“Odette” aun se debutaba si ese era acaso el camino correcto ¿Realmente las cosas debían ser así? ¿La única forma de obtener el cuaderno era ser popular y que Alex se le confesara en casa? ¡¡Eso era una locura!! Miraba la ventana totalmente distraída mientras pensaba en estas cosas, realmente no lo podía creer, por suerte aun no tocaban el timbre para iniciar las clases por que entonces no sabría nada de lo que dicen.
—¿Que sucede?, mi doncella.
—No estoy de humor Stephan.
—Pero, Odette, doncella mía es fácil notar que algo le aqueja—Tomo la mano de ella lo más caballerosamente que podía y la miró a lso ojos—¿No sería mejor para usted tener alguien en quien confiar? ¿Acaso no desea aliviarse del peso sobre sus hombros?, hermosa duquesa.
—No te esta funcionando… para empezar creo que hoy no te bañaste, además tampoco pareces haber dormido o haberte peinado… tal vez incluso estás vestido igual desde ayer y te dio lata cambiarte, así que eso rompe toda la magia de sus palabras sir fracaso.
—Fabiana… tu me gustas y mucho, pero también somos amigos y de verdad no quiero ver ese bello rostro tan preocupado… por favor, cuentame que es lo que tanto te preocupa.
—Si te cuento y luego te pido ayuda deués terminaras dejandome plantada.
“Stephan” rodó los ojos no pudiendo creer lo que oía, bien si la había plantado una vez, pero era porque le había llegado un balón que lo dejó en enfermería y por eso no pudo llegar a almorzar con ella, pero eso ya debería ser parte del pasado, además ni siquiera era una cita ¿Como iba a saber que él en esa época era el niño que le arrancaba suspiros y la hacía escribir tonterias de amor en sus cuadernos? Además no era para tanto.
—Odette… ¡Eso paso cuandoi eramos niños de segundo básico! ¡SEGUNDO BÁSICO! ¿Como no puedes haberlo olvidado? ¿Que tan rencorosa eres?
—Bien tu ganas… te contare el problema pero no te explicare porque… acercate—El chico de los cabellos rubios casi castaños por la mugre se acerco a ella y coloco la oreja—quiero ser popular.
—¡¿Qué?! ¡Tú una popular? ¡Pero es una aberración! ¿Te estas escuchando?—Stephan bajo la voz al ver la cara de reproche de su querida amiga y se acerco para hablarle en voz baja— Como eres es genial, mucho mejor que esas chicas que pierden su tiempo en arreglarse y fiestas, sabes de anime, videojuegos, libros, pastafarismo, dragones…
— Sera temporal, un día o dos, lo suficiente para hacer enloquecer a Daniela.
Él dió un suspiro aliviado, al fin y al cabo era la chica de siemrpe, solo que esta vez estaba yendo más lejos de lo habitual para vengarse de su hermana por quién sabe que cosa… pero eso significaba que ella no estaría demasiado cerca de él durante ese tiempo… el toque del timbre interrumpió sus pensamientos. “Odette” miró como “Stefan” se iba a su sala y dió un largo suspiro que fue interrumpido por la vibración de su celular indicando un mensaje de texto, le quitó el sonido de inmediato sorprendida pero creyendo que era alguna publicidad, el número era desconocido y definitivamente no era su compañia de telefonos diciendole que la bolsa de minutos estaba como una ganga.
“Mi compa d puesto m psto su cel p’a ablart
Alx”
“Odette” trató unos minutos de descifrar ese extraño código, luego de eso golpeo su frente contra el banco molesta, pensando “de tal palo tal astilla” y que tomaría un diccionario de la RAE para golpear su cabeza y luego obligarlo a leer cada página del léxico al menos cuarenta y dos veces para que lo aprendiera. (1)
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La peor historia de amor
HumorAlexander ya no soporta su vida como un personaje dentro del libro de Daniela pero ¿Qué puede hacer? Ella es la autora y siempre controlara su vida. ¿O será posible rebelarse contra la propia escritora? ------- Advertencia: La escritura de Daniela...