo sabremos hasta el día de su nacimiento -a petición mía- pero debía tener algunas cosas en ciertos colores. 

El color no importa tanto, si quiero vestir a mi hija de azul o a mi hijo de rosa, es mi problema, me había dicho mi esposo dos tardes atrás. Y claro que estaba de acuerdo, pero por la costumbre, me veía en ciertas necesidades, como de buscar un pequeño pantaloncillo amarillo para combinarlo con la pequeña camisa amarilla que la madre de Zayn nos había regalado.


-Y, dime, ¿qué se siente? -escuché preguntar a Danielle, mi amiga y acompañante.


Puede que suene egoísta pero, para ése momento apenas me percataba de su presencia. Los pequeños disfraces al frente mío, de color turquesa, parecían querer más mi atención. 


-¿Qué se siente que?

-Estar embarazada.


Reí un poco antes de responder: -Bueno, no lo sé... -suspiré y volví a hablar- La mayoría del tiempo me siento de mal humor, siento más hambre de lo normal, siempre tengo ganas de dormir.

-Éso lo dicen los doctores -bromeó- Pero, ¿qué se siente?

-Se siente como si tuvieras un enorme tumor en la barriga -bromeé también- En serio, a veces dudo que me haya embarazado Zayn y no un oso, éste bebé está muy pesado.


Ambas reímos, para después seguir con nuestra elección de ropa. Cuando estábamos justo por pagar, a lo lejos escuchamos como un par de maniquíes se caían.

Y sí, Eleanor y su travieso bebé habían llegado.

La castaña se acercaba a nosotras, disculpándose con todas y cada una de las empleadas del sitio, quienes la miraban con molestia. Era la segunda vez que su bebé hacía eso, mientras tanto, éste se dedicaba a mirar el lugar con cautela, con una enorme sonrisa en su adorable rostro.


-¡Hola, chicas! -saludó la castaña- Saluda a tus tías, Will.


El diminuto castaño escupió.


-Él se entiende. -nos dijo su mamá, justo antes de sacar una servilleta y limpiarlo.

-¿Dónde está Louis?

-De guardía, la zona de pediatría no se atiende sola -me respondió con un toque de humor mientras intentaba cargar a su hijo, éste se negaba- Mierda, este niño endemoniado no quiere mis brazos, pero si lo dejo en el suelo, destruye la tienda, no sé qué hacer.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2017 ⏰

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Enamorando a Verónica → zaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora