Capitulo I

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-Esto es inaudito, inaudito. Yo, una diosa de la fuerza e inteligencia a la que todos temen, he sido despojada de mis poderes.  Ja. Imposible, no puede ser. No,no,no. Oh dioses  míos  que voy a hacer. Estoy perdida, perdida, perdidita, ouch…. tengo que dejar de ver los Simpson.

Vale pensemos con un poquitín de lógica, mmmm, si eso, lógica, veeenga… aisss no puedo ,no puedo,ahhhhhh.Oh vamos ,eres una diosa, no un humano debilucho.

Bien, primero ¿ dónde narices estoy? No conozco este lugar, no me suena, pero claro cómo me va a sonar si en mi  larga vida habré  bajado a la tierra……..mm no sé, ¿dos o tres veces? Y solo para ayudar a los humanos a hacer la guerra, y aun así no aparecía como algo corpóreo, sino solo con mi esencia, una especie de fantasma, además llevo casi 2 siglos recorriendo todas las dimensiones, planetas, islas errantes que existen ….sola, totalmente sola…….

 Genial,…….. ¿Por qué no habré bajado más a este mundo? Oh venga Thora ¿no me digas que no te acuerdas? , solo seguías ordenes de tu queridísima familia, si , esa que te ha intentado matar durante unos 2 siglos ,si, esa. Recuerda cómo te impedían bajar a conocer mundo para que no te distrajeras, como te obligaban a entrenar día y noche porque pensaban que eras débil para ser una diosa, como………-El dolor de los recuerdos la desgarraba, siglos después y todavía notaba el dolor del látigo contra su espalda, los castigos cuando fallaba en algo, o peor ,cuando  se negaba a hacer lo que le pedían, pero ella solo lo hacía porque no estaba bien, no le gustaba maltratar a nadie, aunque  de que fueran esos estúpidos  humanos. No estaba bien, pero a estas alturas que iba a saber ella de lo que estaba bien o mal.-Si , tienes razón, realmente no te ha servido de nada hacer lo que pensabas que estaba bien, ¿no? , al final ten han cogido y te has quedado sin poderes, y no estas muerta de milagro, porque...-         Oh ¿quieres callarte? No necesito que me digas nada más, ya lo sé, no soy estúpida. Gracias por hacerme recordar todo eso, muy amable. Pero…... ¿con quien estás hablando Thora? estás sola, no hay nadie a tu alrededor…….-Genial ahora hablo sola, con mi mente, mi conciencia o lo que sea…y le digo que se calle…… ¿pero que me pasa? Son los nervios, el cansancio, todo. Debería intenta relajarme…-Pero como vas  a relajarte? Están persiguiéndote para  acabar  lo que empezaron recuerdas?- Quieres dejar ya el recuerdas? Además, ¿no te dije que te callaras? Por los dioses, he estado huyendo demasiado tiempo como para no saber esconderme ahora o estar alerta, se cuidarme. Si, y mira como he acabado………

Vale buscaré algún sitio para dormir un rato, luego me pondré en marcha y buscaré todo lo que necesito.

Cole llegaba tarde. Su padre lo mataría si se enteraba de que otra vez llegaba tarde a abrir la tienda. Él se ofreció ayudarlo con la tienda, cómo no iba a hacerlo, era su padre, y sabia perfectamente que su padre no se lo iba a pedir por no molestarlo. No es que le entusiasmara la idea de estar al frente de una tienda de animales,  pero no le podía hacer eso a su padre. Jamás le fallaría de esa manera. Habían quedado en que estaría al frente de  la tienda durante el tiempo  que duraran las clases a las que se había apuntado su padre , clases de animales exóticos , cosa que según él en esta época era lo que se llevaba , solo de imaginarse a su padre  sentado en un pupitre ……  siempre le tomaba el pelo con que se le iba a confundir con el profesor ……Pero realmente estaba orgulloso de él y admiraba muchísimo que a sus  54 años se pusiera a estudiar , pero jamás se lo diría ………seguro que se le subiría a la cabeza. Luego por la tarde él asistiría a sus propias clases de medicina  en la universidad, estudiar y trabajar era agotador, pero todo era por su padre.

Ahora solo le quedaba  esperar a que la mañana  en la tienda pasara rápido, y que no viniera mucha gente, realmente no le gustaba tener que entablar conversación con la gente, sobretodo las personas mayores, que entraban a la tienda a comprar comida para sus gatos.

Estaba abriendo la puerta cuando apareció la señora  Brower, la típica abuela que no tiene nada que hacer y se dedica a mirar con atención lo que hacen los demás. Pero era  una buena clienta de su padre, ya que tenía por lo menos una docena de gatos. El tópico se cumple.

-Hola Cole, cuanto tiempo.-saludó la señora Brower.

-Hola señora Brower, ¿cómo se encuentra?-saludó el  amablemente. Por más que intentó abrir rápido al puerta la anciana le había alcanzado, esas piernas huesudas engañaban, realmente era muy rápida. Debería recordarlo para un futuro.

-Oh muy bien, hijo. Veo que vuelves a abrir tarde. ¿Cuándo va a volver  tu padre a la tienda?-preguntó.

-Todavía le quedan unas semanas hasta terminar el curso.-contestó Cole viendo por dónde iban los pensamientos de la anciana.

-Bueno dile que se le echa mucho de menos por aquí, y que se nota su ausencia.

-No se preocupe señora yo se lo diré de su parte, a hora si me disculpa.-dijo Cole intentando escabullirse.

-Oh por cierto hijo, ¿os ha llegado ya la comida para gatos baja en grasas?  Ya sabes que mi Elvis debe comer muy sano – Elvis era el gato más preciado de la señora  Brower, según ella con un aire a Elvis Presley, de ahí el nombre.

-Debería llegar hoy.-dijo Cole deseando que la señora le dejara abrir la tienda en paz.

-Eso mismo dijiste hace dos días, y todavía sigo esperando.-replicó la señora.

-Yo no puedo hacer nada, señora Brower, si el repartidor no viene.-Y ahora porque no se larga de una maldita vez, vieja bruja, pensó Cole.

-Bueno ya veo que hoy nos hemos levantado  con el pie izquierdo ¿no jovencito?. Realmente su padre nunca tiene una mala cara para nadie.

No, pensó Cole, mi padre seguramente por usted también tendría una mala cara, solo por usted.

-Mejor me voy que tengo recados que hacer.-dijo la señora mirándolo con cara de pocos amigos-Luego vendré a por la comida para Elvis. Hasta luego.

-Hasta luego señora Brower.-seguro que iría con el cuento de a sus amiguitas. Pues que bien empezaba el día. De fábula. Espero que mejore  porque si no hubiera sido mejor que no me hubiera levantado.

Entrando por fin en la tienda, fue a la trastienda donde tenían una especie de salón, con un sillón y una mesita, para las veces que su padre se quedaba hasta tarde en la tienda. Nada más cruzar la puerta y encender la luz se quedó paralizado: había alguien acostado en el sofá.                            

La Verdadera RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora