Capítulo 1

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Los rodillos de la traga moneda giraban, listos para detenerse en cualquier momento y mostrar las figuras que al azar fueron escogidas en esa oportunidad. Una cereza, un limón y la cara de un payaso fue lo que se mostró y no era un trío ganador. El jugador introdujo otra moneda, jaló de la palanca y miraba esperanzado los dibujos rotatorios, esperando por obtener el "Jackpot" esa vez. Tres cerezas salieron y no era un triple siete pero con eso algo se ganó y estaba satisfecho. El muchacho expresó su triunfo levantando su puño en lo alto. Quienes estaban alrededor admiraban lo que había logrado y podían creer que es muy suertudo pero le llevó varios intentos conseguir ese trío ganador. Recibió las fichas que había expulsado la máquina y las canjeó por dinero real.

-Doscientos mil- el encargado puso unos billetes sobre el mostrador delante de él- Tuviste buena suerte hoy.

-No me doy por vencido hasta no ganar- sonrió y guardó los billetes en su cartera-Luego vengo a visitarte de nuevo, cuida bien esto por aquí.

-Claro Capitán-dijo con un respetuoso saludo que haría un marinero a su Capitán.

El muchacho rió para sí por la forma en que lo llamó, no le había dicho a nadie que lo llamara de esa forma pero la mayoría lo hacía para mostrar sus respetos y dejar en claro quién manda en esa zona junto otros dos chicos más, aunque a esos no los llaman de ninguna manera. Ji Hoon junto con sus amigos, Min Hyuk y Yu Kwon, son la autoridad en ese territorio al que llaman "La bahía de la Cobra", habían logrado obtener esa posición imponiéndose sobre los demás habitantes y quienes quisieran pasarse de listos, no corrían con buena suerte. Es por esa reputación que forjaron que todos prefirieron respetarlos antes de acabar con los huesos del cuerpo roto porque no, no los mataban pero sabían darles su merecido a punta de patadas y golpes; sólo si era muy necesario utilizar un arma lo hacían. Entre los tres nunca decidieron quién era el líder, prefirieron que fuera así para no tener problemas, sin embargo, Ji Hoon era un poco más extrovertido y eso hizo que lo vieran como la cabeza del grupo. A Min Hyuk y Yu Kwon les molestó al principio pero lograron acostumbrarse, de todos modos los ven como superiores también.

Aún no era tiempo para irse a la cama, sólo era las diez de la noche y para un lugar donde la vida nocturna es más movida que la diurna, era temprano. Ji Hoon salió del bar donde estaba y caminó por las oscuras calles que se impregnaban con la mezcla de sonidos que salían de los distintos locales hasta que poco a poco el ruido fue quedando atrás y un silencio como si se hubiese quedado sordo, acarició sus oídos. Llegó al edificio que quería y subió las escaleras a pasos pesados hasta el quinto piso, tocó tres veces a una de las puertas pero al nadie abrirle, él mismo entró. Nunca tenía el seguro puesto.

-Hey- llamó estando de pie en el marco de la puerta de la recámara. Emitió un único silbido agudo para avisar de su presencia y el chico que estaba en la cama se movió levemente - Ya despierta ¿Qué haces dormido? Íbamos a ir hoy al casino para apostar un poco.

-¿Qué hora es?- preguntó el chico aún sin ganas de levantarse pero cuando Ji Hoon le indicó la hora, éste se sentó, estiró y bostezó profundamente para espabilarse.

-Ya vístete- cogió una franela y jean que estaban en el suelo y se los lanzó - Hay que ir a buscar a Yu Kwon.

-Él está aquí- palmeó a su lado un bulto cubierto completamente por el cubrecama que Ji Hoon no había notado por la escasa luz y éste se movió hasta que una cabeza pelinegra se asomó. Unos ojos rajados que casi no se podían abrir intentaban mirar a quien estaba en la puerta.

-¿Por qué me despiertan?- preguntó Yu Kwon débilmente por el sueño.

-Quedamos que íbamos a ir al casino hoy- respondió Ji Hoon- ¿Y qué hace él aquí?- dirigió esa pregunta a Min Hyuk porque Yu Kwon aún seguía muy dormido.

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