Saludamos a la doctora, y me siento mientras me da los exámenes.
-Todo está en orden - le preguntó, cuando ella abre el sobre y los observa.
-Si todo está en orden - dice mientras Lee y guarda el sobre.
-Muchas gracias - le digo cuando me da el sobre.
-Y diga señora, no a tenido molestias con el embarazo - su pregunta hace que todo mi cuerpo se congele.
-¿Embarazo? - le cuestiono.
-Si, su embarazo.
-Estoy embarazada - le digo con lágrimas en mis ojos, no esto por favor.
-Si, usted está embarazada - me dice.
-No - niego con la cabeza, me pongo de pie - no, no yo no.
-Kathia cálmate - me pide Octavio quien no entiende porque actuó así.
-No, Octavio - le digo entre lágrimas - ¡yo no puedo estar embarazada!
No esto no es cierto, algo del consultorio de la doctora, esto no me puede estar pasando, porque.
-Kathia - me coje del brazo haciendo que me pare - Cálmate.
-No lo entiendes este bebé, no es de Leandro - digo mientras las lágrimas recorren todo mi rostro.
-¿Como lo sabes? Puede que sí, no saque conclusión - me pide.
-¡No! - grito - ¡No lo es! ¡Porque Leandro no puede tener hijos! ¡Este bebé es de Renée! - grito, llorando.
-¿Que has dicho? - no puede ser, esa voz no dios que voy hacer. Me volteó y ahí está Renée quien está blanco como una hoja.
-Estoy - no lo puedo decir, hora si perdí a Leandro las lágrimas sigue cayendo por mi rostro.
-¿Embarazada? - dice Renée con temor yo asiento con la cabeza no puedo hacer más que asentir.
No quiero estar aquí, comienzo a caminar pero Renée me cojo del brazo.
-¿Que vas hacer? Se lo vas a decir - me cuestiona angustiado.
-Si, apenas llegué le diré todo - me suelto de su agarre, y me voy.
Al salir del hospital me siento un leve mareo, Octavio me coje abre la puerta del auto y me lleva a casa, aunque creo que será de serlo cuándo Leandro se entere de que estoy embarazada de su mejor amigo. Octavio quiere hablar pero yo no, vamos en silencio me deja y se va, le prometo llamarlo más tarde.
Al entrar a la casa voy a la sala me siento en el sillón, y dejo que las lágrimas caigan, lloró y lloró lo voy a perder lo voy a perder.
-Nunca me lo va perdonar - digo entre lágrimas - Leandro lo siento.
-¿Kathia que es lo que no te voy a perdonar? - la pregunta de Leandro hacen que levanté la mirada de golpe, ahí está Leandro.
Me limpio las lágrimas, me levanto y lo abrazo gracias a Dios el me responde el abrazo, talvez sea la última vez que lo haga, me separo y no aguanto lo beso.
Joder como extrañaba sus labios, el me responde, lo necesito tanto lo extrañado tanto y talvez se le última vez que pueda estar con él.
Envuelvo mis piernas en su cintura, el continua besándome hasta que llegamos a nuestra habitación, estamos desnudos.
Caigo en la cama, el se sube enzima mío, siento su miembro como entra poco a poco en mi, gimo al sentirlo dentro de mí, jadeo me retuerso de placer mientras me embiste una y otra vez, mi cuerpo disfruta de cada embestidas, siento que voy a explotar de placer.
Coje mi rostro entre sus manos me besa, muerde mi labio inferior.
-Te amo, mi amor - sus palabras me hacen tan feliz pero a las es como un puñal en mi corazón - Eres lo mejor que me apasado, Te amo - no puedo hacerle esto.
Se que fue la mayor estupidez del mundo pero no pude controlar cuando me di cuánta se lo había dicho de la peor manera.
-Me acosté con Renée - le digo el golpe su sonrisa se borra - y estoy embarazada - siento como todo su cuerpo se tensa, las lágrimas caen por mi rostro, Leandro solo me observa - Lo siento.
-¿Que as dicho? - por su voz se que está dolido, furioso, no puedo hablar volteo mi rostro para no verlo no puedo verlo.
Coje mi rostro entre su manos y hace que lo vea -¡Contesta! - me grita, pero no puedo hablar el miedo no me deja, solo lloro el me sujeta con más fuerza -¡Habla!.
-Me acosté con Renée - logro decir.
-Eres una basura - me dice con asco, me suelta y se levanta de golpe. Cubro mi cuerpo con una sábana.
-Soy idiota - grita mientras comienza golpear y botar todo los muebles de la habitación.
Me levanto, cojo mi bata me la pongo no se como estoy temblando.
-Leandro -lo llamó - Cálmate - le pido.
-¿Que me calme? - dice sarcástico y furioso - Kathia, y piensas que no estoy calmado - se acerca a mí - más vale que te vayas antes de que te mate con mis propias manos, ¡Lárgate! - me grita, antes de recoger su ropa y salir de la habitación furioso.
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Kathia -No confundas el placer con amor- (+18)--@BlueRoseAwards
Literatura FemininaÚnica regla no confundas el placer con amor. Pero esa regla ya fue rota, como continuar podrán continuar con esa relación o no?. Prohibido la copia total o parcial. Código de registro: 1710043705594 Fecha de registro: 04-oct-2017 23:47 UTC