"A Mi Edad".

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Capítulo 03.

Llegué a casa en la tarde, mientras regresaba a casa pensaba mucho en andrew.

Coloqué mi cd favorito en el equipo de música, con la canción "alla mia etá" cada vez que escucho esta triste melodía me acuesto en mi cama para solo recordar.

Me dirigí a la cocina para tomar el helado de la nevera, comencé a comerlo rápidamente de forma desesperada, hasta llorar, me sentía triste, sentía la necesidad de estar triste, aunque este comportamiento a mi edad, 28 años, sea tal vez estúpido.

Seguido de esto una rabia, comenzó a inundar mi cuerpo; comencé a golpear todo y a romper cosas. Me llegaban solo malos recuerdos y malas experiencias. Llegar a donde estoy no fué fácil, trabajé y estudié mucho pero no tiene importancia, no estoy con nadie, no puedo compartirlo con nadie.

*Flashback*

-Porque haces esto, andrew?-

-No quiero verte más, no quiero vivir más contigo, eres una niña-

-Pero eres mi mejor amigo, prometiste ayudarme en esto, estábamos juntos en esto, era nuestro sueño ir a las vegas- lloro.

-Ya te lo dije, no soy tu padre, las cosas no se están poniendo fáciles yo necesito avanzar y no puedo salir adelante por los dos, separémonos... recoge tus cosas y vete-

*Finflashback*

Ese imbécil un día simplemente no quiso verme más, no quiso apoyarme más, se suponía que estaríamos juntos como amigos, ayudandonos el era como mi hermano mayor. Pero sólo me dijo que me fuera y me dió como explicación un motivo estupido.

Por más que traté en esta maldita ciudad no puedo tener ni un solo amigo. Todos juegan conmigo, por eso creo que es mejor estar sola.

Después de desesperarme mi estomago estaba bastante mal así que decidí ir al baño a hacer una de las cosas que casi siempre hago más que no debería; me arrodillé frente al inodoro introduciendo mis dedos al fondo de mi garganta para vomitar lo único que había comido, helado y el desayuno de esta mañana.

No puedo seguir con esto. Es una frase que me repito desde que sufro de este problema que se ha vivido cada vez más grave en este periodo, normalmente cuando esta con andrew eso no pasaba, el me ayudaba con mi problema pero ha empeorado.

Desperté y no quería ir a trabajar así que llame a uno de los chicos para que hiciera mi trabajo por hoy y le pagaría el doble, obviamente aceptó y fué.

Seguí durmiendo hasta la tarde, comí un sándwich y tomé un poco de jugo, al rato acomodé todo para salir a dar vueltas al centro de las Vegas, la ciudad, donde se veían las mejores luces al anochecer.

Estuve dando un par de vueltas a toda velocidad, hasta que cayó la noche; nunca había ido tarde al desierto así que decidí ir, llegué y no podía creer lo que veía, era la motocicleta del chico de ojos azules, tomé la linterna de mi teléfono y comencé a ver a todos lados, luego de nuevo observe bien la motocicleta y si no mal recuerdo era esta, pero estaba recostada, como si hubiera caído.

Efectivamente, comencé a caminar y lo encontré estaba desmayado, no tenía heridas graves solo bastantes rasguños, parece una caída bastante estúpida en realidad.

Agarré mi chaqueta e hice como una especie de almohadilla para colocar su cabeza, mientras más lo veía más me encantaba, era precioso, su cabello largo que con la brisa tapaba un poco su cara, con esa barba de pocos días y un olor exquisito de cigarro.

•My Three Lives• (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora