Nick jadeó en busca de aire para sus pulmones, los cuales ardían dentro de su pecho. Gruñó por el esfuerzo y por el dolor en su costado izquierdo. Se escondió tras uno de mucho árboles, y quitándose la ropa con pequeños e inaudibles gemidos de dolor, se transformó en lobo completo. Corrió, y corrió, y corrió, hasta que dejó de escuchar los corazones llenos de emoción de los cazadores.
Se desplomó sobre la tierra seca con un golpe sordo y cerró los ojos. Soltó una risa amarga al darse cuenta de que, a pesar de ser la manada más fuerte de todo Estados Unidos, él era el eslabón débil. Si tan sólo hubiera nacido con el mismo poder que su gemelo...
Salió de su pozo de autosufrimiento al escuchar otro latido, pero éste era más calmado, más pacífico, no como el de los cazadores; que sus esencias abrumaron sus sentidos con la malicia propia de ellos.
El olor del individuo del latido pacífico no era para nada desagradable, sino todo lo contrario. Era un olor a bosque, a naturaleza, algo que hizo ronronear a su lobo. Nick, aún convertido y sintiéndose extrañamente a salvo, se permitió cerrar los ojos una vez más y sumirse en la inconsciencia.
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*
_Soltó un quejido al notar sus músculos muy tensos. Abrió los ojos y se incorporó con lentitud. Observó a su alrededor.
La cama sobre la que estaba era suave, tenía el olor del dueño, al igual que la casa entera. Era pequeña, demasiado, ya que cuando se puso de pie, su cabeza golpeó el techo. Activó sus sentidos, buscando a la persona que le mantenía ahí.
¿Sería un enemigo? ¿Por qué le había ayudado?
La respiración se le atascó al contemplar a la persona que entró con muchas hierbas en las manos. Era sobrenatural y devastadoramente bello. Su piel era de un naranja muy suave, tenía las orejas puntiagudas y los ojos más brillantes que había visto en todo su vida.
La... Criatura, le miró sin ninguna emoción. En estado de alerta, Nick hizo que sus ojos brillaron en color amarillo fluorescente.
—Tranquilo, lobo, no soy tu enemigo —Nick abrió la boca con sorpresa al escuchar su voz. Era como el canto de los ángeles, pero tenía una nota de travesura muy inusual.
—¿Qué eres? —balbuceó mirando sus peculiares orejas y su tono de piel.
—Te encontré herido, habían unas personas siguiendo tus huellas, pero logré despistarlos. De nada —pronunció la criatura con petulancia, ignorando su pregunta.
—Te pregunté qué eres —dijo con el ceño fruncido, intentando transformarse en lobo completo, pero se encontró con el detalle de que su lado animal estaba completamente dormido. Como un cachorrito que ha bebido su leche y le han dado caricias en las tripas. Jadeó con miedo, porque su lobo no estaba al cien por ciento ahí con él —. ¿Qué me hiciste?
Le gruñó a la criatura, quien le dirigió una mirada de aburrimiento.
—Yo no te hice nada, lobo. Deberías ser más agradecido, después de todo, salvé tu vida.
—¿Por qué? —murmuró, intentando acceder una vez más a su lado animal, fallando en el proceso. Era como si su lobo no detectara el peligro, como si no estuviera ante una criatura desconocida que le podría atacar en cualquier momento.
—No podía dejar morir a una criatura de la luna y el bosque. Eres como muy pocos, lobo. Tú eres un verdadero lobo —Nick rió ante el discurso de la cosa esa.
—Pues ya no, ¿sabes por qué? Porque me hiciste algo y eso me está impidiendo transformarme y sanar —rugió, intentando transformarse de nuevo. Jadeó en un intento de no llorar, porque, además de ser el eslabón débil de la manada, ahora era humano. De cierta forma —. ¿Lo ves? ¡No puedo transformarme! ¿Qué me pasa?
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Teen Wolves [En Edición]
FanficAdvertencia: Esto NO es Sterek. La pareja sólo aparece brevemente en un par de capítulos Ser un adolescente de por sí es bastante complicado, pero ser un lobo adolescente lo es aún más. Sobre todo cuando perteneces a la familia Hale-Stilinski, donde...