Coral saca del bolsillo la carta para Arane y la ata a la pata de Libre con un fino cordel azul. El animal está tranquilo mientras lo hace.
Una vez la carta está bien fijada, la chica acaricia las plumas suavemente con los dedos y se aleja de él.
Libre alza el vuelo, junto a la carta, para desaparecer en el horizonte del mar.Justo al entrar al jardín de su casa, Coral escucha un grito en la lejanía.
-Tierra a la vista! - grita una voz masculina desde lo alto del faro de vigilancia.
El capitán le devuelve una seña al vigilante para indicarle que lo ha recibido y se vuelve a la oficina, dónde espera el matrimonio Cetald.- Estamos cerca de Héstia, señores.
Cetalia se mueve por el mar abierto a mediodía. Poco a poco, imperceptible apenas para los cetalianos, disminuye su velocidad.
No es hasta casi caído el sol que se avista una larga línea dividiendo el azul del paisaje.
Cada vez más personas avistan la tierra a la que llega la tortuga y se agrupan al exterior para celebrar su nuevo hogar.
Esta tierra que se acerca a paso lento ante sus ojos les permite observar cómo, pausadamente, se dejan de mover hacia delante y quedan inmóviles en el agua.Todo aquél que ha estado mirando se queda en silencio.
Los que aún no se han dado cuenta pronto descubren la curiosidad de sus vecinos.Esperan y esperan, los últimos rayos de sol se despiden de un pueblo agrupado al borde del mar que sólo tiene preguntas.
- Nos quedamos aquí? - le pregunta un chiquillo a su madre.
- A lo mejor se ha perdido - responde su hermana.
- Está hecha una vieja vaga! - gruñe un anciano.
El matrimonio Cetald también está presente con su hija.
Se preguntan, cómo todos, porqué se ha parado sin llegar. "Ésto no está escrito".
Forcis se aleja de ellas, va dónde el capitán.
- Sabría decirme qué pasa?
El hombre estaba hablando con uno de sus empleados, de espaldas. Un chico joven con aspecto curtido, que mira a su jefe serio y preocupado.
- Señor Cetald - dice el capitán mientras se voltea - es inaudito, estoy desconcertado.
Su expresión corrobora sus palabras.
Forcis le pasa el brazo por la espalda y lo aleja de la multitud.
- Qué deberíamos hacer, Rebus?
- Esperar. No se me ocurre otra cosa.
- Y si pasamos aquí quince años?
- Eso no es posible...
- No! No lo es! Cómo sobreviviríamos?!
- El animal está nadando para sostenserse en el mar, necesitará descansar pronto en tierra. El único problema es si...
- Si?
- Si decide hundirse y descansar bajo el agua.
Un largo silencio entre ambos se mantiene durante unos minutos.De pronto, se mueven de nuevo.
El miedo invade el corazón de Forcis mientras los imagina a todos bajo el mar.
Pero no es eso lo que los sorprende.
Están dándo la vuelta, se alejan de tierra.Cae la noche y muchos aún siguen mirando a lo lejos, preocupados por su destino incierto.
Coral está ahí con ellos, sentada en el suelo con los brazos rodeando las rodillas encogidas y el pelo ondeando con la brisa marina.
..
Qe al borde del mar y hablan, señalan, piensan...
Ella los observa e intenta adivinar sus palabras. "Traman un plan?"
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Piel dura de mar
AventuraLa migración ha comenzado, un destino más caluroso les espera. La aventura tan sólo acaba de empezar...