OUTLAST - Cdm - Yaoi (Cancelado)

L4 face r3al

Seguí mi camino ya que no pensaba quedarme en la casa de un lunático.
Una vez fuera mire otra cabaña con luz, me dirigí hacia ella ya que tal vez esta si tenga algún habitante.

Nuevamente toque la puerta, silencio.

Me comencé a desesperar, estaba en un pueblo fantasma, solo y perdido. Fue entonces cuando me percate de la ventana abierta al lado de la puerta.
Una curiosa pregunta cruzo por mi cabeza: ¿Que haría mi mejor amigo en mi caso?, se que no es muy victoriano colarse a una casa sin permiso pero realmente necesitó buscar ayuda o algún objeto que pueda ayudarme a buscar a mis amigos, no los dejare ahí tirados.

Me posicione para abrir la ventana ise un leve esfuerzo y esta se abrió, no sin antes darme un ataque al corazón; un cuervo salio volando haciendo sus típicos graznidos, di un sobresalto llevando una mano a mi pecho.......este viaje va a matarme.

Entre a la casa. Esta era un poco mas grande que la anterior, aunque literalmente tenían lo mismo y no es broma, hasta tenían el mismo retrato de ese hombre extraño y debajo de eso una biblia rodeada de velas.

-Si un hombre tiene ojeras, tendrá que ser capturado -.

-¿hola?- pregunte, pero nuevamente escuche el silencio de ese oscuro bosque. Salí de esa casa, no tenia tiempo que perder si quería encontrar a mis amigos lo antes posible.

No había cadáveres en el helicóptero, por lo que tenia esperanzas de encontrarles.

- La bestia sangra un falso camino al cielo - la voz era femenina y se escuchaba mas cerca con cada paso que daba, tal vez me ayudé; llegue a un establo pero dudo que aquí este esa mujer.

- entre los cielos el león, oso, leopardo y dragón masacraran al cordero desesperado y hambriento que esté rogando por ayuda - la voz se seguía acercando. En ese momento mire una sombra que se encontraba sentada en una piedra mirando a la nada, me acerque.

- Disculpe, ¿podría ayudarme?...... ¿por favor? - me acerque pero ella seguía diciendo palabras extrañas en voz baja - ¿necesita ayuda señorita? - pose mi mano sobre su hombro delicadamente.

Tal vez alguien mas me hubiera dicho "no, estoy bien" pero ella lo único que iso fue gritar desgarradoramente y yo como acto seguido me aleje.

Se paro dejando expuesta su inmensa altura, además de sus ropas viejas y rasgadas mientras agarraba un tipo de cetro que mantenía una cruz hecha de pinchos y cuchillos. Me señalo con ese perturbador palo.

- Tú, cuerpo maldito del hombre ejemplo de lujuria, ejendro no deseado que maldecir este pueblo de gloria - ok, ahora que escuchaba que esta diciendo, creo que no es la mejor ayuda que puedo encontrar por aquí.
En ese momento levantó ese cetro hacia mi, estaba a punto de golpearme con el por lo cual trate de esquivarlo como pude.

Ahora si no puedo defender a esta gente.

Mire al rededor, obvio, desesperado ya que tenia a una completa lunática frente a mi tratando de matarme. Fue entonces que mire otro establo, un poco mas grande que el anterior, tal vez ahí si logre esconderme. Nuevamente mire atrás, pero me arrepentí al mirar aquella mujer con rostro arrugado y piel caída; salí corriendo tan rápido como mi rodilla me lo permitía.

Seguí corriendo hasta perderla de vista, una vez que llegue a la puerta trate de abrirla, pero, ¿Qué creen?...........!!se encontraba cerrada ¡¡

- el dolor es manchado con el filo de la espada - trataba de abrir con todas mis fuerzas aquella puerta pero seguía atascada, la voz se acercaba mientras sentía el sudor escurrir por mi frente.

Fue cuando me percate de un hoyo en el suelo que daba directo al establo, ya ni me interesaba manchar mas mi ropa o ensuciarme con lodo, solo quería sobrevivir. Me arrastre con pecho tierra lo mas rápido que pude pero milagrosamente logre entrar.

Una vez dentro suspire de alivio, había sobrevivido de esa loca.

Mire donde me encontraba, no creo que donde estoy sea la mejor manera de sobrevivir en este lugar así que preferí seguir adelante. Era un establo común y corriente, pastizal, mas madera vieja, húmeda, mugrosa y lo que sea. Subí unas escaleras hacia el ático de ese lugar, esto seguro qué hallare una salida. De repente deje de sentir cualquier soporte bajo mis pies y nuevamente caí golpeando contra el suelo. Mierda, se rompió el segundo piso. ¿lado positivo?, si, caí frente a otra puerta de madera que tal vez podría utilizar como escape.

Fue cuando escuche como alguien trataba de abrir la puerta, pero se dio por vencida mientras se asomaba entre las viejas maderas de ese lugar.

- !!shit¡¡- di ese leve grito debido a lo horrible que se veía la cara de la mujer en la sombra de la noche.

- ¿lo quieres, Dios?.......¿ lo quieres?....pues te lo daré - retrocedió entre las sombras después de decir aquello. Ahora entiendo lo que decía mi hermano respecto a no hablar con extraños.

- al parecer Dios me quiere muerto, ok - me dije a mi mismo una vez que se alejo. Ahora si estaba dispuesto a salir de ahí.
Una vez fuera comencé a escuchar otra voz era masculina, claro que no trataría de ayudar a nadie, no volveré a hacer ese error, me oculte detrás del pastizal.

- sin verdad, en un mundo lleno de mentiras, cegados con la mentira - una sombra comenzó a deambular frente a mi - el trono de fuego te esta esperando, quemara tu alma lentamente en el infierno y yo me encargare de mandarte a tu muerte. ! Voy por ti ¡ -

Se acerco repentinamente y en un movimiento rápido me agarro del cuello apretando fuertemente, caí de espalda sobre la tierra, tenia que sacármelo de encima como pudiera, sujete una piedra a mi alcance y golpe su cabeza luego le di una patada en el estomago y sin perder tiempo corrí.

Me moví entre las rocas y cabañas, ya no me detendría a pedir ayuda, era mas que obvio que todos aquí están locos; de un momento a otro me encontraba rodeado de los habitantes con distintas hachas y distintas cosas con filo.

Una luz repentina nos cegó a todos, aunque dudo por la intensidad que haya sido algún rayo; todos se mantenían retorciéndose en es suelo gemían, gritaban o pedían ayuda al "padre". ¿ Que paso?, No me detuve seguí el camino por donde iba hasta llegar a una capilla.

-  este ángel rebelde ha caído del cielo, para ser castigado por nosotros, no merece piedad arrancarle el cuello y corten su boca para que no levante falsos testimonios - otra voz masculina se escuchaba hablar dentro de la capilla, me adentre a ella; fue justo cuando identifique los gritos que venían dentro de ese enorme salón.

- !!Déjenme ¡¡, ni se les ocurra tocarme, !!alejen sus putas manos de encima ¡¡ -.

- Castiel... -.

Era obvio que le ayudaría, después de todo es mi mejor amigo hace años, seguí los gritos y llegue a un largo pasillo, se mantenía oscuro excepto por las ventanas abiertas.
Escuche golpes y cosas rompiéndose, me asome por una ventana y unos segundos después vi la inigualable cabellera roja de mi amigo saliendo de una ventana, directamente al bosque.

Brinque de la ventana para ir directo con mi amigo, una vez abajo me acerque lentamente hasta tocarle el hombro, se sobresalto e de inmediato me dio un puñetazo, de seguro fue por el suspenso de la situación.

- Lyssandro, ¿que demonios? - perecía igual de asustado que yo.

- no lo se - miramos directo a una ventana donde algunos señores nos señalaban.

- !vamos por ellos ¡, están ahí -

- mierda, tenemos que irnos - inmediatamente comenzamos a correr, ya no podíamos quedarnos aquí.