Piedras de Moobú

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JongDae y Suho se hallaban a las afueras del salón de reuniones, esperando por los demás. Luego de desayunar con ellos, el gobernador se levantó y se fue del lugar tan misteriosamente como llegó, no sin antes decirles con su usual tono gentil que les esperaría en el gran salón de la casa Alfa en veinte minutos más.

-¿Lo notaste... extraño? -preguntó Chen cruzándose de brazos y apoyando su espalda contra la pared.

-Supongo que se siente mal, hermano, pero... en realidad solo eso podemos hacer... Suponer -murmuró Suho, respondiendo más a los miles de cuestionamientos que tenía en su propia cabeza que a su compañero-. Digo, se guardó tanto tiempo la traición de Kyungsoo sin demostrar cuánto le dolía, que lo creo perfectamente capaz de fingir que no está pasando nada, así el mundo se esté cayendo a pedazos.

-Creo que nunca volveremos a verlo tan destrozado como el día en que Monde murió...

"Monde" JongDae no lo dijo, pero a Suho no le hizo falta escucharlo para saber a quién se refería.

Pronto aparecieron Chanyeol y Xiumin, ambos con unas enormes ojeras adornando sus rostros pálidos. Llevaban consigo un montón de hojas de papel garabateadas. Suho le dio un empujón en absoluto sutil a Jongdae para que fuera hacia su amigo y le ayudara con los documentos que traía en sus brazos.

-Sea más atento, pues hombre -lo reprendió en tono de broma.

-Te patearé el trasero, mal nacido -masculló JongDae entre dientes sin dejar de sonreírle a Xiumin, casi había ido a dar al piso con el empujón, pero alcanzó a poner la mano en la pared para lograr estabilizarse. Se acercó a joven hijo de Monde y lo ayudó a cargar las cosas.

-Lamento la tardanza -se disculpó Lay, jadeando por el esfuerzo que le significó correr por todas las escaleras que tenía la enorme casona, seguramente extraviado del salón de reuniones.

Estaba terminando de arreglar su corbata; a Lay le gustaba de presentarse con su mejor aspecto ante el rey en señal del infinito respeto que sentía por él. Saludó a todos de manera amable y todos les respondieron con la misma calidez, excepto, naturalmente, Jungmyeon.

Yixing alzó una ceja en cuanto vio el respingo indiferente de Suho. Fue entonces cuando la sonrisa afable de Lay se transformó de un segundo a otro en una mucho más maliciosa.

-¿Qué te sucede?, ¿tanto te traumé con el antiséptico anoche? -susurró teniendo la consideración de hablar bajito, pues sabía que pese a todo su compañero lo iba a escuchar muy bien. El poder del rudo Junmyeon era el oído excepcional. El médico miró sin miedo al guerrero a los ojos sin perder esa sonrisa que a Suho ya se le estaba haciendo de lo más tenebrosa, y es que no podría olvidar tan pronto la forma en la que lo había hecho gritar la noche anterior y solo porque era una buena persona no compartió su broma privada en voz alta. En su código estaba la estricta regla no pagar el mal con mal, pero después de ver cómo lo había ignorado por mero orgullo, cuestionó si podía permitirse alguna inflexibilidad a la regla con el soberbio guerrero.

La espera continuó por tiempo indefinido debido a que Baekhyun tardó más que todos en llegar y la reunión no podía comenzar a menos que estuvieran todos. Esa había sido la orden del gobernador.

-¿Le habrá pasado algo? -preguntó Yixing a Chanyeol.

-¿Por qué me preguntas como si lo supiera? -dijo éste, algo ofendido. Lay lo miró desconcertado, pues era una pregunta que pudo haber hecho a cualquiera, aunque no se le hizo extraño que el líder se lo tomara tan personal.

¿Qué le pasaba a los dos guerreros hoy?

"Porque se nota que babeas por él" preguntó en su cabeza con sarcasmo mientras se le quedaba viendo sin ocultar su incredulidad, pero, en pos de mantener la paz, eso tampoco lo dijo.

ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora