—Jungkookie...—llama el castaño de forma serena. No puede perder la compostura en situaciones como esas, aunque lo perderá muy pronto si continúa así. Intenta zafarse por décima vez y a pesar de ello no logra su cometido. Esto no resultará como espera, lo presiente.
—No.
Vaya, parece que su amigo no quiere hacerle caso. Aún así debe intentarlo. Taehyung tiene una promesa que cumplir y no puede defraudar a la chica.
—Jungkook...por favor. Debo irme. Ella me está esperando.
—He dicho que no Taetae, no te dejaré. Que espere como lo hago yo cada día.
—¡Jungkook!—grita eufórico tratando de apartar a su amigo. Taehyung finalmente ha perdido la paciencia. Pero Jungkook no se rinde, no quiere rendirse. No le importa que su amigo se enfade con él. Lo detendrá si es la única opción.
El menor no quiere perder contra esa muchacha del mal. Ya estuvo demasiado tiempo tolerando que lo apartara de su lado. Debía ponerse fuerte por la unión de su amistad.
Ya que su único y mejor amigo lo quiere abandonar por enésima vez, no lo piensa consentir como lo viene haciendo por un par de semanas. No le importa detenerlo con trucos sucios. Ya tuvo suficiente con mantenerlo lejos de él los fines de semana y ahora también se empeñaba dejarlo en los recesos... ¡Indignante! No entiende como su amigo se deja engañar por una cara bonita y piernas largas.
Está dolido, muy dolido.
—Eres pesado—afirma Taehyung mientras trata de separarse de esos fuertes brazos del pelinegro. Porque sí, realmente le está costando. Taehyung no es nada atlético y está sufriendo como consecuencia de su poca—casi nada—resistencia física.
—¡Yah!—grita está vez, con mayor desesperación que la anterior, esperando que alguien lo salve de su amigo, y fue como un milagro cuando ya no se siente aprisionado. Ya puede respirar y huir. Su respiración vuelve a regularizarse.
Corre tan rápido como le permiten sus piernas sin antes de gritar un sonoro "gracias" dirigida a Seokjin, su maestro.
—Jeon, ya es suficiente por hoy. Tus intentos no funcionaron. Déjalo así, mañana lo vuelves a intentar.
Jungkook, su alumno, no responde ante sus palabras. Se mantiene triste mirando como Taehyung habla con la arpía número uno, esa chica que le quitó a su amigo.
Quizá transcurrió un minuto, o tal vez menos, no se sabe, pero en el rostro de Jungkook se adorna un adorable puchero mientras lo ve enojado por haber apartado al castaño de su intento de retenerlo.
Fue entrometido, él lo acepta, pero Seokjin sigue siendo su maestro. Su deber es dar fin a aquella tortura que vio en los ojos de su alumno Kim.
Jungkook en cambio pataleaba de furia mentalmente pues perdió contra esa arpía, otra vez. Estuvo tan cerca... Pero no, Seokjin vino al rescate. Tan inoportuno no podía ser.
—¡No es justo! ¿Lo vio? Me abandonó otra vez... Ya van cinco veces en ésta semana que se va sin más, y eso que estamos viernes. ¿Ve a lo que me refiero cuando digo que es un pésimo amigo? Además... ¿Por qué me detuvo? Ya estaba logrando persuadirlo.
Desde que Taehyung sale con esa chica Jungkook está solo, tan solo que comparte su tiempo del receso con Seokjin, su maestro.
Cayó bajo, muy bajo...
Pero Jungkook sabe que disfruta de la compañía de Seokjin, sólo que no quiere aceptar la verdad. Prefiere centrarse en lo triste que se siente no tener un amigo con quien compartir su tiempo. Un amigo de su edad.
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Necesito una novia » Jinkook OS
Short StoryJungkook se siente solo y su idea es conseguirse una novia. Pero su maestro Seokjin tiene otros planes. 💫No acepto adaptaciones de ninguna de mis historias.