En esta catalogación entran las visiones que involucran directamente a las personas, visón de un familiar por el dolor de su pérdida, proyecciones astrales y mentales, poderes psíquicos o la huella que dejan las personas tras un suceso trágico.
1.-Los "fantasmas cotidianos"
Bajo este nombre se hace referencia a aquellos deseos, temores, u otras manifestaciones psíquicas del consciente o subconsciente del individuo; las cuales a modo de alucinaciones asumen la forma de lo que para el sujeto en cuestión es un fantasma. Para que se entienda mejor, pongamos los siguientes ejemplos: 1. El hijo fallecido. Sabido es por los psiquiatras que el sentimiento de duelo, más aún de duelo materno, es de los más difíciles de superar. Ello ha originado que, en muchos de los casos en que supuestamente la madre ha visto a su hijo recientemente fallecido, aquello no sea sino una serie de alucinaciones recurrentes ocasionadas por la mente de la madre como un mecanismo de protección emocional ante el dolor de la perdida. Pero este, cabe aclararlo, es solo un caso de los innumerables que presentan las llamadas "alucinaciones de pena", las cuales se presentan tras la perdida de un ser querido y, según psicólogos y psiquiatras, forman parte normal del proceso de duelo. 2. El padre castigador. Puede ocurrir también, si nos encontramos ante un sujeto lleno de culpabilidad y que a su vez ha sido formado por un padre severo y maltratador, que aquello que el Psicoanálisis denomina "necesidad de castigo" se proyecte en episodios alucinativos en los cuales el sujeto ve a su padre que, desde el más allá, sigue increpándole.
2.-Fantasmas mentales
Estos "fantasmas" son el resultado de la capacidad que tienen ciertas personas de proyectar su imagen de forma voluntaria o involuntaria. Son pues un fenómeno parapsicológico perteneciente al ámbito de las facultades psíquicas y no expresan de forma alguna la presencia de un muerto. Ahora, hay que aclarar que no se trata de telepatía en tanto que lo que ocurre no es la transmisión de ideas, imágenes o palabras de una mente a otra, sino más bien la construcción que un sujeto psiquicamente dotado opera (consciente o inconscientemente), en un lugar determinado, de su imagen a partir de partículas sútiles. Así, podríamos imaginar el ejemplo de un psíquico que está separado de su familia y que, en Noche Buena, se imagina vividamente la sala en que comen sus familiares, dando como resultado el que su familia vea su imagen en dicha sala.
3.-Proyecciones astrales y mentales
Un caso muy conocido es el de aquellas personas que tienen la facultad de desdoblarse. La mayoría de estas personas no pueden desdoblarse a voluntad sino que realizan sus desdoblamientos involuntariamente mientras están durmiendo, desplazándose así a otros lugares y, según sea el caso, recordando o no su experiencia al volver al cuerpo físico. Generalmente son este tipo de personas las que, mientras están fuera de su cuerpo físico, son vistas (su cuerpo astral es visto) por otras personas. Aunque existe otro tipo de caso y es el de los poquísimos que pueden desdoblarse a voluntad, pudiendo así mismo ser vistos en cuerpo astral por otras personas. Existe otra teoría sobre la proyección del cuerpo mental (incluso aún menos habitual), mucho más compleja y en la cual no entraremos en detalle.
4.-Ecos astrales del pasado
Asesinatos, suicidios, torturas, violaciones, todos esos sucesos suelen dejar huellas fuertísimas en el mundo astral. Por eso existen historias de casas encantadas en que se repite una y otra vez la escena de un suicidio o de un asesinato. Y es que, en realidad lo que sucede es que la energía astral de ciertos hechos es tan potente que puede ser percibida por mentes no clarividentes a través sobre todo del ajna chakra o tercer ojo (chakra de la percepción extrasensorial). Entonces, no es que los hechos hayan quedado congelados en el universo material, sino que más bien la energía psíquico-astral que desprendieron se plasmó en una escena congelada en el plano astral, plano que está conectado al mundo físico y que por eso permite que, en el contexto de la experiencia perceptiva, el sujeto vea esa escena astral como una serie de imágenes en el mundo físico, cosa que es posible no solo por lo dicho sino porque el ajna chakra o tercer ojo tiene una conexión con el cerebro físico, conexión a través de la cual puede enviar sus percepciones para que estas sean traducidas por el cerebro. Un ejemplo impresionante sobre la teoría del "registro psíquico" (Parapsicología) o "huella astral" (Ocultismo) es el siguiente:
‹‹Tal es el caso, entre otros, de la batalla de Edgehill (1642) de la guerra civil inglesa, en la que murieron unos 5.000 hombres y de la que diferentes testigos afirmaban haber visto una representación, meses después, en el mismo lugar en el que se produjo. El fenómeno pudo ser observado en diferentes ocasiones. En una de ellas fue contemplado por las propias autoridades locales y, más tarde, incluso por los oficiales enviados por el monarca Carlos I para que investigaran y así acallasen los rumores. La representación, según los oficiales, algunos de los cuales habían estado presentes en la batalla real, era completamente fiel a los hechos acaecidos. Algunos testigos pudieron incluso reconocer, a los lomos de sus espectrales corceles, a algunos de sus compañeros difuntos y también a otros personajes que aún vivían y gozaban de buena salud››.
Por último, el concepto de "registro psíquico" o "huella astral" sirve también para explicar casos espinosos en que lo que se ve es un enorme objeto fantasmal, casos como el de la fragata fantasma llamada "El Holandés Errante" o el famoso autobús fantasma de Londrés que fue visto varias veces en la década de los 30 del presente siglo.