Capítulo 3

34 3 2
                                    

Imagen de Elliot Johnson.

A penas es miércoles y me despierta mi alarma, pero aún no me quiero levantar, así que la apago y me quedo dormida 5 minutos más. Lo más triste es que no solo fueron 5 minutos, si no, fue media hora y me di cuenta porque mi mamá me despertó muy bruscamente.

—¡Katherine! ¡¿Aún no te levantas?!.—se escucha un tanto molesta.

—¡Ya me estoy metiendo a la regadera!.—dicho esto, doy un salto de la cama y me meto al baño.

Cuando termino de darme un baño rápido, estoy escogiendo la ropa que me pondré para este día. Un suéter negro, unos jeans y mis converse, me delineo los ojos de negro, me pongo rímel y me pinto la boca con el lápiz labial más rojo que encuentro. Enseguida me dirijo hacia la cocina para reunirme con mi mamá.

—Toma, apúrate a desayunar, que se te hace tarde.—me dice pasándome un plato con huevo y un jugo de naranja

—Gracias mamá.—le digo con una sonrisa y le doy un trago al jugo de naranja.

Termino muy rápido de desayunar y enseguida tomo las llaves del coche y me despido de mi mamá. Salgo de mi casa y me meto en mi coche, aunque, para mi mala suerte, el Cruze no enciende.

—¡Demonios! No ahorita, de por si voy a llegar tarde a la escuela.—digo recargando mi cabeza en el volante.

Como veo que el coche no se digna a prender, voy rápidamente de vuelta a la casa con mi mamá.

—¡Mamá, mamá!.—digo desesperada.

—¿Aún no te vas a la escuela Katherine?.—dice frunciendo el ceño.

—No, ¿Me podrías llevar a la escuela?, es que mi coche no prende.—digo casi echándome a llorar.

—Pfff...esta bien, pero por tu culpa llegaré tarde al trabajo.—dice algo disgustada.

—¡Te amo!.—le digo dándole un fuerte abrazo.

Me subo al Audi color azul de mi mamá y me siento aliviada, aunque se que de todas formas voy a llegar tarde a la escuela.

—Mamá....eh...¿Puedo hacerte una pregunta?.—digo algo indecisa.

—Claro mi amor.—me dedica una sonrisa, pero no quita la mirada del camino.

—No es que quiera entrometerme en tus asuntos, pero me preocupas mamá y ayer escuché como Dylan y tu...discutían, ¿Están bien?.—digo esbozando una media sonrisa.

—Bueno...nena, agradezco tu preocupación, pero no creo que sea el mejor momento para platicar de eso y no, no estamos bien, ya sabes, problemas de pareja.—me dice con un suspiro.

—Mmm...okay, espero que las cosas se arreglen.—me limito a preguntarle otra cosa.

—Yo también nena, yo también.

Después de eso, nos quedamos calladas el resto del camino, se que está un poco triste, precisamente por eso ya no quiero hacerle más preguntas al respecto. Cuando llegamos al campus, salgo del Audi y me dirijo rápidamente a mi clase de literatura, tenía la esperanza de que me dejaran pasar.

Mi Dulce Dolor [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora