Miércoles 3: Desnudo y Rosado

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Piccolo miro directamente a los ojos de Veguita y al mirar que se sonrojo, dió una pequeña sonrisa juguetona.

Por otra parte, Vegeta y Bulma seguían en el gimnasio.

- ¿entonces que es lo que quieres que aga? - pregunto vegeta con el ceño fruncido.

- ¿que tal tomarme de la mano? - exclamó bulma.

- Olvidalo, conformate con que responda si, cuando me pregunten si eres mi novia.

Para el gusto de todos, salieron temprano de clases. Un accidente en uno de los salones, que incluía fuego.

Vegeta se acercó a Veguita.

- voy a llegar tarde otra vez, que Nappa no se entere - exclamó sin mirarla y se fue.

- ... Estúpido Vegeta... "Voy a llegar tarde que Nappa no se entere". Pudrete idiota arrogante - exclamó con algo de fuerza Veguita, vegeta no se enteró pero alguien más si.

- ¿siempre eres así o solo cuando yo no estoy? - pregunto piccolo alertando a la joven.

- ah, aaa ... Normalmente no - exclamó un poco apenada.

- vamos - exclamó mientras tomaba la mano de veguita. Ella se sorprendió un poco y sus mejillas se cubrieron de rosa.

- ¿a donde?...

- a tu casa - respondio sin mirarla.

- pero vegeta va a llegar tarde, no tengo que ir a casa - exclamó pero su voz sonó más como una queja.

- ¿estas insinuando que quieres salir? - pregunto mientras se detenía y la miraba.

- aa bueno... Pues - Veguita tropezó un poco con sus palabras - no tengo que ir a casa temprano... Podemos salir... A dar la vuelta o algo - la joven miro a piccolo por unos instantes.

- no. Los gatos no salen de sus casas - respondio mientras apartaba la mirada y seguía caminando.

- tal vez soy un tipo diferente de gato - replicó la joven con el señor fruncido.

- los gatos no hablan - exclamó piccolo con fuerza.

- ¡pues yo no soy un gato! - dijo enojada mientras paraba de golpe, llamando la atención de piccolo- estoy cansada de que estúpidos como tú me digan que hacer, no soy un sirvienta, no soy un juguete y no soy una mascota - dijo la joven enojada.

- sólo tienes dos días siendo mi mascota y ya te cansaste, no tienes control - exclamó piccolo con fastidio.

Veguita le dió un patada a piccolo que le saco el aire y lo puso de rodillas. La joven ya enojada tomo la cabeza de piccolo y lo la levanto para que la mirara.

- no eres el único bastardo, estúpido, engreído con el tengo que lidiar - piccolo noto algo en los ojos de Veguita, ira, pasión, coraje y fuerza, algo que difinitiba mente le gustó.

La joven enojada se fue caminando, definitivamente no fue a su casa.

Después de un largo tiempo piccolo regreso a su casa. No encontró a su tío así que subió a su habitación y se puso un short azul y una playera amarillo con un corazón rosa en el centro.

-¿por que siempre uso rosa?... O cierto, hay partes de mi cuerpo que son rosas - se dijo a si mismo y continuó con su lectura, pero había algo que no le dejaba concentrarse en la infantil Agu. Era Veguita quien rondaba su mente - ... ¿sera que fui... Muy rudo? - pregunto mientras bajaba su libro. No podía engañarse a si mismo, se sentía algo culpable.

Por otro lado Veguita caminaba, sin saberlo, cerca de la casa de piccolo.

También se encontraba Yamcha, al parecer estaba pretendiendo a una chica que vivía por esa zona.

- ¡oye tu! - le grito el muchacho a Veguita- tu estúpido hermano me quito a mi novia - el patán quería desquitarse con Veguita. Ella simplemente lo ignoro - te estoy hablando sorda - exclamó acercándose a ella.

Después de dar unos pasos más jalo su brazo.

- mírame cuando te ... - no pudo terminar la oración porque Veguita le dió un puñetazo en el ojo - ¡agg!, ¡mi ojo! - se quejo mientras retrocedía.

Veguita aprovecho que estaba distraído y empezo a golpearlo en el suelo.

Piccolo que escucho todo afuera de su casa se asomó por la ventana y al ver que se trataba de Veguita salió corriendo. No se imagina que era ella la agresora, y la separó de Yamcha.

- ¡suelta!, ¡vuelve a qui pequeña zorra traga ***** ! - grito enojada Veguita - ¡ todavía no acabo de meterte mi ***** por el ****! - piccolo se quedó con los ojos abiertos, jamás imagino que escucharía a Veguita decir ese tipo de palabras.

Yamcha salió corriendo del lugar mientras veguita le hacía señas groseras con las manos.

Piccolo la llevo dentro de su casa y la sentó en una silla.

- ¡¿estas demente!?, No puedes golpear a la gente de esa manera - dijo piccolo regañando la.

- ese estúpido empezó primero yo solo lo termine - exclamó con el seño fruncido pero se relajó al ver las partes rosadas de piccolo - ¿que es eso?

- es un corazón- respondio extrañado.

- eso no, los parches rosados en tu cuerpo - señaló los brazos.

El joven de piel verdosa trato de cubrir sus brazos torpemente y tapar sus piernas mientras un color púrpura cubría sus mejillas.

Veguita se rió de forma discreta y miro sus antenas.

- ¿esas son antenas? - pregunto al momento de mirarlas.

- si, lo son - respondio con un sonrojo aún más notorio se sentía desnudo, jamás mostró sus antenas o su cuerpo a alguien más.

- así que ese es el gran Piccolo Daomau Jr. Un chico tímido con ropa pequeña y colorida - dijo burlonamente.

- te dije que no volvieras a mencionar ese nombre - exclamó enojado.

- ¡¿o que!? - pregunto retando lo al momento de levantarse - Tipos como tú no me dan miedo JR. - respondio con el ceño fruncido.

- no parecias tan convencida hace unos días - replicó mientras la miraba.

Veguita lo tomo del escote y lo bajo a su altura.

- escúchame bien piccolo. Ni tu ni nadie me va a dar hordenes como si fuera una especie perro esperando una caricia de su amo cada vez que cumple sus hordenes  - exclamó con fuerza.

Piccolo se sorprendió un poco pero disimulo.

- ¿eres así con todos los hombres que te amenazan? - cuestiono el joven de forma coqueta.

- solo si se visten de rosa - contestó con una sonrisa.

Piccolo quitó su mano...

DBZ-Mi compañero es un sayayin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora