La casa de Josh era tan linda como la de Ian. Sus padres habían ido de viaje a Miami por dos semanas, lo que significa que le quedaba la casa sola a él y su hermana, quien se fue a pasar el fin de semana con su novio. Josh aprovechó y organizó una súper fiesta.
-Entra vos primero. Nosotras esperamos unos minutos-Le dije a Ian
Tessa puso los ojos en blanco. Hicimos lo acordado. Al entrar podía sentir los gritos y el olor a cerveza por todos lados. Me estremecí al ver que la casa estaba que explotaba, con gente por todos lados. Hasta había algunos en la pileta. Pero lo más original fue que todos estaban pintados con colores fluo. Esa era la temática de la fiesta.
-Vamos a buscar pintura ya mismo -Me dijo Tessa tirándome del brazo
Tanto maquillaje perfecto para nada. Me hice un corazón en rosa en el cachete y me pinte en los párpados tratando de imitar sombras. También me hice rayas por los brazos. Me reí al ver que Tessa se había dibujado una nariz imitando a la de un gato. Nos acercamos a unos amigos de ella, quienes eran muy simpáticos. Estaban Jenny, Katty, Jake y Cameron. La noche estaba siendo bastante divertida. Jake fue a buscar bebida para todos. Me trajo un vaso a mí aunque yo le había dicho que no quería, y se pusieron a gritar que tome. Y bueno, lo tuve que hacer. La verdad es que me gustó bastante, así que después de un rato tomé otro vaso, y otro más, y otro hasta que perdí la cuenta. Por un momento me había olvidado de quién era, de quienes me rodeaban, de mi triste vida, y la pasé realmente bien. Me sentí una adolescente por primera vez. ¿solo faltaba el chico no? Como si mis palabras hubieran sido escuchadas en el más allá, alguien chocó conmigo. Y como yo estaba muy mareada por el alcohol, me caí. Vi como todos se reían, las imágenes eran borrosas. Sentí una mano ayudándome a pararme y visualice una sonrisa familiar. Era él.
-Parece que hoy no me canso de golpearte, perdón -Dijo Ian
-Si viene de vos no pasa nada, tranquilo, nunca me enojaría con alguien taaan lindo -Le dije riéndome
Definitivamente estaba borracha. Él se quedó mirándome fijo.
-¿Estás borracha? -Dijo acercándose
-Puede ser. ¿No era lo que querías? ¿Qué me divierta? Bueno, para eso me faltarías vos. Uy, se me escapó jaja. Ojo que tú noviecita psicopata nos puede ver y me mata -Le dije imitando que me cortan el cuello.
-¿Quién es mi noviecita?
-Caroline. Pero sh no le digas nada.-Le dije poniéndole un dedo en los labios como señal de silencio.
-Aja, ¿y por qué decís que te mataría? ¿Te hizo algo? -Me contestó mientras caminábamos
-Eso no importa lindo. ¿Ahora me dejas ir? Porque me muero de ganas de besarte y en el fondo sé que está mal pero bueno, no me puedo contener jajaja -Le dije.
Estaba completamente inconsciente lo sé.
-Aunque me encante la Alli borracha y divertida me temo decirte que se acabó el alcohol para vos. -Me sacó el vaso y lo tiró
-Noooo por favor -Dije temblequeando.
-La Alli normal no me diría que se muere de ganas de besarme, principalmente porque piensa que soy un engreído. -Me dijo riéndose
-¿No dicen que los borrachos nunca mienten? Puede ser que el alcohol me haya ayudado a decirlo, o no, no lo sé. -Dije muriéndome de risa
-Aunque tengo que admitir que estás muy linda, no puedo besarte por varios motivos. Entre ellos, al otro día te arrepentirías y me matarías por haberme aprovechado. -Me dijo sentándose conmigo
-¿Y si no estuviera "borracha" y te diría que no me arrepentiría? -Le dije seriamente
-Lo podría llegar a pensar mejor. -Me dijo guiñándome un ojo.
Nos quedamos mirándonos, cuando sentí que alguien me empujaba. No les conté que estábamos hablando al borde de la pileta, lo que hizo que el empujón me tirara al agua. No se nadar muy bien, así que me costó bastante llegar al borde para poder salir. La pintura se me había salido completamente, tenía la ropa empapada y los ojos me ardían, sí, estaba llorando. Las risas me aturdían la cabeza.
-Alli vamos. -Me decía Ian pero yo no reaccionaba.
Estaba muriéndome de frío.
-Alli - Me gritó
Estábamos caminando llendonos de la fiesta. Vi a Tessa a lo lejos con sus amigos. La casa de Ian quedaba más cerca que la mía, así que ahí me llevó. Me abrazó en el camino porque yo estaba temblando. Igual yo seguía en shock por la caída. Me llevó a su habitación, me senté en su cama, prendió la ducha del baño interior de su habitación, buscó toallas y ropa y me encerró. La ducha me hizo mucho mejor, igual no podía parar de llorar. ¿Nunca en la vida algo me va a salir bien? ¿Quién me empujó? ¿Por qué lo hizo? Estuve como media hora ahí adentro, pensando que la ducha me iba a limpiar también los problemas.
Al salir me encontré con Ian sin remera y con unos pantalones a rayas. Yo tenía una remera muy grande y un pantalón al que tuve que darle muchos dobles para no tropezar.
-Te diría que te queda mucho mejor que a mí pero tengo el autoestima muy alto. Y si no duermo en bóxer es porque sé que mañana cuando despiertes me matarías. -Dijo
-Me quiero ir a mi casa. -Contesté sentándome en el borde de la cama.
-Ya es muy tarde, además hace frío -Me dijo sonriendo
-¿No tenes otra cama o una habitación para invitados?
-Lamentablemente no, y si no queres que mis papás te vean y le cuenten a tus papás que tenes puesta MI ropa, te recomiendo que te calles y te acuestes. -Me dijo corriendose para hacerme un lugar
-Si estuviera coherente haría que duermas con una almohada en el piso, pero tengo mucho sueño y quiero dormirme urgentemente porque se me explota la cabeza. -Me metí debajo de las sábanas
Cerré los ojos intentando con toda las fuerzas dormir pero algo me lo impidió
-Alli -dijo suavemente
-Hummm -Le conteste a modo respuesta
-¿Lo que me dijiste esta noche fue por la borrachera no? -Preguntó
-Ni se lo que dije -Contesté y me dormí.
Me desperté por un dolor de cabeza tremendo, pero algo no estaba bien. Esa no era mi cama, ni mi habitación y tenía a alguien abrazándome, y ese alguien era Ian. Si, efectivamente estaba soñando, no podía ser real. Mejor sigo durmiendo.
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Problemas atípicos de una adolescente
Подростковая литератураUna vida difícil, una familia desunida, un amor no correspondido y más cosas llegarán a enloquecer a Allison a tal punto de preguntarse por qué aún sigue con nosotros. Los días se vuelven complicados, sin distinguir ningún rumbo a donde ir. Pero sie...