Sara; miedo | La Melliza De Ron 2 | #wattys2019

8. Las voces regresan

-¡Todo el mundo a la cola! -gritó Malfoy a la multitud- ¡Harry Potter firma fotos!

-No es verdad -dijo Harry de mal humor, apretando los puños- ¡Cállate, Malfoy!

Bostecé cansada, aún lado de Hermione que no se había molestado siquiera en levantar el rostro y dejar su libro

-Lo que pasa es que le tienes envidia -dijo Colin, cuyo cuerpo entero no era más grueso que el cuello de Crabbe

-¿Envidia? -dijo Malfoy, que ya no necesitaba seguir gritando, porque la mitad del patio lo escuchaba- ¿De qué? ¿De tener una asquerosa cicatriz en la frente? No, gracias. ¿Desde cuándo uno es más importante por tener la cabeza rajada por una cicatriz?

Crabbe y Goyle se estaban riendo con una risita idiota.

-Échate al retrete y tira de la cadena, Malfoy -dijo Ron con mala cara. Crabbe dejó de reír y empezó a restregarse de manera amenazadora los nudillos, que eran del tamaño de castañas.

- Oh, ¿tiene algo malo tus nudillos? -pregunté -Siempre puedo aplastarlos con una roca, si quieres.

Crabbe intentó abalanzarse a mi pero Malfoy lo impidió enseguida solo con una mirada

-Ten cuidado -dijo Malfoy con un aire despectivo hacía Ron, sin responderme a mi - No te metas en problemas o vendrá tu mamá y te sacará del colegio -Luego imitó un tono de voz chillón y amenazante que me hizo la piel de gallina «Si vuelves a hacer otra...»

Varios alumnos de quinto curso de la casa de Slytherin que había por allí cerca rieron la gracia a carcajadas -A Weasley le gustaría que le firmaras una foto, Potter -sonrió Malfoy- Pronto valdrá más que la casa entera de su familia

-Estas equivocado, ¿Por qué vendería una foto de Harry? - contra ataque sin poder evitarlo, la parte malvada de mi quería salir a la luz - si puedo pegarla en la pared de mi cuarto y mirarla siempre. Luego puedo vender mechones de tu cabello, no valdrá mucho, pero algo saldrá de eso

Fue el turno de los pocos Gryffindors que estaban ahí reír, la sonrisa de la cara de Draco Malfoy se borro y me sentí mejor

- Las fotos deberán ser de mí, querida Sara

Entrecerré los ojos, asqueada. Ron sacó su varita reparada con cinta, pero Hermione cerró Viajes con los vampiros de un golpe y susurró

-¡Cuidado!

-¿Qué pasa aquí? ¿Qué es lo que pasa aquí? -Gilderoy Lockhart caminaba hacia donde estábamos a grandes zancadas, y la túnica color turquesa se le pegaba por detrás, perfecto ahora tendríamos a dos idiotas en un solo lugar - ¿Quién firma fotos?

Harry quería hablar, pero Lockhart lo interrumpió pasándole un brazo por los hombros y diciéndole en voz alta y tono jovial -¡No sé por qué lo he preguntado! ¡Volvemos a las andadas, Harry!

Lockhart sujeto a Harry, quien estaba claramente muerto de vergüenza, mientras Malfoy se mezclaba sonriente con la multitud. Suspiré y avance detrás de ellos, lo llevó por un pasillo lleno de estudiantes que los miraban, y luego subieron por una escalera. Habíamos alcanzado el aula de Defensas contra las artes oscuras y el maestro dejó libre por fin a Harry, que se arregló la túnica y buscó un asiento al final del aula, me senté aún lado de él, donde, sin pensarlo, acumuló una pila de los libros de Lockhart y nos ocultó detrás de ellos, de forma que se evitaba la contemplación del Lockhart de carne y hueso, ah, y de la multitud que viera el rostro rojo de Harry, casi haciendo una perfecta combinación con mi cabello.

El resto de la clase entró en el aula ruidosamente, y Ron y Hermione se sentaron a ambos lados de nosotros dos

-Se podía freír un huevo en tu cara -dijo Ron aguantando la risa, refiriéndose a lo rojo que estaba el azabache - Más te vale que Creevey y Ginny no se conozcan, porque fundarían el club de fans de HarryPotter