Acepto el Reto

Capítulo Único

Y allí se encontraba él, a unos asientos de aquella chica que se había colado en sus pensamientos y no tenía intenciones de irse de entre ellos, su compañero de asiento Max había notado el comportamiento de su compañero desde hace unas semanas luego del reto de patinaje junto a Alix, a partir de ese día Kim se comportaba extraño y en todo momento mantenía la mirada fija en su compañera de gorra.

Mientras Kim seguía ensimismado con la mirada fija en la chica, parece ser que Alix volvió a sentir esa sensación de ser observada, y claramente ya sabía a qué se debía esa sensación, Alix no era ciega, sabía que Kim había cambiado su comportamiento desde hace ya varios días, más no se atrevía a dirigirle la palabra a Kim debido a que la respuesta que reciba sea algo negativo o algo de lo que no quiera enterarse, por lo tanto mantenía distancia lo más posible de ese chico de puntas teñidas, Alix sentía su mirada, más no se voltió.

- No olviden escribir un cuento para la próxima clase, no importa que tan largo sea - Dijo la señorita Bustier al escuchar la campana que indicaba el final de las clases.

Mientras todos recogían sus cosas y las guardaban en sus lugares Kim ni se inmutó de nada de lo que ocurría, solo regreso a la realidad cuando todo el aula estaba sola, bueno, sola a excepción de el y Alix que se acercaba dando grandes zancadas hasta el puesto de Kim.

- Se puede saber el por qué no dejas de desnudarme con la mirada cada que estamos en clase? - Dijo la chica de ojos azules parada enfrente de él, pues resulta que de no querer acercarse quizo hacerlo para ponerle fin a ese asunto.

Vaya que estaba equivocada, eso apenas empezaba.

- Yo no hago eso - Dijo un Kim nervioso jugando con sus dedos y tartamudeando siguió - Solo que aún no puedo aceptar haber perdido contra una chica - Dijo intentando convencerse de aquellas palabras que no eran más que una vil mentira.

- Todos ya se han dado cuenta que te la pasas mirandome - Dijo en un tono serio y prosiguió - ¡Hasta Marinette que siempre se la pasa entretenida y distraída mirando a Adrien se ha dado cuenta! - Gritó causando que el chico diera un brinco en su lugar.

- Pe-Per... - Y es interrumpido.

- Si tanto te molesta podemos tener una revancha y todos felices - Dijo en medio de un ataque para que todo se resolviera y así ella no tener que aguantar la mirada de Kim más la de toda su clase sobre ella por culpa del teñido.

- Acepto el Reto - extendió su mano esperando a que Alix la tomara.

- Prepárate para volver a perder - Le dió su mano y la estrecharon cerrando el trato.

Para lo que Alix fue un simple estrechado de manos para Kim fue todo, al tener contacto con la piel descuidada de su compañera sintió como su estómago se contrajo de manera extraña, una sensación para nada agradable desde su punto de vista.

- Esta vez ganaré yo - Dijo a lo que sus manos dejaron de tener contacto entre sí.

Alix hizo una mueca y luego se despidió con un movimiento de cabeza, se alejó de Kim, se acercó a su puesto, tomó sus cosas, y se retiró del salón.

Mientras su compañera abandonaba el salón Kim tuvo que resistir el tocar su mano con su otra mano, era extraño, nunca le había pasado algo parecido, ni siquiera cuando creía estar enamorado de Chloé y ser rechazado de la manera más despiadada en la historia, su foto estaba en redes sociales y habían hecho memes con ella, una total vergüenza.

Entonces un recuerdo vino a su mente.

-... Alix siquiera se ha presentado aún - Setenció Kim mientras sonreía.

- No cantes victoria aún - Dijo Alix llegando a su lado.

Y en ese momento fue la primera vez que sintió una sensación extraña en su estómago, esa chica era todo un misterio para él.

- ¿Estás bien, Kim? - Decía Marinette pasando sun manos por delante de sus ojos, Kim parpadeó varias veces regresando a la realidad, y entonces vió que Marinette no estaba sola, estaba junto a Nino.

- Estabas ido amigo - Le dijo este.

- ¿Eh?, si perdón estaba pensando - Dijo y empezó a guardar sus cosas en su mochila.

- ¿Pensando en alguna chica? - Dijo la chica azabache con una sonrisa burlona plantada en su rostro, una sonrisa mostrando sus perfectos dientes blancos.