【Oneshot】 Dulce: Sabor a Flores 【TodoDeku】

Flowers

N/A: Pongan el vídeo en bucle, wn (?). Es bonita, háganme caso.

Parte Uno.

 Había visto por primera vez a ese chico como un pequeño conejo asustado en una jaula. Pequeño; temeroso; algo fuera de lugar. Una persona sin importancia.

 Su figura era diminuta en comparación a los demás estudiantes. Un niño.

 ¿Aquel niño deseaba convertirse en héroe? Su esperanza de vida se reduciría a cero.

 Pero, había algo que llamaba la atención de todos los que lo observasen: su determinación. Cual resplandor, era una guía para seguir a pesar de las dificultades. ¿Desventajas en el combate? ¿Villanos fuera de nuestro rango? Era capaz de darlo todo con tal de proteger a los otros.

 Podrías preguntarle a cualquiera en la academia sobre su desempeño en el examen de admisión. Fue como ver una explosión de poder. Un golpe firme y valeroso, destruyendo su enemigo de forma desmedida. Un protagonista de cómic.

 Y él, aquel pequeño conejo fue quien me salvó de mi pasado.

 Ya no hay miedo y frustración, liberando el nudo en mi garganta sin importarle cuánto le costase, hasta romperse todos los huesos.

 Es por eso que Midoriya está aquí ahora.

 Destrozando su cuerpo y su estabilidad, luchó derecho contra un villano claramente peligroso y de poder inagotable, cayendo en el combate.

 La ventana está abierta. Se encuentra ahora acostado en una cama de hospital, con el rostro rojo y sus brazos cubiertos de vendas. Todavía está dormido, con una expresión tranquila.

 Traigo conmigo un ramo de flores pequeño de dalias y amapolas; no muy ostentosas. Fue idea de los estudiantes del departamento de héroes, en especial por las chicas. Resaltaban de una tienda humilde cerca de este establecimiento.

 Se ven muy frágiles.

 Por momentos recuerdo la expresión en el rostro de mi madre; su sonrisa joven. Una que no había visto hace tanto tiempo.

Camino un poco más hacia la cama y coloco las flores en un jarrón de cristal con un poco de agua, posado en la mesa continua a esta. El paciente de huesos rotos yace quieto, recuperándose.

 Recorro la habitación pequeña, buscando un asiento. Tomo una silla y la sitúo a un costado del chico.

 No estoy esperando a que despierte de forma milagrosa, me conformo con mirarlo aunque sea un corto plazo de tiempo. Su cabello verde y negro, desordenado; sus manos vendadas y sus cicatrices. Él.

 ¿Por qué iría tan lejos? Arriesgar su vida de esa manera es simplemente insano.

 Frustrante, frustrante. Eres increíble, Midoriya. Sólo eres...

— ...eres un idiota. — La voz sale como un susurro desde mi garganta. — Cada uno de ellos se preocupa de ti.