Capítulo 7 -Lo que hay que hacer por amor

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Tartamudeaba del miedo.
-Unos hombres conocidos de Sarah se han llevado a tu novia-. Rápidamente abrí mis ojos y me levanté del sitio. -Yo estaba en el piso de arriba mirando por la ventaba. Cuando vi que la cogían salí corriendo pero ya era tarde, quise pararles o al menos ver la matricula del vehículo, pero no llegué a tiempo.

-Sarah se va a enterar de lo que pasa cuando se meten con alguien que amo-. Los de la mesa se sorprendieron, se me escapó la última palabra porque ni siquiera estoy seguro de lo que siento, solo sé que la quiero.

-¿De verdad la amas? - Preguntó Tony con una sonrisa en su rostro. Él apoyaba los brazos encima de la mesa con las manos juntas entrelazando los dedos.

-No lo sé, me salió solo-. No sabía que más decir, estaba confuso. Simplemente empecé a caminar para buscar a Sarah.

Salí al parking para buscar el coche de la psicópata pero no estaba. Y no podía ir a su casa aunque hubiésemos salido juntos, siempre fuimos a la mía o a otros lugares.
Volví a la cafetería para hablar con las animadoras que estaban sentadas hablando tranquilamente en la mesa.

-Preciosas-. Después de llamarlas así tuve toda la atención de las chicas. -Necesito que me ayudéis-. Algunas dudaron pero aceptaron. -¿Donde vive Sarah?

-Hace unos días se mudó ella sola a un apartamento por aquí cerca-. Respondió Noa, una compañera de clase de Sabina.

–¿Donde es? – Me estaba poniendo nervioso, cada vez había más riesgo de que la pudieran dañar.

–No lo sabemos, no hemos ido. Pero estoy segura de que Amanda, la mejor amiga de tu chica lo sabe–. En su cara se veía la sinceridad, pero el problema es que tampoco sabía donde vive ella y estaba mala. Levanté una ceja como pregunta, tardó un segundo en reaccionar. –Ah, sí. Ella vive en el 1039 de la quinta avenida de Central Park.

Salí de allí corriendo y me subí en la moto, metí la llave en el contacto y arranqué. Sin ponerme el casco porque tenía mucha prisa.
Llegué en cuestión de segundos a la casa de Amanda, aparqué delante y saqué la llave. Fui directo a la puerta y llamé, me abrieron enseguida. Una mujer me atendió, seguramente la madre.

–Buenas tardes ¿aquí vive Amanda? – La mujer afirmó con la cabeza y se presentó diciendo que es su madre. –Bueno, es que soy un amigo suyo y le tengo que preguntar una cosa.

–Pues adelante, está enferma pero puede hablar. Acompáñeme–. La seguí por un pasillo hasta llegar a la última puerta a la derecha. Con sus nudillos llamó a la puerta. –Cariño abre, un amigo tuyo te quiere ver.

–No tengo amigos, solo chicas –. Gritó Amanda, se notaba en la voz que estaba un poco afónica.

–Soy Sam–. Hablé alto para que me escuchara. –Tengo que hablar sobre Sobrina–. En ese instante escuché unos pasos veloces y vi que la puerta se abría. Me invitó a pasar.
Le conté lo ocurrido y me dijo donde vive ahora Sarah.

–Jopé. Cuando no estoy pasan cosas–. Me dijo apenada, pero se nota que era broma.

–Mira, esto va enserio–. Le miré a los ojos. –Nada de chistes, está en peligro y haré lo que haga falta para que vuelva sana y salva a casa.

–Sana no creo–. Se tapó la boca enseguida, asustada y apenada a la vez.

–¿Que ocurre? – Le pregunté seriamente para que me respondiera, si doy miedo responderá a todo. –Estamos hablando de Sabrina, tu mejor amiga–. Mantenía la boca cerrada. –Por favor–. Se rindió.

–Nunca te lo he contado ¿de acuerdo?– Afirmé con la cabeza. –Ella tiene algo en la cabeza, un tumor o algo pero no se lo pueden quitar porque no tienen acceso ya que es muy pequeño.

No Entiendo De Besos #1 (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora